Los que siguieron por televisión la transmisión del acto de entrega de las armas de
las Farc-EP, el 13 de junio (el 60 % de lo acordado), no solo evidenciaron el tipo de armamento que los guerrilleros conservaban en su poder para la confrontación bélica. También vieron a hombres y mujeres, madres con sus niños en hombros y adultos mayores que, a manera de ritual, pasaron frente a las cámaras y firmaron ante funcionarios del Gobierno y de Naciones Unidas un documento en el que se comprometieron a entregar y no tomar las armas, y así regresar a la vida civil.
Sería fácil especular y decir que el papel aguanta todo, y que en el escenario de polarización en el que se encuentra el país, lo más conveniente es poner en tela de juicio y dudar todos los procesos sociales y políticos que se viven en las 26 Zonas Veredales Transitorias de Normalización (Zvtn), a cientos de kilómetros de las grandes ciudades.
Pero lo que ocurrió en Buenos Aires (Cauca), en la Zvtn de La Elvira, sector que durante décadas estuvo bajo el dominio de las Farc, se convirtió en un acto trascendental para la historia del país, así como un día lo fueron la entrega de armas por parte del Movimiento 19 de Abril (M-19), un 9 de marzo de 1990, en el municipio caucano de Caloto, y la dejación de las armas por parte de la guerrilla del Quintín Lame, un 31 de mayo de 1991, en el municipio de Caldono, en el resguardo indígena de Pueblo Nuevo.
Por ahora resta que el esperado día D-180 llegue y con él la dejación del 100 % de las armas por parte de la guerrilla, que se prevé sea el 20 de junio, como lo aseguró la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (Csivi), en un nuevo cronograma dado a conocer el pasado 29 de mayo.
Entregadas las armas por parte de los milicianos, ¿qué sigue en materia de implementación de lo acordado entre el Gobierno y las Farc-EP?
Alterno al proceso de dejación de armas por parte de los milicianos, las Farc-EP deben adelantar otro proceso con Naciones Unidas que consiste en la entrega de las coordenadas para ubicar las 900 caletas en las que se conserva toda clase de material de guerra.
Según lo expresó Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez”, en 500 se aloja “material de guerra inestable” o explosivos que deben ser destruidos en el lugar por parte de los guerrilleros, bajo la supervisión de Naciones Unidas. El resto, las 400 restantes, en las que guardan armas individuales, pasarán a los contenedores de este organismo internacional. “Hasta el 1 de agosto va nuestra responsabilidad en la entrega. Si se requiere, algunos excombatientes seguirán trabajando en esto”, aseguró Márquez, al aclarar que el Gobierno se encargará de desmantelar las caletas que no se alcancen a desocupar o destruir.
La participación política es una realidad
¿Con quiénes de la política tradicional buscarán alianza las Farc-EP para llegar al Congreso? ¿Les interesa la coalición sólo con partidos o movimientos de izquierda? En la Décima Conferencia Nacional Guerrillera de las Farc, en el marco de la celebración de los 52 años de lucha armada, las pujas internas no se hicieron esperar.
Se habló de conformar bloques o unidades nacionales con los partidos de izquierda y organizaciones sociales de reconocimiento, incluso, de cambiar el nombre de las Farc-EP. Sin embargo, aún no tienen claro quién o quiénes serán sus representantes para las elecciones de 2018, como aseguró “Iván Márquez”.
Actualmente, y como se pactó en el Punto 2 del Acuerdo de Paz (Apertura democrática para construir la paz), se cuenta con el movimiento político Voces de Paz, avalado por el Consejo Nacional Electoral, y los seis representantes o voceros en el Congreso de la República (tres en el Senado y tres en la Cámara de Representantes) que, si bien no tienen voto, sí tienen voz.
Lo que es claro es que se sigue apostando por buscar alianzas con un “gobierno de transición”, el cual garantice la continuidad de los acuerdos y su implementación. “Creemos que para mediados de agosto ya se conocerán quiénes serán los representantes y el nombre del partido político de las Farc-EP. Por ahora seguimos estudiando”,
concluyó “Márquez”.