Carta de navegación para un amor más libre y feminista

Cerca a tu casa, una mujer supera una “tusa”, que la dejó rota y seca de tantas lágrimas, por un machito que la dejó en visto y quién sabe qué más le pudo hacer. 1 de cada 3 mujeres en el mundo han sido maltratadas, golpeadas o violentadas sexualmente por sus parejas. Y ¡NO! no es porque nos guste mamarla y sufrir por amor. Es que poder chasquear los dedos, aceptar y renunciar a una relación es un privilegio. Pero intentemos navegar en el amor.

Por María Camila Ladino / mladino202@unab.edu.co

Amar es tan real e inevitable como morir. Y sí, el amor existe, así como chillar por un cabrón. Cuántas no hemos tenido un ataque de ansiedad al pensar que la vida se nos va, mientras se nos salen los mocos de tanto gramar. O nos cantaron a todo pulmón “amiga deja solo a ese payaso”, mientras nos zampábamos un shot de guaro por el “tóxico”. De esto trata el libro Dejaré en visto tu dejada en visto de Mariángela Urbina.

Leerla fue como tener una nueva hermana mayor. Te aconseja desde su experiencia, mientras te tira un chismecito sobre sus historias de amor, para enseñarte que no es tu culpa que esa relación no funcionó. Urbina nos entrega más que una guía para el amor. Nos da un refugio. Sus letras crean un espacio donde muchas podemos ser comprendidas y escuchadas.

Ahora, claro que es un libro de feminismo blanco, escrito para mujeres como yo, citadinas, universitarias, con un estrato económico aceptable. ¡Qué importante sería también leer y comprender los dolores que el amor produce en mujeres empobrecidas, campesinas, indígenas, desplazadas, guerrilleras!

Pero bueno, Mariángela habla desde su experiencia de mujer cucuteña, de opiniones fuertes, mordaces y jocosas. Es feminista. Fundadora de Las Igualadas, uno de los primeros espacios de periodismo de género en un medio tradicional colombiano, y quiere hacer ver que amor no es antónimo de feminismo. Por el contrario, es sinónimo de amores más libres, donde cada uno es valorado por quien es, sin normas de género preestablecidas.

¿Cómo romper esa relación de poder que atraviesa el amor? Este libro es un testimonio de la bendición de ser un Ken y la maldición de ser vistas como Barbies frágiles y descartables. El lío es que, como dice Urbina, “los hombres son ese niño que siempre han tenido el control de un peluche y ahora no quieren compartirlo con las mujeres”. El mundo no es una casa de juegos, y nosotras no somos muñecas.

Este texto aborda el patriarcado y el amor, mientras evangeliza de la Bichota. Hace ver lo chimba que hay detrás de un corazón roto y el poder de soltar, porque eso quiere decir que vimos las red flags. Y es una invitación a confiar en el corazón del otro pues enamorarse no debería ser una excepción, sino una regla.

No hay una fórmula exacta para que una relación funcione. Es un sentimiento, no matemáticas. Mariángela no asegura vínculos más sanos y efectivos, pero sí nos propone comprender qué estamos haciendo en una relación, sobre todo retando esas ideas de lo es amar y ser amade. ¡NO! El amor no todo lo puede ni lo aguanta. Aunque, como está igualada dice, “resulta problemático que las mujeres habitamos un mundo en que seamos víctimas del amor y los hombres victimarios”, este libro no señala culpables. Al contrario, rompe las barreras que evitan enamorarse.

Si llegó hasta aquí y cree que este libro es solo para viejas, se equivoca. Este texto, busca que mujeres junto a hombres construyamos con libertad y responsabilidad relaciones más sanas. Claro, aceptando que a veces hay que dejar de insistir y dejar en visto su dejada en visto.

Universidad Autónoma de Bucaramanga