¿Qué viene a la mente al escuchar a Hazleydi Yoreli Rincón Torres? Antes de pensar en un uniforme, en unos guayos, el sudor en la cancha, un pase y un gol, el sentimiento se traslada al recordar que esta piedecuestana de 24 años fue la primera jugadora santandereana y la primera colombiana en convertirse en futbolista profesional.

Y por cierto, también viene a la memoria el rostro de una joven que le ha sonreído a la adversidad, que ha soportado la crítica de aquellos que solo creen que ‘la pecosa’ es para los hombres.

Luciendo la camiseta de la Selección Colombia y dejando todo en la cancha, ha sobrellevado las derrotas llorando sobre el césped, sin importar la mirada de unos cuantos aficionados que acuden a las graderías cada vez que el onceno femenino luce la tricolor.

Como muchas otras jóvenes futbolistas, busca marcarle goles al contrario y sobre todo, marcar un tanto en el corazón de una hinchada que, casi siempre, es indiferente.

En su visita a Bucaramanga para el enfrentamiento entre el Atlético Huila -en el cual juega como volante 10- y el Atlético Bucaramanga Femenino, que se disputó el 15 de marzo en la Cancha Marte, arojando como resultado la victoria de un gol por cero para las Opitas. Rincón Torres, habló para Periódico 15 y el Parche Deportivo.

En medio de risas y las bromas que la caracterizan, contó cómo busca la oportunidad de llegar a los Juegos Olímpicos apalancada por la Copa América que se disputará este año en Chile. Además, contó cómo es la relación con sus compañeras y la emoción de regresar a la tierra que la vio nacer como deportista.

Doce años sin venir a jugar a Bucaramanga, desde que ingresó al Atlético Huila Femenino. ¿Qué sensaciones le trae volver a jugar en la ‘Ciudad Bonita?

Jugué el Sudamericano Sub 20 en el 2010, realmente fueron 8 años, pero referente a La Marte y La Juventud, allí crecieron mis sueños. En La Marte siento nervios y ansiedad. Hacía muchos años no jugaba allí. La última vez que lo hice tenía 10 años y ahora tengo 24, un poquito más vieja.

¿Cómo ha sido este nuevo ciclo en el Huila, después de estar con Patriotas de Boyacá? Todo es un aprendizaje.

Me sentí muy bien en Patriotas, pero mi ciclo había acabado por ciertas circunstancias. Nunca pensé llegar al Huila, de hecho, mis pensamientos estaban en otro equipo y cuando terminé hablando con el ingeniero Diego Perdomo, el presidente del Huila, me gustaron las propuestas que hizo, la forma en que manejaban el grupo, el equipo. La verdad me ha tratado como una princesa. Me he sentido como en casa, la ciudad me abrió las puertas, y los resultados nos han venido acompañando partido a partido, en sí que eso hace que como jugadora me sienta tranquila y feliz.

 ¿Cómo es su relación con las compañeras del plantel?

Todo el tiempo molestamos, creo que se nota mucho en las redes, jodemos 100 %. Tengo la felicidad de trabajar por ejemplo con Caracas (Daniela González Caracas). Preciso me la encuentro en Huila, me la encuentro en la Selección. Así que con ellas siempre que estamos en la Selección y pasan muchos días, uno dice como no las quiero volver a ver, pero resulta que al otro día la veo en el Huila, al otro día en la Selección, en Huila. A veces nos pasamos porque todas nos hacemos bromas, a mí nunca me han hecho bromas, siempre como dice Nathalia Rodríguez (jugadora del Atlético Bucaramanga Femenino), yo soy como ‘la jefe’ y a mí en Huila me cogen los guayos me los mojan, me los esconden, puedo durar horas buscando los guayos, la camiseta y es muy bacano. Nos cogemos los celulares y hay jugadoras que pasan con el celular perdido un día, dos días y tienen que aguantarse un poco, así que nos hacemos muchas bromas, pero el equipo es muy fuerte en eso y me gusta como la alegría.

Yoreli Rincón actualmente hace parte del plantel del Atlético Huila Femenino. /FOTO
TOMADA DE LA PÁGINA OFICIAL DE LA FEDERACIÓN COLOMBIANA DE FÚTBOL.

¿Cómo se sintió al ser reconocida como la primera jugadora profesional?

Es más un tema de superación, no tenía ni un peso en ese momento, bueno ahora tampoco, pero siempre me decían mucho “la universidad”, y lo respeto, porque pienso que es importante, pero para mí no lo era. Decía, quiero ser la primera mujer en la historia en jugar profesionalmente y me aguanté. Todas mis compañeras empezaron a ir a Estados Unidos y yo decía quiero cumplir ese sueño, y en un sudamericano, precisamente en Brasil, me salió una oportunidad. Me dijeron, ¿le gustaría? Y dije, sí, ¿cuánto me dan? Lo que sea que me den, me voy, y así fue. Realmente no sabía ni siquiera negociar y me fue muy bien también económicamente. De ahí fue mi paso a Europa. El hecho de jugar una Champions League (Copa de Campeones) con el equipo LdB F.C. Malmö marca cualquier referente. Jamás en la vida voy a sentir una sensación idéntica del estar parada y escuchar el himno de la Champions, que solo lo ves en televisión, cuando jueguen los hombres y yo estar ahí parada sintiendo eso. Fue muy bonito.

¿Cuál ha sido la liga más difícil de jugar?

La colombiana. Nos fue tan mal… No, eso era horrible, una cosa espantosa, pero la liga más dura es la de Suecia, es un nivel muy alto, y me sentía rara. Quería aprender, obviamente era muy niña, tenía 18 años, la capitana del equipo tenía 36, me doblaba la edad, y me trataban como un bebé. Me sentía como que estaba en un nivel mucho más bajo que el resto.

¿Cómo ha sido este nuevo ciclo con el técnico Nelson Abadía y qué esperar de la Selección Colombia en la Copa América de Chile?

Todas las selecciones las acojo con orgullo y tranquilidad. Pienso siempre que es una recompensa al trabajo que se ha hecho en los clubes, a lo que también se ha mostrado en otras selecciones. En la Copa América lo que queremos es ganar y clasificar. Mi sueño más grande es poder ir por fin a unos Juegos Olímpicos. Van dos en los que dos fracturas no me han dejado. Para mí esta Copa es importante, no voy a decir que la más importante, porque así lo dije cuando era para Río de Janeiro y diez días antes me rompí el tobillo. Refiriéndome al ‘profe’ Nelson, no hablo con los profes regularmente, así que es más un saludo de buenos días. Los consejos que me da en la cancha siempre se toman, porque al fin y al cabo es el que manda, y cuando te ven desde afuera, ven muchas cosas que dentro de la cancha a veces nosotras sabemos. Corrige muy bien y aspiro seguir aprendiendo.

Por Edward Andrés Gómez Gil
egomez233@unab.edu.co

Universidad Autónoma de Bucaramanga