El Cañón del Chicamocha es rico en flora y fauna; colibríes, mariposas y aves de presa conforman el paisaje. En su clima semidesértico de 25 y 30 grados centígrados se desarrolla una amplia vegetación, con especies como las cactáceas y las ceibas. Los que se desplazan por tierra o aire tienen la posibilidad de ver de cerca las montañas, además de la extensión del río Chicamocha que confluye con los ríos Fonce y Suárez.
Las 108 mil hectáreas y los 2 mil metros de profundidad del cañón, son el resultado de los movimientos tectónicos que ha hecho la tierra, y que se reflejan en la constante actividad sísmica que caracteriza a Santander.
En 2011 se presentó al Cañón del Chicamocha dentro de la lista tentativa de bienes a ser declarados Patrimonio Cultural ante La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Después de cuatro años de trabajo, la investigación continúa entre quienes desean que este lugar sea un atractivo de talla internacional y por ende se preserve su biodiversidad.
Primera fase concluida
El proyecto fue dividido en dos etapas debido a la complejidad requerida para el estudio del cañón. La primera fase, ya concluida, estuvo a cargo de un grupo de historiadores, biólogos y antropólogos de universidades de Santander, entre ellas, la Autónoma de Bucaramanga (Unab) como socia del proyecto, con un aporte de $ 300 millones junto con el Ministerio de Cultura, que contribuyó con $ 580 millones; lo que permitió suscribir un convenio de asociación para trabajar por la distinción del Cañón del Chicamocha como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
El cañón no es solo la montaña. Son nueve los municipios que comparten terreno con la cuenca hidrográfica del Chicamocha. “A esos municipios se les hizo un estudio y socialización con la colaboración de los expertos, recogiendo información de todo tipo, porque en la segunda fase se va concluir la investigación y a desarrollar propuestas para prever los riesgos que pueda presentar el ecosistema”, aseguró Gloria Clotilde Oviedo Chávez, directora técnica y científica del proyecto.
Al comienzo la solicitud fue rechazada por la Unesco, porque el Parque Nacional del Chicamocha (Panachi) construido a un costado del cañón, dividió una parte del mismo. Por esa razón no se iba a permitir la ejecución del proyecto, ya que los territorios que aspiran a esta distinción deben conservar las características del ecosistema sin alteraciones. Como una solución al inconveniente, se optó por no incluir al parque dentro de la declaratoria.
Desarrollo de la etapa final
Para la segunda fase del proyecto, la Gobernación de Santander será un tercer apoyo en materia económica y cultural. Oscar Alonso Villabona, secretario de Cultura y Turismo del departamento, dijo que “ya se hizo una reunión en todo el corazón del cañón junto con los alcaldes del área de influencia, y se les presento la socialización para que tengan el conocimiento de lo que se desarrolla en el territorio que habitan”. La distinción a la que aspira el Cañón del Chicamocha podría traer a los municipios y a sus habitantes, acceso y apoyos en materia agrícola, educación y turismo.
Dentro de las tareas de los investigadores en la etapa que continúa, está el estudio y análisis de la posible contaminación del suelo y la evolución de los organismos del terreno en el tiempo.

El geólogo de la Universidad Industrial de Santander (UIS), William Mantilla Ortiz, contó a Periódico 15 que su participación en el proyecto será detallar, identificar y describir los procesos del interior de la tierra, ya que estos han variado desde el periodo precámbrico (caracterizado por la actividad volcánica) a la actualidad. “Desde luego, hay fósiles en diferentes unidades; vamos hacer recorridos a detalle, para identificarlos y adentrarnos en el cañón descubriendo depósitos minerales y procesos de erosión que son intensos debido a la geografía y a las condiciones climáticas y tectónicas del sector”, añadió Mantilla Ortiz.
Abril de 2018 es la fecha acordada para la entrega del informe final “la Unesco hará los ajustes que considere necesarios en un periodo de tres meses y, en septiembre de ese año llegarán los expertos en las distintas áreas para constatar y validar la información plasmada en el documento final”, concluyó Oviedo Chávez.
En noviembre de 2019 habrá un veredicto final y, se conocerá si el Cañón del Chicamocha cumple con los requisitos de la Unesco para ser declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Por María Alejandra Villamizar Sarmiento
mvillamizar543@unab.edu.co