El viernes 25 de agosto en el municipio San Gil, conocido como la capital turística de Santander, ocurrió un un accidente en el que se vio involucrado un turista que realizaba bungee jumping. Al momento de hacer el salto desde 70 metros de altura, la cuerda elástica que es utilizada para este tipo de actividad se rompió, activándose la línea de seguridad, que es una cuerda de respaldo, la cual sirvió para amortiguar la caída (como puede observarse en el vídeo) y evitó una tragedia.  

Colombia Jumping, empresa a cargo cuando se presentó este incidente y en cabeza de su instructor Juan Carlos Hernández Chaparro, habló para los medios de comunicación sobre el episodio y explicó que estas actividades de aventura se hicieron para “uno divertirse, para pasarla bien, obvio, como toda actividad de aventura tiene su riesgo, por eso se llama deporte de aventura o deporte extremo”. Además, explicó que en San Gil sí se maneja seguridad para las personas que lo practican y que los equipos tienen garantía.

En el bungee jumping se utilizan cuerdas específicas, más elásticas que las normales, hechas casi de “caucho”, también se emplean  mosquetones, puntos de anclajes y arneses. Malven Silva, comerciante de artículos para deportes de aventura, afirma que “los deportes de aventura tienen un riesgo inherente y los equipos deben ser muy específicos, supervisados y de muy buena calidad”.

Turismo, seguridad y economía

En el Foro Internacional de Innovación Turística (FIT), realizado el 14 y 15 de septiembre en San Gil, Periódico 15 entrevistó a la directora del Instituto de Cultura y Turismo de San Gil, además habló con las distintas empresas de turismo, las cuales se pronunciaron ante el percance del bungee jumping y explicaron qué medidas debe tener el viajante antes de realizar cualquier deporte extremo.

Según Alejandra Vesga, administradora de Exploración Colombia Guides, los deportes de aventura en Colombia tienen una norma técnica en general que les exige ciertas pautas o requisitos en salud y los usuarios son parte fundamental para que cada empresa sepa si una persona puede o no practicar el deporte. “Por ejemplo, el estado de embarazo a veces es muy difícil de detectar cuando el tiempo de gestación es muy bajo, entonces lo que tenemos que hacer es confiar en el usuario. Hay cosas que son imposibles de comprobar”, afirmó.

Sergio Mauricio Páramo, trabajador de Páramo destino turístico, afirma que las personas desde que se levantan corren riesgos y que es muy difícil responder que al cliente no le pasara nada, cuando este está realizando un deporte extremo. “ A la mayoría de gente en Colombia, lo que les interesa es que les den un precio más económico, pero no miran que detrás de ese precio no haya un establecimiento responsable y estén cumpliendo con las normas”.

Por su parte, Celmira Pereira Franco, directora del Instituto de Cultura y Turismo de San Gil, Santander, asegura que son las mismas personas las que ayudan a que se de la informalidad, pues siempre buscan economía. “En estos momentos las empresas que no tengan registro nacional de turismo no operan… ha sido una gran ayuda para las autoridades municipales el hecho de que se exija a nivel nacional el registro”.

¿Qué opinan los turistas?

Los turistas también hablaron de los deportes extremos en San Gil y por qué este es uno de los lugares más frecuentados por los extranjeros.

Solene Le Bris, turista francesa afirmó, “la seguridad es importante para mi, aquí me dieron unas instrucciones y también firme un contrato en donde se estipula que todo está bajo mi responsabilidad”.

 

Jogi Nayagam, turista francés, aseguró, “en San Gil me hicieron llenar un formulario muy parecido al que tienen en Francia a la hora de realizar deportes de aventura”.

Por Daniel Felipe Valencia
dvalencia246@unab.edu.co

Johan Sebastián Trujillo
jtrujillo180@unab.edu.co

Andrea Basto
ybasto161@unab.edu.co

Universidad Autónoma de Bucaramanga

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