Las palabras de Luz Andrea Castillo transcurren serenas como un río en calma que arrastra consigo la sabiduría del tiempo. Su más reciente poemario: Agua Circular, está inspirado en el Tao Te King de Lao Tse, libro que la llevó a un silencio muy profundo y que marcó un punto de giro en su camino.

Sus páginas están habitadas más por el silencio que por la palabra, y en ellas se escucha el rumor del agua que anuncia: /Aunque corto/ es el vuelo/ lejos/ será el viaje. Es este el tipo de filosofía que subyace en su poesía y, nos recuerda que filosofía y poesía son ejercicios emparentados cuando existe una predilección hacia un mundo especial signado por el lenguaje.

Luz Andrea Castillo descubrió muy pronto que le gustaban las metáforas pero, fue sólo en la adolescencia cuando sintió que la poesía se apoderaba de ella, una experiencia que vino acompasada por la lectura y que la llevó a estudiar Licenciatura en Español y Literatura en la Universidad Industrial de Santander.

Agua Circular es su cuarto libro de poesía, el cual tardó cinco años en configurarse puesto que fue escrito en soledad y en silencio, y sobretodo porque nació en el camino, en sus constantes viajes a la montaña donde redescubrió la geografía santandereana que en palabras suyas está “hecha de aguas” y de grietas.

Es en ese contraste entre la belleza natural y la adustez del ser santandereano que su palabra toma cauce para llevarnos a la vivencia interior del paisaje y, a otro tipo de conciencia: Ya seco/ en el lecho de piedra/ el río duerme. Lleno de pureza/ no le falta nada/ nada le sobra.

Luz Andrea Castillo afirma que el agua es un elemento que busca con persistencia, “no por exceso sino por carencia” pues, siente que en la configuración de su ser es un elemento que le hace falta y, la palabra resulta un excelente puente para encontrarlo.

Muestra de ello su poema: Agua/ es lo que se abre/ al encuentro con la piedra. Amor/lo que la cierra/ en lo sabio de su paso. Al final/ y sólo en el arte/ del encuentro/ surgirá un río.

El poemario resultó finalista de la IV edición del Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador que se concede en Salamanca, y en el que participa junto a los trabajos de otros 19 poetas de 14 países.

El fallo del premio se conocerá hacia finales de marzo gracias al jurado integrado por el poeta António Salvado; la catedrática de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Salamanca Carmen Ruiz Barrionuevo; el poeta Jesús Fonseca; el poeta y profesor de Lengua y Literatura José María Muñoz Quirós; el poeta y profesor de la Universidad de Salamanca Alfredo Pérez Alencart; el poeta Carlos Aganzo; la presidenta de la Asociación Mujeres en Igualdad Inmaculada Salas, y el diputado del Área de Cultura de Salamanca Julián Barrera Prieto.

No siempre resulta cierta la expresión “menos es más” pero, en la poesía de Luz Andrea Castillo la palabra contenida sintetiza todo un universo donde nada sobra. Cuando le pregunto ¿por qué la poesía?, responde: Porque existe el silencio. –Una respuesta honesta como honesta es su escritura.

Por Claudia Patricia Mantilla*
cmantilla9@unab.edu.co
* Docente del programa de Literatura Virtual, de la Unab.

Universidad Autónoma de Bucaramanga

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