Al subir al cuarto piso de la Plaza de Mercado Central de Bucaramanga, se encuentran 11 locales que ofertan variedad de productos esotéricos y plantas medicinales, cuya venta es tradición. Luz Estela Jaimes Méndez es una de las vendedoras del lugar, que según cuenta, desde hace 15 años se dedica a esta actividad heredada de sus padres. “Ellos practicaban el  tarotismo (un juego de cartas, donde se  intuye el futuro) y la metafísica (enseñanza mágica, que resuelve dificultades), lo que influyó mi interés por las magia ocultas”, cuenta esta mujer.

“Cuando empecé a trabajar solo vendía perfumes y aceites, pero aquí todo lo que nos rodea es brujería, y me tiraron a matar. No tuve más de otra, me tocó hacer lo mismo y defenderme”. Así narra Luz Estela cómo se ha desenvuelto en el mundo de la brujería, como suelen llamarlo coloquialmente. Sin embargo, su propósito es hacer el bien, y no perjudicar a nadie con la “magia maldita” (magia negra).

Y es que en el  esoterismo y la brujería el color en la magia es importante, porque no solo influenciará superficialmente a los demás sino que existe una vibración que se transmite a través del matiz tanto en rituales mágicos, como en velas, ropas y lugares donde se practica.

Además de la magia negra, prácticas malignas que se adelantan para hacer el mal a una persona, existen seis tipos más: La blanca, que es todo lo contrario a la negra y que se utiliza para hacer el bien; la rosada, que es un encantamiento puro, manipulada para atraer el amor; la roja, cuyo efecto es similar al de la negra, que busca desestabilizar física y emocionalmente a las personas; la morada, que despierta el sentimiento devocional hacia los santos y maestros, y que se usa para atrapar la atención del discípulo, y la gris, que representa la humildad del discípulo. Todas tienen significados diferentes, pero con un mismo propósito, el cual es, según Luz Estela, cambiar lo que ya está escrito.

“Me metí en la brujería, pero practico es la magia blanca. Con la negra no me meto, por eso brindo mi ayuda a las personas, para que tengan prosperidad y amor”, asegura la vendedoras, quien además resala que el significado de la magia es lo que menos importa y que lo fundamental es la solución de los problemas, obteniendo los  resultados deseados.

“Solo hago el bien. A los que me piden que haga algo malo, les digo que no, que es respeto por mi Dios”, comenta la vendedora de la Plaza de Mercado Central.

La mayoría de clientes que la visitan por primera vez, lo hacen con temor, y “lo piensan más de dos veces”, pero “todos llegan con la necesidad de querer  prosperar en el trabajo y en el amor, pidiendo algún producto que les ayude a resolver su problema”, asevera Jaimes Méndez.

‘Gota de suerte’, ‘Lluvia de plata y de oro’, ‘Don Juan del dinero’, ‘Abre caminos’ y ‘Cayaquito morado’ son algunas de las preparaciones que esta mujer prepara y oferta en su local. Cualquier se puede adquirir desde 7 mil pesos en adelante. “Es sencillo,  se le da una veladora al cliente, un aceite esencial y dependiendo de su necesidad, les digo cómo se lo deben untar; les explico el procedimiento y listo”.

Casi siempre, mantener el amor de pareja es la principal consigna que lleva a muchos bumangueses donde Luz Estela, quien les ofrece una solución como el ‘Amarre’, que según explica, retiene al que sea sin que se dé cuenta. “Eso es lo que más se ve, a nadie le gusta que lo dejen, uno hace lo que sea por esa persona que ama”, aclara.

Juan Fernando Muñoz, cliente del lugar, dice que los resultados obtenidos con las fórmulas de Luz Estella son reales: “Desde hace muchos años soy cliente, llegué con una enfermedad y ella con sus manos benditas me sanó. Los resultados son verdaderos, aunque mucha gente no lo crea”.

“Les digo, báñense con este jabón, les va a servir; hay una fragancia que se llama ‘Trabajo y Empleo’, les arreglo todo y se los entrego, después les explico a cuál santo rezar. Lo más importante es que tengan  la lengua brava, cuando prediquen lo hagan con credibilidad, si no, no sirve”.

Los Bumangueses en las épocas de octubre y noviembre llegan a pedir productos que le ayuden a obtener prosperidad, para comenzar bien económicamente el mes de diciembre. / FOTO YAZMÍN Y. MUÑETÓN H.

La fe, la protección de Dios y la medicina

El sacerdote Jorge Santamaría Lizarazo, de la iglesia católica Santamaría de Cañaveral, expresa que hacer estos actos de magias, ya sea, blanca, negra, o de cualquier color, “es desvirtuar la fe. En la fe hay elementos convincentes para vencer el mal, si es que se trata de vencer el mal, no se puede vencer con otro mal, como enseña San Pablo en sus cartas”. Para él, estos rituales son más que dañinos y advierte que la intervención de las magias ocultas en la vida de una persona puede marcar su vida  y la muerte.

“Estos son métodos ocultos, que no dejan en paz la conciencia, hay métodos que pueden ayudar a las personas, sin necesidad de acudir a estos actos, arriesgando a perder su tranquilidad espiritual”, según el párroco de la Santamaría.

La brujería y el esoterismo son prácticas que la iglesia católica rechaza, ya que eso va en contra de sus creencias.

Para Luz Estela  es todo lo contrario; se declara de creencias religiosas, y cada vez que practica algún ritual, le reza a todos los santos y se protege para no salir perjudicada. “Uno tiene que pedirle un permiso a mi Dios todo poderoso y una protección para trabajar por vías espirituales y terrenales, y ahí sí llamar a todos los espíritus a los que le quieran ayudar;  a la Santísima Trinidad bendita, a la Virgen Inmaculada, a San Cipriano Bendito, a san Miguel Arcángel a la corte celestial, corte angelical, corte médica, porque también hago liberación de salud.  A Jesús a María, que todo lo puede y todo lo vence y de ahí se reza el padre nuestro y ya, eso, entonces hay que invocarlos y pedir permiso”, dice la vendedoras.

Con escapularios, manillas rezadas, figuras que hacen alusión a la Virgen María y a varios santos, dice protegerse y trabajar para el bien: “La gente me pregunta por qué traigo eso si eso es malo, y yo les digo que ustedes creen que trabajo con el diablo y no, trabajo con mi Dios; entonces, todo es bendito, todo eso está arreglado para trabajar”.

Pero la magia no es solo para hacer realidad milagros o alcanzar el amor. También es practicada para aliviar enfermedades. Sin embargo, Carlos Mancera Galindo, médico del Instituto de Salud de Bucaramanga (Isabú), comenta que no cree en estos actos y que para esto existe la medicina.

“No creo en eso, nunca he visto a alguien que llegue con un brazo partido y que se haya curado con rezos o aceites”, comenta el galeno, quien resalta que, mientras no haya pruebas contundentes que afirmen la existencia de  una magia, seguirán pensando todo lo contrario.

 ¿Un mercado sostenible?

En busca de una ayuda extra, las personas optan por buscar a Alberto Gutiérrez Pinto, quien es comerciante y dueño de la perfumería esotérica ‘Las tres potencias’.  Lleva 44 años vendiendo en la Plaza de Mercado Central, y como él lo dice, “atendiendo a las personas de la mejor manera para que vuelvan”.

Este hombre se caracteriza por su espontaneidad y lealtad con sus clientes. Según dice, no tendría sentido trabajar en esto del esoterismo si no diera resultados. Orgulloso de su profesión dice tener la solución a todo.

Sus procedimientos son similares a cualquier ritual esotérico, pero comenta tener algo en particular: “Los resultados conmigo son verdaderos, siempre y cuando la persona tenga fe y crea en esto, si la persona no cree en esto no le va a funcionar, esta es la clave para que el trabajo sea exitoso, creérselo”.

Asegura haber cumplido a sus clientes, desde lo económico hasta lo sentimental, y cada vez que necesitan algo no dudan en buscarlo, por su experiencia en este mundo de las magias ocultas. “Si usted está desempleada, si la dejó el novio, si quiere vender una moto, si necesita viajar, entre otras, aquí se le tiene la solución”. Y añade que las personas llegan pidiendo la salvación a sus problemas, esperando que les cumpla cada uno de ellos.

Además de trabajar en la Plaza como esoterista, Alberto es padre de seis hijos, quienes han salido adelante gracias a su labor. “Mis hijos se sienten orgullosos de mí, a ellos no les da pena lo que yo hago, porque han salido adelante, todos son profesionales”.

El negocio no les da a muchos para vivir dignamente e incluso, para sostener una familia tan grande como la de él; sin embargo, a este hombre le ha ofrecido más de lo que imaginó. Por sus años y reconocimiento en la Plaza ha sido el favorito de los que requieren este tipo de productos y servicios; como algunos aseguran, lo recomiendan a “ojos cerrados”. Pedro Julián Martínez ha sido su más fiel cliente, él ha obtenido resultados milagrosos, su hermana, quien se encontraba enferma de una llaga, según él, fue sanada por Alberto Gutiérrez. “Él no es brujo, pero es muy aceptado, él tiene el carisma, el conocimiento, el entendimiento, es un hombre muy sabio”. Así lo refiere Pedro Martínez.

Alberto ha tenido la suerte de vivir del esoterismo, ya que en este negocio no es rentable para cumplir todas las necesidades que una persona requiere. Su gran motivación es su familia, quienes lo han apoyado en este proceso, que para él, no ha sido fácil: “Al principio las cosas eran muy complicadas, aquí hay mucha competencia, y gente que me juzga, pero mi familia hizo que me levantara y siguiera en esto”. Su éxito en el negocio va de la mano de su familia y de Dios, su principal meta es seguir aumentando sus clientes y mostrarles la solución a sus problemas.

Para los creyentes religiosos es una falta de respeto que hagan alusión a los Santos y a la Virgen con los rituales de esoterismo y brujería. / FOTO YAZMÍN Y. MUÑETÓN H.

 ¿Esoterismo o brujería?

Para  los que lo desconocen qué es el esoterismo y la brujería, cabe recordar que el primero es un conjunto de conocimientos ocultos a los sentidos e impenetrable para la mente, y el segundo, hace referencia a las prácticas mágicas y supersticiosas.

Se dice que el esoterismo es un don que Dios le da a una minoría, para ayudar a quién lo necesite haciendo el bien, y la brujería son actos que se construyen por el ser humano, ya sea para hacer el bien o el mal. Sin embargo, los une la magia; por tanto, el uso de ella depende de quién la  practique.

En el mercado esotérico no sólo venden perfumes, jabones, lociones,  también a su alrededor hay tabaco y hierbas  (que son muy utilizados por los brujos) pero no todos los que lo venden dicen ser brujos,  prefieren que los llamen ‘magos’ ya que brujos es un nombre  alusivo al diablo,  y ellos dicen no trabajar para él, sino para los ángeles. “Las personas dicen que esto es brujería, pero no es así, si usted ve, esto es como una droguería, nosotros curamos las personas”, asegura Alberto Gutiérrez.

También se evidencia que en el mercado esotérico  hay más de un impostor que dice resolver los problemas de los necesitados. Luz Estela, trabajando tantos años en la Plaza ha sido  testigo de cuánto les han robado a las personas prometiéndoles una solución: “He conocido muchos que se hacen pasar por brujos y prometen curar a alguien cobrándole mucho dinero y no pasa nada, uno que sí les da la solución les cobra menos”. Por eso, ella dice que cada vez su trabajo es desmeritado por las personas.

 

Por Yazmín Yulieth Muñetón Hernández*

ymuneton@unab.edu.co

*Estudiante de quinto semestre del curso Textos Especializados del programa de Comunicación Social de la Unab.

Universidad Autónoma de Bucaramanga

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