El cáncer de cuello uterino es un tipo de cáncer que se produce en las células de esa parte del útero y que se conecta con la vagina. En la mayoría de los casos, lo ocasiona el virus del papiloma humano (VPH), que se transmite principalmente por contacto sexual y un gran porcentaje de las personas se infectan poco después de iniciar su actividad sexual. Es por eso que, los médicos recomiendan vacunarse contra este virus, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 90 % de las personas logra eliminar la infección.
Según la OMS, el cáncer de cuello uterino es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, con una incidencia estimada de 604.000 nuevos casos y 342.000 muertes, en 2020. De estas muertes más del 90 % tuvieron lugar en los países de ingresos bajos y medianos.
Esta es una enfermedad frecuente. En Colombia es la tercera enfermedad maligna que más afecta a las mujeres y en muchos de los casos afecta a la población joven, pues según cifras del Ministerio de Salud, es la primera causa de muerte por cáncer entre mujeres de 30 a 59 años. Cada día 12 colombianas son diagnosticadas con esta enfermedad y según la Liga contra el Cáncer, anualmente 4.742 casos nuevos y 2.490 muertes; lo que quiere decir que más de la mitad de las mujeres diagnosticadas fallecen.
Es por eso que el aborto no produce cancer de cuello uterino; alrededor del 90 % de esta enfermedad es producida por el VPH y el porcentaje restante lo producen factores como fumar, llevar una dieta inadecuada y tener defensas bajas.
Según la gineco obstetra de la Universidad Industrial de Santander, Diana Carolina Bohórquez Camargo, “no tiene nada que ver. El cáncer de cuello uterino es principalmente generado por una infección de los tipos oncogénicos del VPH y un aborto no tendria por que ser un factor de riesgo para tener cancer de cuello uterino. Todo lo que implique riesgo de infecciones de transmisión sexual sí van a generar un riesgo puesto que esa es la forma de contagio”, asegura la especialista.
Para prevenir esta enfermedad, las autoridades recomiendan aplicarse el esquema de vacunación con sus tres dosis, a partir de los nueve años en adelante. De igual forma, realizarse la citología periódicamente para que así se pueda prevenir cerca del 70 % de los casos de este tipo de cáncer.
El aborto ya sea espontáneo o provocado es un evento traumático que afecta a cada mujer de manera diferente, pero en algunos casos puede provocar dolor, ansiedad, depresión, inseguridad, autoestima devaluada e insomnio, entre otros.
Estos síntomas no son de la misma intensidad en las mujeres que pasan por el procedimiento. Según la Universidad Panamericana, el 19 % de las mujeres que abortan sufren del síndrome posaborto. Así mismo, la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), afirma que entre el 30 y el 50 % de las mujeres experimentan ansiedad y entre el 10 y el 15 % depresión, que generalmente dura hasta cuatro meses.
Una mujer puede identificar que tiene depresión posaborto o solo tiene tristeza por la pérdida. La psicóloga Karine Castillo Romero afirma que existe una diferencia entre la tristeza y la depresión, puesto que no son lo mismo. La diferencia más importante es el tiempo.
“Mientras la tristeza es pasajera y dura horas o días, la depresión dura semanas o meses. En la depresión los síntomas son mucho más extensos y no hay una causa clara; en la tristeza sí hay un motivo claro. Otra gran diferencia es que la persona que tiene depresión no vive, esa persona sobrevive, es decir, siente que ya no puede más, que la vida en general es sufrimiento, no hay algo de lo que se pueda agarrar que le genere motivación ”, explica Castillo.
Frustración, tristeza profunda, sentirse inutil, irritable, perder el interés por las actividades que hacía normalmente y extremo cansancio son algunos de los síntomas que puede llegar a presentar una persona cuando está en depresión. Esta sintomatología debe estar presente al menos dos semanas en la persona, es por eso que es recomendable que la depresión sea diagnosticada por un profesional y así se pueda tratar con terapia o en algunos casos con medicamentos.
La infertilidad es una enfermedad del sistema reproductivo masculino o femenino que consistente en la imposibilidad de concebir un embarazo después de 12 meses o más de relaciones sexuales habituales sin protección.
Esta condición puede depender de factores masculinos, femeninos, una combinación de los mismos o puede no saberse. También del estilo de vida que lleve la persona: factores como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y la exposición a los contaminantes ambientales son algunos asociados a esta.
En el mundo, de acuerdo con la OMS, entre 48 millones de parejas y 186 millones de personas tienen infertilidad. En Colombia, según la última Encuesta Nacional de Demografía en Salud (ENDS) realizada en el año 2015, el 12,1 % de las mujeres de 15 a 49 años que desean uno o más hijos o hijas han tenido problemas de fertilidad. La mayoría de estos casos se concentran en el grupo de mujeres de 40 a 44 años con el 25.4 %.
Esta condición solo podría presentarse en mujeres que se practiquen un aborto en lugares clandestinos y sin la supervisión médica correcta y necesaria. La doctora Bohórquez afirma que cuando se habla de un aborto espontáneo por alguna alteración de tipo cromosómico o porque simplemente se produjo la pérdida y la paciente no requiere de ningún procedimiento adicional, “no habrá ninguna complicación. Cuando se realiza un procedimiento quirúrgico el riesgo es mínimo y realmente no tendría por qué ocasionar infertilidad”.
Además, como lo explica Bohórquez, es diferente cuando se realizan abortos en casa o no en centros médicos: “El problema es que terminen en un aborto séptico y algunas veces esos terminan en una histerectomía o incluso en la muerte del paciente”.
Un aborto séptico es una infección intrauterina grave durante o poco después de un aborto; es por eso que es recomendado tener la asesoría de un médico.
Son ocho países de América Latina donde el aborto está despenalizado: Argentina, Colombia, México, Uruguay, Cuba, Guyana, Guyana Francesa y Puerto Rico.
Anteriormente en Colombia, una mujer podía acceder a un aborto si cumplía una de las tres causales expuestas en la Sentencia C-355 de 2006. En febrero de 2022, la Corte Constitucional profirió la sentencia de la Corte Constitucional en la que se expresa que es posible practicarse un aborto antes de la semana 24 de gestación y después de pasado ese límite de tiempo, se acogerá a la sentencia de 2006.
El abogado penalista Jaime Alberto Villa Osorio explica que “lo que busca la Corte es márgenes de protección para la dignidad y los derechos de las mujeres gestantes y para que a su vez protejan el bien jurídico a la vida en gestación sin afectar garantías. Lo que viene en relación al aborto es que el Gobierno formule e implemente una política pública”.
En los países donde el aborto está más restringido solo 1 de cada 4 de estos procedimientos es seguro, en comparación con casi 9 de cada 10 en los países donde este es ampliamente legal, afirma la OMS. Y en Colombia se presentaban 398.000 abortos clandestinos cada año, y lo que despenalización busca es prevenir las muertes por abortos en el país para así no hacer parte de los 25 millones de abortos no seguros que se producen actualmente cada año en el mundo.
En el momento de practicarse un aborto en casa por medio de pastillas es recomendado asistir al médico. La doctora Bohórquez recomienda que a la paciente que acuda una vez empiece a tener un sangrado o que aumente el sangrado o el dolor.
“Lo importante es revisar y verificar que se haya expulsado todo y que no hayan quedado restos a nivel del útero porque esos restos pueden ocasionar sangrados, hemorragias o infecciones”, agrega la especialista.
Una vez empiecen a regularse sus ciclos y empiece a ovular, la mujer puede quedar en embarazo nuevamente. Es por eso que debe decidir con qué método quiere planificar después del aborto para así prevenir un futuro embarazo si ese es su deseo.