Por causas relacionadas con su oficio, en el país han sido asesinados 154 periodistas en la últimas cuatro décadas. Según la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), las investigaciones sobre 77 de estos casos han prescrito.

En 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 2 de noviembre como el Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra los periodistas. Esta fecha fue escogida con el fin conmemorar a dos reporteros franceses que fueron asesinados al norte de la República de Malí (África).

El Comité para la Protección de Periodistas publica anualmente el Índice Global de Impunidad, que clasifica a los países con cinco o más casos sin resolver de periodistas asesinados. Por cumplir este requisito, doce naciones fueron incluidas en la edición de este año. Para obtener los resultados, el Comité evaluó la información de los últimos diez años de cada país.

Somalia encabezó el índice con 26 casos impunes, seguido por Siria (17), Irak (34), Sudán del Sur (5), Filipinas (42), México (21), Pakistán (21), Brasil (15), Rusia (9), Bangladesh (7), Nigeria (5) e India (13).

Aunque el Comité resalta que Colombia no haya sido incluido en el índice, aclara que esto no se debió a un aumento en las condenas, sino por la disminución de la violencia, resultante del fin del conflicto armado interno.

Según la Flip, en el país solo han sido sentenciados los autores materiales e intelectuales de 22 y tres casos, respectivamente. La Fundación añade que en 2017 prescribieron tres investigaciones y que dos más lo harán este mes.

En Santander, doce periodistas fueron asesinados en los últimos cincuenta años. El último de ellos fue José Emérito Rivas, cuyo homicidio ocurrió el 6 de abril de 2003. Por este caso, que ha sido el único en el departamento en recibir sentencia, fue condenado Julio César Ardila, exalcalde de Barrancabermeja.

Para Félix Quintero Pino, corresponsal de la Flip en Santander, la disminución de la presencia de grupos armados al margen de la ley provocó la disminución de las violaciones (amenazas, intimidaciones, hostigamientos, daños en infraestructura) contra el periodismo.  “En su momento, cuando tuvimos en el territorio a las Farc, al ELN y a las autodefensas, los que más sufrieron fueron los periodistas de las ciudades intermedias y de los pueblos”. Según Quintero Pino, en lo que va del año, doce presuntas violaciones contra reporteros han sido denunciadas ante la Flip.

Por Jonathan Méndez Espíndola
Jmendez171@unab.edu.co

Universidad Autónoma de Bucaramanga

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