El Sistema Integrado de Transporte Masivo Metrolínea (Sitm) es usado a diario por alrededor de 110.000 personas. Según Pedro José Salazar García, director de Planeación del Sitm, “en Metrolínea la gente va medianamente segura”. Por una parte en asuntos de seguridad y delitos cometidos dentro del sistema, es el hurto en modalidad de cosquilleo el que más se presenta, por otro lado las faltas más comunes en contra del sistema están relacionados a la ruptura de vidrios y destrucción de panorámicos a los buses.
Desde el 1de enero la Policía Nacional ha realizado 53 capturas, tres de ellas por daño en bien ajeno y 50 por hurto, violencia contra servidor público, injuria por vía de hecho y lesiones personales. El objeto personal más robado es el teléfono celular y el momento preferido por los delincuentes se da cuando los usuarios esperan subir a los articulados. La teniente Claudia Hernández Puentes, comandante del Servicio de Policía Metrolínea, indica que a las cinco de la tarde se incrementa la actividad delincuencial.

El ataque a los diferentes tipos de buses, ya sean articulados, padrones o alimentadores, desde la llegada del Sitm ha sido un hecho recurrente, es así como en el barrio El Molino y en Cabecera del Llano de Piedecuesta se reportan regularmente estos casos, sin embargo, el vandalismo a los vidrios de las diferentes estaciones es un tema que antes no se presentaba. Sandra Milena Galvis Ayala, profesional universitaria del Centro de Control del Sitm, expresa que las pérdidas materiales son asumidas por la aseguradora y estas se calculan en un aproximado de 50 millones de pesos.
Por medio de los boletines de la Policía Nacional en el 2017 se han registrado nueve incidentes, los cuales dejan un total de 33 vidrios rotos. El último caso se registró el pasado domingo 23 de julio en las estaciones de Campo Alegre y La Españolita. Los meses con mayor número de hechos inscritos son enero y marzo. Para quienes suministren información de los presuntos delincuentes, la Policía Nacional ofrece una recompensa de hasta cinco millones de pesos.
La séptima edición de la Encuesta de Percepción Ciudadana 2016 Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos revela que el 16% de los ciudadanos del Área Metropolitana de Bucaramanga (AMB) hace uso de Metrolínea, donde un 31% de los usuarios se sienten satisfechos con el servicio y un 33% de ellos se declaran insatisfechos. Cristhian Capacho Bateca, cliente no regular del sistema y víctima de robo dentro de un bus, afirma que la seguridad “no es suficiente”.
Infractores
Quienes hurtan son también usuarios del Sitm, estos infractores conocen el sistema, conocen las rutas, saben cuáles son las horas de más demanda y para no levantar sospecha, como todo usuario, hacen uso de su tarjeta. Con un solo pasaje cualquier usuario se puede movilizar durante todo el tiempo de servicio en zonas pagas. Dentro de la normatividad de Metrolínea lo anterior no se estipula como una conducta irregular, a pesar de ello y con el fin de prevenir riesgos se realiza un seguimiento al sospechoso. El ingeniero Salazar García evidencia que “tenemos ese problema con los venezolanos y con algunos vendedores informales”.

Acompañamiento policial
El apoyo de la Policía Nacional al servicio de transporte masivo en Bucaramanga es permanente sin importar si existe o no un convenio entre las partes. Actualmente se cuenta con un cuerpo policial conformado por 54 auxiliares y 23 profesionales de Policía, para un total de 77 uniformados. Estos se encuentran distribuidos en 19 de las 30 estaciones que integran Metrolínea. Su presencia y cantidad obedece a la necesidad y tamaño de la estación, es así como las estaciones de Quebradaseca, Provenza, Cañaveral y La Temprana de Piedecuesta poseen tres uniformados. Una sola motocicleta proporciona un servicio de patrullaje las 24 horas del día. Un suboficial y un patrullero realizan el recorrido desde la estación UIS hasta La Temprana. Esta asistencia se creó debido a los casos de vandalismo contra el sistema.
En las zonas de alimentadores no hay servicio de Policía y cualquier caso que se presente allí es asunto de la Policía del cuadrante. Dificultades a pesar de la presencia de un Centro de Control, en el cual se monitorea y vigila gracias a un sistema de televisión cerrado que permite observar en línea las estaciones centrales, Metrolínea no cuenta con un sistema de cámaras externas, asimismo tampoco existen cámaras dentro de los buses. Por ello se hace complejo la identificación de los delincuentes respecto al rompimiento de vidrios. Ante eso Salazar García expresa que evalúa la posibilidad de la instalación de cámaras para contribuir a prevenir incidentes.
Botón de pánico
En cualquiera de los 237 buses o articulados que hacen parte del parque automotor de Metrolínea existe un botón de pánico. Quienes poseen acceso a estos son los conductores, a la vez, se cuenta con un sistema de comunicación por radio que contacta directamente al Centro de Control.
Por María Kamila Delgado Sosa
mdelgado39@unab.edu.co