Por María Gabriela Acevedo G.
macevedo264@unab.edu.co

La cancelación de actividades relacionadas con las artes y el entretenimiento es una realidad que obliga a los artistas, gestores culturales, empresarios e incluso al público en general, a reinventarse y crear nuevas estrategias, y a estos últimos a pensar que la experiencia de ver estrenos de todo tipo se puede hacer desde el confort de la casa, al menos hasta que las medidas adoptadas para controlar la propagación del covid-19 sean levantadas.

Por citar algunos ejemplos, el público se ha conectado con nuevas experiencias y ha realizado recorridos virtuales por museos nacionales como el del Oro, en Bogotá, y la Casa de la Memoria, en Medellín.

Desde que inició la cuarentena las audiencias han visto conciertos y festivales transmitidos vía streaming de manera gratuita por redes sociales y páginas web. Bandas de rock como Pink Floyd y Metallica han lanzado material inédito o conciertos de vieja data en sus canales de Youtube, y músicos como Lady Gaga y Juanes han realizado conciertos que además de unir a otros cantantes también ha permitido mostrar el trabajo de orquestas sinfónicas.

Pero, ¿qué ocurre en el ámbito local? ¿Están los empresarios de Bucaramanga y Santander, así como los artistas, listos para dar este paso? Y si la cuarentena no termina pronto, y una de las principales medidas de control de este coronavirus es el distanciamiento social, ¿qué se debe hacer para mantener los escenarios?

Incertidumbre y creatividad

Los djs han encontrado como alternativa ofrecer sus espectáculos vía plataformas streaming, e incluso, los de
trayectoria cobran el acceso a dichos espacios. / FOTO TOMADA DE INTERNET

No a todos les funcionan estas prácticas, asegura Samuel Suárez, dj y cofundador de Municipal – Música viva, uno de los espacios promotores de cultura y de música independiente
en Bucaramanga.

Para los cantantes, bandas u orquestas independientes ha sido un cambio, “la afectación es brutal, para muchos músicos es imposible poder monetizar en estos momentos, al igual que nosotros los disc jockey que vivimos de los espectáculos en vivo”, dice Suárez. “Es necesario que esos recursos lleguen a los artistas y demás para que de esta manera se puedan mantener vivas las propuestas artísticas de calidad”, añade.

Por medio de plataformas como YouTube se vienen implementando conciertos virtuales en donde cada persona compra su entrada y de esta manera logran recaudar dinero, este modelo es utilizado con mayor frecuencia por djs de talla mundial. Vic Peña, director y fundador de la
agrupación Altibajo Latín Son, afirma que es entendible la situación que se está viviendo; sin embargo, reconoce que esto debilita a la música independiente como muestra cultural. “La
industria del espectáculo y en general la cultura se encuentra muy frágil en estos escenarios y no se puede compartir el arte más allá de las redes sociales y de una pantalla, además sabíamos que estos medios eran importantes, pero no nos imaginamos que íbamos a depender de ellos”, comenta.

El grupo local Altibajo Latin Son trabaja en fortalecer los lazos con su público durante la cuarentena a partir de la creación de tutoriales y clases en las que enseñan a tocar instrumentos y algunas de sus canciones. Los interesados las pueden encontrar en el canal de YouTube de la agrupación. / FOTO TOMADA DE INTERNET

Desde su experiencia, la agrupación ha venido desarrollando distintas formas de contacto con su público: han realizado videos en vivo por Instagram interactuando con la audiencia y tocando. También han creado una nueva sección en su canal de Youtube que consiste en hacer tutoriales en los que enseñan a tocar algunas de sus canciones con cada instrumento. “Las regalías que se ganan por estos medios no son tan grandes a menos de que seas un artista internacional, por lo tanto, la mayoría de nuestro ingreso dependía de los toques en vivo que se daban”, menciona el cantante.

¿Y el teatro?

El teatro se caracteriza por crear un vínculo con el espectador y esto ha sido un reto para los artistas, gestores culturales y empresarios que viven de este arte. El Circo del Sol es uno de los primeros en empezar a dar espectáculos en linea, al igual el Teatro Mayor ‘Julio Mario Santo Domingo’, en Bogotá, ha creado la oferta en teatro digital y la teatropedia en donde todos los jueves hay una nueva función. En el ámbito local, el Teatro Santander ha venido mostrando óperas de distintos países por medio de las redes sociales.

Lizardo ‘Chalo’ Flórez Medina, maestro en Artes Escénicas y director de la Corporación Teatro PFU en Color de Bucaramanga, aclara que el panorama del teatro en confinamiento se convierte en una contradicción, porque el teatro se da en vivo, en comunidad, y al estar confinado requiere de alternativas de comunicación. “Ya hay grupos teatrales proponiendo escenificaciones vía Zoom convocando a espectadores virtuales y cobrando el valor de la entrada a esa meta- realidad teatralizada”, expresa Flórez.

En Bucaramanga, el teatro y diversos eventos culturales han sido financiados por empresas privadas, pero existe una excepción y es el Teatro Santander que se mantiene con recursos públicos y es por eso que este tiene la mayor responsabilidad en brindar a la gente un nuevo espacio cultural durante el aislamiento.

“El reto que afrontamos en esta situación de pandemia no solo en Bucaramanga sino en Colombia, es que una parte las instituciones públicas encargadas del arte y la cultura subvencionen una agenda creativa, y por otro lado, las instituciones privadas vean en estas iniciativas un apoyo para contribuir al sano esparcimiento de cultura a una población confinada, que lo necesita también”, expresa Flórez.

Festival Abrapalabra organizado por Corfescu. Dicha corporación administra el teatro que lleva este mismo nombre y es reconocida en la escena artística local y nacional por presentar obras teatrales, stand-up comedy y festivales de narración oral. Para su directora, Sandra Barrera, una de las alternativas es que las administraciones locales, departamentales o el Gobierno, paguen su mantenimiento mientras los empresarios buscan patrocinio y desarrollan
propuestas. / FOTO TOMADA DE INTERNET

El sector teatral colombiano no es ajeno a los acontecimientos sociales, políticos y económicos del país, añade este director de teatro; es por esto que está reflejado en gran parte de la producción artística local. “De aquí saldrán nuevas dramaturgias, nuevas miradas, nuevos análisis, nuevas obras, nuevas perspectivas de la manera de hacer, de ver el teatro, porque el teatro siempre ha estado en crisis y siempre ha sabido superarlas, claramente esta vez no será la excepción a pesar de las complicaciones, saldrá fortalecido”, dice.

Los escenarios artísticos

Para empresarios como Sandra Barrera, el futuro es desalentador, ya que muchos están intentando solventar esta crisis al intentar sacar créditos, pero es difícil al ser catalogados como empresas de alto riesgo. Además, el presidente Iván Duque Márquez dio a conocer una
noticia que dejó mayor preocupación: hasta el año 2021 se podrán realizar eventos masivos y estos se harán de manera paulatina.

La directora del Teatro Corfescu cuenta cómo esta situación afecta notoriamente al sector: “Los teatros cerrados, la imposibilidad de reunirse a producir o circular los espectáculos, las necesidades apremiantes de un sector que jamás ha sido prioritario para nuestra sociedad hacen que el panorama no sea muy esperanzador”, relata Barrera.

Desde Corfescu se han cancelado las actividades y espectáculos que se tenían programados y a raíz de esta situación y se están buscando estrategias para conectar con el público. “Quienes hemos dedicado nuestra vida al arte, la cultura y el mundo del espectáculo apostamos nuestra vida y patrimonios a estos proyectos con más sentido de altruismo que otra cosa, siempre esperamos que nuestra labor hiciera el mundo mejor”, aclara Barrera.

Se espera que las secretarías de Cultura y Turismo del ámbito local y departamental, así como el Ministerio de Cultura se manifiesten con alternativas como estímulos, formación y diversos incentivos para que se logre hacer un tránsito al cambio, de la mano de la transformación en formatos y propuestas.

Universidad Autónoma de Bucaramanga