Por María Paula Parada 

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El sábado 3 de septiembre, como parte de las charlas de la Feria del libro de Bucaramanga, Ulibro 2022, se realizó un conversatorio sobre el fenómeno de las redes sociales y el escrache. Esta actividad se relaciona con un tipo de denuncia pública que en ocasiones se basan en la desinformación y la descontextualización del hecho y de quien es señalado. 

Para la abogada María Helena Luna Hernández, una de las invitadas al conversatorio, “el escrache tenía una función social que reclamaba justicia y reclamaba una memoria histórica que se daba por una impunidad”, sin embargo, con la llegada de las redes sociales, muchas de estas denuncias informales se han terminado popularizando. Algunas de ellas se basan en información falsa o que no se le ha hecho el debido proceso investigativo.

La llegada de la globalización junto con las redes sociales generó un estallido de información donde mucho de lo que se ve puede ser cierto o falso. El determinarlo es difícil, puesto que no hay ningún intermediario que verifique cada dato, a diferencia de los medios de comunicación tradicionales. 

Esto ha venido generando una serie de problemas, ya que la cantidad de información y comentarios que se encuentran en una sola publicación es inmensa, y la mayoría de veces vienen de personas que no tienen conocimiento ni autoridad sobre el tema.

Para el moderador de la charla, el periodista Jorge Heili,  “hoy todo lo que tiene de bueno también tiene de malo en el hecho de que muchas personas construyen hoy sus líneas de opinión basadas a veces en un solo trino”. 

Actualmente, existen personas que por su contenido en redes sociales influencian a mucha gente y todo lo que suben a sus redes lo ve una comunidad muy grande. La falta de control sobre la información que se comparte puede intervenir de forma positiva o negativa sobre la forma en la que se percibe un tema.

Esto puede generar consecuencias como el fenómeno de la cultura de la cancelación, el cual según Jorge Heili, “se ha generado a partir de las redes sociales y justamente la gente con pocas variables de información y de datos construye un diagnóstico y una sentencia sin ser jueces”. Esto, en la víctima del escrache, puede generar efectos negativos puesto que la noticia donde se ve involucrado le podría llevar a la mala imagen que afecta en su vida en general.

Sin embargo, Luna Hernández comenta que el escrache no es malo en su totalidad y no hay que temerle, ya que “en un estado democratico la libertad de expresión es la meta”. Todos estamos en la búsqueda de una verdad y “estamos en una sociedad deliberativa que debe comprender que la verdad se llega desde diferentes aristas”.

Periodista Jorge Heidi durante conversatorio “Escrache y redes sociales”, junto a la abogada María Helena Luna Hernández.

La información que se comparte en redes sociales siempre va a generar un efecto en las personas, ya sea positivo o negativo, depende de cómo se cuenta y de qué información se da.  “Las formas importan, los límites, las funciones, para eso tenemos que ver el caso completo cuando son desmedidas las afectaciones que se tiene en una persona”, afirmó Helena Luna, quien además agregó que  “lo que nos tenemos que cuestionar es qué papel la sociedad está jugando en esa parte de la historia”, ya que el inconveniente no es la denuncia pública o la información que se comparte en sí, sino la reacción que puede tener el público hacia las personas afectadas.

“Si yo soy víctima o soy testigo de un hecho que yo voy a contar a través de una red social, será un límite la integridad y el hostigamiento del otro”, menciona Hernández, ya que cualquier cosa que se comparta en una red social va a generar comentarios y muchas veces acciones graves que puede terminar afectando la salud o la integridad de las personas involucradas.

¿La solución a este fenómeno? Realmente no se puede decir que hay alguna concreta. El escrache va a seguir existiendo por ser la única forma en la que la gente del común puede generar una denuncia de forma sencilla y por sus propios medios, la diferencia está en cómo la gente recibe la información y cómo reacciona a esta.

La mayoría de personas que consume internet cree y asume que la información que le está llegando es la verdad; sin embargo, Jorge Heili afirma que lo ideal sería dudar de todo lo que se ve en redes, ya que esta plataforma no es como un medio de comunicación tradicional, que antes de que se publique algo, pasa por un proceso de investigación.

Por la cantidad de información que se puede encontrar en la web muchas veces no se sabe que es cierto o falso. Para Jorge Heili “muchas de las cosas que se publican o se cuentan son incomprobables o son simplemente historias arregladas o decoradas para que sean lo suficientemente atractivas solamente para generar rating”. 

Universidad Autónoma de Bucaramanga