Por: Maicol Ovallos / movallos22@unab.edu.co
El gran cantautor llanero con el que abrimos este texto ha expresado en varias presentaciones y canciones que no hay nada como vivir en estas tierras “tranquilo y despreocupao”, pero déjenme decirles que esto no es de gratis. Se sufrieron muchas situaciones adversas para que esta parte de la Colombia estigmatizada, olvidada y sacrificada, sea hoy uno de los pueblos con gran resiliencia y dignidad. Porque es que ser llanero es cosa seria, aquí les dejo una pequeña estrofa de la canción “Llanero, sí soy llanero” para que se hagan una idea.
Criollito como el mastranto
Dulce como miel de abejas
Y amargo como el barbasco
Puro como un manantial
Recio como sol del marzo.
Los llanos son una región muy extensa. Aproximadamente 376.000 kilómetros cuadrados. Por el lado de Colombia, los Llanos Orientales se sitúan en los departamentos del Casanare, Meta, Arauca y Vichada. Por el lado de Venezuela, compartimos esos territorios ancestrales y ellos los designan de la siguiente manera: Llanos occidentales; conformado por los estados Apure, Barinas y Portuguesa. Llanos centrales; están los estados Guárico y Cojedes y los Llanos orientales; conformados por los estados de Anzoátegui y Monagas.
Herencia arrecha
Bueno ya situados geográficamente, la cultura llanera se ha caracterizado por parir gente autosuficiente y que no depende de nadie. Se siembra, se trabaja y se come. También hay personas, arrechas primo,como los 14 lanceros que guerrearon con Bolívar en la batalla del Pantano de Vargas. El 25 de julio de 1819, el coronel español Francisco Barreiro y sus 3.500 soldados estaban acabando con las tropas de Simón Bolívar. La batalla estaba perdida y el coronel Juan José Rondón le pidió al futuro libertador el permiso para llegar con sus lanceros. “Bolívar no creía que estos llaneros mal vestidos, solo guayucos y unas lanzas, fueran a ser capaces de cruzar el páramo de Pisba, sin embargo, lo cruzaron y llegaron a la población de Socha. Lo cierto es que nunca se construyó el camino de la ruta libertadora, si lo hicieron a pie, bien pudieron construir una vía que genere desarrollo económico, turístico y de infraestructura en Arauca, Casanare, Meta, Cundinamarca y por ende a la Orinoquia en total. 200 años después, aún en el olvido, nos sentimos orgullosos de ser descendientes de los bravos llaneros que le dieron la independencia a nuestro país” asegura el historiador Alberto Gaitán Sepúlveda en Radio Nacional de Colombia. Esto deja ver que la Colombia central es malagradecida de tradición.
La mayoría de los llaneros que estuvieron en esa guerra llegaron malheridos, mutilados, literalmente sin manos para trabajar y pues El Llano entró en decadencia después de haber dado la libertad.

Lo mato o me mata
La llamada Violencia que dominó la historia de Colombia entre los años 1946 a 1958 fue una guerra que tuvo muchos actores políticos, sociales, económicos y religiosos. La masacre bipartidista dejó alrededor de 300.000 mil muertos. Luego de los sucesos del 9 de abril, a causa del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, se desató lo que podemos denominar la degradación humana hecha carne. Es que el señor Mariano Ospina Pérez, con Roberto Urdaneta Arbeláez y Laureano Gómez, querían volver a Colombia un estado conservador a toda costa. No querían ver un liberal, la idea era acabarlos a todos. Los que habitaban el llano toiticos tenían las banderas rojas del liberalismo y por si fuese poco, eran el blanco de los ultraderechistas que gozaban del respaldo del gobierno.
En el oriente colombiano se sabía que los Fonseca mandaban en Cusiana, los Calderón en el río Meta, los Plazas en Tame, los Parra en Cumaral, los Perilla en Páez o los Roa en Chámeza. El nombre de Guadalupe Salcedo se escuchaba en Arauca. Incluso, el de Dumar Aljure, quien abandonó al Ejército Nacional que estaba afiliado a los conservadores para unirse a las guerrillas liberales. Primero, se sumó a un grupo de los hermanos Bautista, después donde los hermanos Fonseca para finalmente juntarse a un grupo dirigido por Guadalupe Salcedo.
Cesar Leonardo Salcedo Abril, sanluiseño, criado en las Costas del río Guanapalo es abogado y descendiente de quien apodaban el “Terror de los Llanos”, “El Centauro de los llanos” y hasta fue el primer mártir de la paz. “Yo tengo contextualizado el tema de Guadalupe, pues porque hay cierta familiaridad según la historia de mi abuelo, él se llamó Joaquin Salcedo y fue su escolta personal. Guadalupe es un llanero completo, ese llanero de a caballo, recio, arrecho para todo, cachilapero. Dicen que el hombre robó ganado en su época. De padre venezolano y la madre era de apellido Unda, era bien criollita, de Orocue. Creció en Tame y fue militar. Cuando empezó la guerra de liberales y conservadores el gobierno que estaba en esa época era conservador y la misión era eliminar a los liberales. Entonces, crearon los chulavitas dice mi abuelo, era la misma Policía. Mandaron todos esos policías al llano y no a controlar, sino a matar a todos los liberales. Al llanero le tocó decidir o morimos o nos defendemos. Entonces apareció Guadalupe y reunió a sus lanzas con los que prestó servició y empezaron a crear grupos. Usted mira las fotos de la entrega de armas que se hizo en Monterrey y eran llaneros con sombrero, descalzos, de pantalón arremangao y una carabina o fusil al hombro. Guadalupe preparó a la gente y dijo ‘bueno si nos quedamos quietos vienen los godos y nos matan a todos’. Se alzó en armas y combatió. Dicen que los conservadores llegaban a una finca liberal y mataban desde el más chico al más grande, les quemaban el rancho y todo. Esa guerra fue muy sangrienta. Yo he leído libros de godos netos y de liberales netos. Usted lee un libro de un godo y habla todo lo malo que hicieron los liberales y lee lo de un liberal y narra todo lo malo que hacían los godos, pero fueron dos bandos extremadamente asesinos. A Guadalupe apenas le dijeron para hacer paz él dijo que sí, porque a él le tocó alzarse en armas. Si Guadalupe Salcedo no se alza en armas y no invita a los llaneros. Yo considero que los conservadores habían acabado con la raza llanera, la habían acabado porque todos los llaneros eran liberales”.
Este largo pasaje, me hizo recordar lo que dice María Alejandra Castillo en su tema “Hasta mi último suspiro”: “el día que abandone el llano, mi lindo llano sería porque me marché de este mundo y para siempre”.

Las guerrillas del llano entregaron sus armas en varias ocasiones, primero en Tauramena el 9 de septiembre de 1953, aquí desfilaron las fuerzas de Eduardo Fonseca con 315 hombres. Después los grupos que estaban a disposición de los hermanos Carlos y Gabriel Roa con 285 militantes. El 12 de septiembre lo hizo el grupo Riqueiro Perdomo con 375 hombres, al día siguiente se entregó Dumar Aljure en Cantaclaro con 280 personas a su cargo. En Cupiagua, los hermanos Calderón acompañados con 250 hombres y para el 15 de septiembre se presentan en Monterrey cerca de 800 llaneros del comando que fue formado por Tulio Bautista.
Un sonsonete pa’ toda la vida
Se sabe del centralismo en nuestro país. Afirman algunos que para que nos escucharán tocaba ir hasta Bogotá, pero eso era casi imposible por los gastos, las malas carreteras y todo lo que eso conlleva. Hay muchas zonas olvidadas o solo se les recuerdan para poder ser saqueadas y después dejar el mierdero. Como buenos pijas que eran nuestros ancestros, se tenían que hacer sentir y lo que se sabe es que todo empezó por el verbo. En el llano se le canta a todo lo que se ve y lo que se hace. El trabajo, los paisajes, las anécdotas, un amorío y hasta la comida son inspiraciones para muchos, por eso hay cantos de vaquería, para ordeñar, para andar a caballo y todo lo que usted se imagine tiene una rima y un sonsonete. Es muy bacana esa conexión fuerte entre los llaneros y la naturaleza, fiel compañera. Para tener una idea, son varios los estilos del llamado joropo pasando, por el pajarillo, el zumba que zumba, el pasaje, el contrapunteo y unos cuantos más.
Manuel Espinosa Niño, nacido y criado en Saravena, Arauca es egresado de la UIS, tiene una maestría en literatura de la Universidad de los Andes y es Doctor en Estudios Culturales del Colegio de la Frontera Norte en México. Su voz tiene todos los pergaminos del referente. Él nos alumbra sobre el valor histórico de la música llanera y cómo esta ayuda a no olvidar: “una importante académica mexicana, María Ángel Rodríguez, decía que el mensaje se asegura a través de la música. La música es el instrumento ideal de las comunidades ágrafas para poder transmitir su inconformidad. Y, a partir de allí, manifestar sus reclamos, sus demandas y sus protestas para poder alimentar la memoria colectiva del pueblo y también para reconstruirla. La música está amarrada a lo que son las pasiones, a lo que son los sentimientos, las emociones y estas se reviven y se potencializan. Pensémoslo así: cuando se escucha un ritmo y cuando ese ritmo atrae a la memoria de un suceso o por ejemplo, escuchar un corrido revolucionario como el del Cholo Valderrama como lo es ´Golpe Tirano´ es fabuloso porque te lleva a recordar esas vivencias, esos hechos que sucedieron en el llano. La música particularmente para los llanos es fundamental porque es una comunidad de tradición oral”. Aquí un pedacito de la canción mencionada por Manuel.
Maldita sea la partera
que le dio vida a Laureano
más vale si hubiera puesto
a la tierra con la mano
no sabe la pobre madre
a cuanto pueblo ha dañado
a cuanto pueblo ha dañado
antes no llegó a matarla
ese perverso tirano
maldita hora y segundo
en que al mundo fue botado
dejando con sangre roja
esos pañales manchados
color que le enfada tanto
y con él fue alimentado.

Los Llanos son una región muy importante para la economía y la cultura de nuestro país. Sus tierras fértiles y aptas para la ganadería, la agricultura y la extracción de recursos naturales como petróleo y gas (aquí sí se interesan por nosotros). Incluso, en esta región se encuentra una gran diversidad de fauna y flora, incluyendo especies endémicas y en peligro de extinción. El clima de los Llanos es tropical húmedo, con una temporada de lluvias que va de mayo a octubre y una temporada seca de noviembre a abril, con el tema del cambio climático, claramente, no es tan preciso lo anterior. Pues sus personas déjenme que lo diga con la letra del compositor Héctor Paul Vanegas en la canción de “El ánima de Santa Helena”
Es una ley del llanero darle la mano al que llega
El que está adentro se atiende
Y el que está afuera de apea
Y con gran algarabía se le abre la talanquera
Como si fuera un hermano que desde otras tierras viniera
Desde donde nace el río Orinoco hasta donde desemboca a estos suelos se les conoce por sus paisajes, su música tradicional y los festivales con gran herencia cultural. Cuando se dignen a quitarse el velo y conocer lo hermoso que ofrece nuestro llano, no se pueden perder su gastronomía. Aquí hay para todos los gustos y se siembra de todo: frutas, verduras y tubérculos exquisitos. Pase y pruebe la Batata, Topocho, frijol, guandú, ñame, arracacha, malanga o productos más elaborados como el tungo, las arepuelas, las monedas de plátano, un buen masato y la chicha.
La llanera
Perdón con los vegetareanxs, pero la vaina aquí es así. El tema de la famosa carne a la llanera es el siguiente: debe ser una novilla mamona, que siga mamando, de 10 a 12 meses que esté bien gorda. Se procede a poner en los chuzos, algún asador le pone alambre al final para que no se caiga y en otras ocasiones se pone una soga con palos. En su preparación influye mucho la calidad de la carne, el asador y la leña. La madera puede ser de Guayacán, de Yopo o Guamo, porque la madera buena le da un gran sabor. Solo en la pierna se puede encontrar cortes como la chocozuela, la pulpa negra, el herradero, el pollo y el latigazo. El lomo y la costilla son los más apetecibles. La hoguera puede ser grande o pequeña. Se puede tardar entre 2 a 4 horas para que quede bien jugosa, se asa por un lado y cuando ya esté dorada se le voltea para que se cocine por el otro. Este plato combinano con una limonada de panela o con una buena cerveza y puede estar acompañado de arroz y yuca, pero pues no falta el que no se llene y le puede agregarle papa, tungo, guacamole, plátano maduro cocido y arepuelas.

Cuando tenga ganas de visitar estas tierras fértiles y untarse de ganado y campo por obligación tiene que escuchar estos poemas que se convirtieron en canciones que son el retrato vivito del llano. (Se omiten las canciones que ya están en el escrito, esas ya debieron de oírlas). Les comento que la canción llanera ha sido tarareada en varios países como Perú, México y algunos rincones de España y parte de Europa. Es que el mundo se está enterando de lo que se hace con un cuatro, el arpa, maracas y esas voces envidiables. Estas canciones lo harán recorrer los hatos y sus vivencias:
Desde Bocas del Pauto la artista Nancy Vargas nos regala “Plegaria por mi tierra”.
“Dumar Aljure en cielo” y “El baile de los animales” cantada por Dumar Aljure el “trochador de la canta”.
“Predestinación” por Aries Vigoth “El Romántico del llano”.
“Ay mi llanura” por el maestro Arnulfo Briceño.
“Soy el llano” (escrita por Cachi Ortegón), “Criollo Solitario” y “Mi caballo y yo” interpretada por la leyenda y ganador del Grammy, Orlando “El Cholo” Valderrama,
“Viva el cantor”, “Hombre de mil caminos” (Amanecí completico como se conoce popularmente) y “El araucano” del cantautor Juan Farfán.
“Alma llanera” del compositor y músico venezolano Pedro Elías Gutiérrez.
“Laguna vieja” y «La muerte del Rucio Moro» por otro ganador del Grammy, el maestro Reynaldo Armas conocido como “El Cardenal Sabanero” de Venezuela para el mundo pariente.
“Caballo viejo” por el poeta aragüeño Simón Díaz.
Desde Villavicencio nos alegra con su talento Milena Benitez con la canción “Nací criolla”
“Egoísmo” del cantante y compositor Julio Miranda el “Cantautor del amor”
“El chino de los mandados” y “Ya no le camino más” del cantante casanareño Walter Silva.
Desde Apure el maestro Jorge Guerrero nos complace con “Las tardes grises de junio”, “Añoranzas” y “Guayabo de mes y pico”.