Después de firmarse el acuerdo entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), comenzó el segundo paso para lograr el cierre del conflicto armado. El pasado 28 de febrero se instaló formalmente la mesa de negociación de paz entre el Ejército de Liberación Nacional (Eln),quien actualmente cuenta con 1.500 militantes, y el gobierno, luego de que en el año 2013 se diera inicio a las conversaciones exploratorias.

Aunque en un principio la tardanza en el inicio de la mesa de diálogo generaba dudas, lo cierto es que el Eln “hace mucho tiempo sabe que la viabilidad de su proyecto armado no tiene ninguna posibilidad de concretarse” y que actualmente “Colombia se encuentra en las mejores condiciones para cerrar el conflicto demás de medio siglo”, según Luis Eduardo Celis Méndez, investigador en temas de paz y conflicto,y asesor en la Corporación Nuevo Arcoíris.

Por su parte, Helwar Hernando Figueroa Salamanca,historiador de la Universidad Nacional, y director de Investigación de Ciencias Humanas de la Universidad Industrial de Santander (UIS), asegura que de no lograrse los acuerdos de paz con esta guerrilla, no solo va a continuar el escenario de guerra que se ha vivido por décadas, sino que de cierta forma este grupo armado va a copar espacio en la geografía del país que las Farc esta dejando, y eso puede hacer que finalmente no se desmovilicen. “Lo grave es que este podría ser el último intento para negociar”. También dice que de no firmar, el Eln puede perder más de lo que gana porque ya no existen dos actores oficiales sino uno y “toda la capacidad de la fuerza del Estado se dirigiría solamente a ellos, lo que haría más fácil combatirlos, pues se perseguirían con mucha más contundencia”, explica Figueroa.

Celis Méndez menciona que una de las razones más fuertes que tiene el gobierno para negociar, es una “imperiosa necesidad económica” porque “se están perdiendo cuantiosos recursos en un economía que necesita expandirse y que no lo puede hacer al ritmo que se requiere por la misma dinámica de la guerra”, concluyó el investigador.

José Aristizábal García, coordinador del Observatorio del Conflicto Armado y el Poscon
flicto, manifestó que otro de los problemas son los temas ambientales pues “según el mapa interactivo global de las injusticias ambientales, Ejatlas, existen 72 conflictos socioambientales en el país, por las industrias extractivas, en especial, por la minería del oro y del carbón afectando a 7,9 millones de personas,principalmente campesinos e indígenas”.

Para Aristizábal García los colombianos deben tomar conciencia sobre la importancia de defender los recursos naturales para lograr un cambio. Además, agrega que bien haría el Eln en anticiparse a las proyecciones que esos cambios y esos conflictos tienen en este continente y todo el mundo. Además, el hecho de acabar con el conflicto armado va a permitir que los problemas estructurales que la guerra oculta salgan a la luz pública porque los actores armados por medio de sus acciones militares han opacado todos los problemas de tipo cultural, social y económico que el país tiene.

Finalmente, Figueroa Salamanca afirmó que “la riqueza y obviamente la pobreza son cada vez más grandes y que por la dinámica de la guerra eso como que a la gente no le interesa. Lo único bueno es que si se llegara a acabar la guerra, los conflictos sociales continuarían pero se harían más evidentes para la sociedad. Además, el país tendría un fortalecimiento en el tejido social y la inclusión social”.

El Eln y sus orígenes en Santander

El grupo armado surge el 4 de julio de 1964 en lo que denominan la primera marcha guerrillera en la región de San Vicente de Chuchurí (Santander).

Después de que el Eln comenzó a consolidarse como un grupo armado en el país, a través de secuestros, asesinatos y atentados como el que se llevó a cabo el 8 de septiembre de 1975 que cobró la vida del general Ramón Arturo Rincón Quiñones, el Gobierno colombiano intentó establecer cuatro mesas de diálogo que nunca se concluyeron.

La primera vez que se asistió a unas conversaciones de paz con el Eln, el grupo armado hacía parte de la ‘Coordinadora Guerrilla Simón Bolívar’, en el gobierno de Virgilio Barco Vargas. Más tarde, en el gobierno de Ernesto Samper Pizano, se creó una relación con el Alto Comisionado para la Paz y los voceros del Eln, Carlos Arturo Velandia, alias ‘Felipe Torres’, y Geraldo Antonio Bermúdez, alias ‘Francisco Galán’, en donde se lograron algunos avances como liberación de niños, y respeto a  misiones médicas. Sin embargo,no se concluyó nada.

La tercera vez fue bajo el mandato del ex presidente Andrés Pastrana Arango, en donde se realizó la reunión de Río Verde, en el Oriente antioqueño, entre miembros de la Comisión Preparatoria de la Convención Nacional y dirigentes del Eln, pero las conversaciones con esta organización no fueron consideradas como prioridad, lo que ocasionó la primera ruptura entre dicha guerrilla y el Alto Comisionado para la Paz.

El cuarto intento fue en la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, en donde se llegó a un “borrador de Acuerdo de base”, el cual definía procedimientos y temas a seguir para formalizar un diálogo exitoso. Sin embargo, después de 26 meses de procesos de acercamiento, el Eln regresó a la confrontación militar golpeado política y militarmente.

Reunión que dio cierre al primer ciclo de conversaciones entre el Eln y el gobierno, llevada a cabo en Quito (Ecuador) el 6 de abril. En la mesa los jefes de los equipos negociadores Juan Camilo Restrepo (Gobierno) e Israel Ramírez Pineda alias “Pablo Beltrán”. / FOTO TOMADA DE VOCES DE COLOMBIA.
Reunión que dio cierre al primer ciclo de conversaciones entre el Eln y el gobierno, llevada a cabo en Quito (Ecuador) el 6 de abril. En la mesa los jefes de los equipos negociadores Juan Camilo restrepo (Gobierno) e Israel Ramírez Pineda alias “Pablo Beltrán”. / FOTO TOMADA DE VOCES DE COLOMBIA.

Negociación en Ecuador

Luego de que el Eln dejara en los últimos 37 años 9.221 víctimas por los delitos de secuestro, asesinato selectivo, masacres y daño a bienes civiles, según los registros del Observatorio del Centro de Memoria Histórica, se instaló la quinta mesa de negociación entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y esta guerrilla.

Desde el 2013 inició la fase exploratoria para generar una agenda, sin embargo, hasta el pasado 28 de febrero se dio inicio a la mesa de diálogo en la hacienda Cashapamba, una propiedad de los jesuitas a unos 30 km de Quito, Ecuador.

Los seis puntos principales que van a discutirse son: La participación de la sociedad, la democracia para la paz, víctimas, transformaciones para la paz, seguridad para la paz y dejación de las armas y las garantías para el ejercicio de la acción política.

El primer ciclo de negociaciones finalizó el 6 de abril. A puerta cerrada ambas delegaciones entre las que figuran como jefes de los equipos negociadores Juan Camilo Restrepo (Gobierno) e Israel Ramírez Pineda, alias “Pablo Beltrán” (Eln), acordaron el plan de desminado humanitario y la aceptación del Derecho Internacional Humanitario por parte de esta guerrilla, entre otros puntos, los cuales se anunciarán oficialmente a mediados de junio.

Por Daniela Cogollo Rodríguez
dcogollo832@unab.edu.co

Universidad Autónoma de Bucaramanga

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