Por Lucía García Sánchez
lgarcia73@unab.edu.co
Daniel Samper Pizano es considerado como uno de los padres del periodismo de investigación en Colombia, a partir de su trabajo en la Unidad Investigativa del periódico El Tiempo, en los años 70 y 80, y también por su paso por revistas como El Malpensante, Semana y Gatopardo.
Su trabajo periodístico ha trascendido fronteras al retratar la realidad nacional especialmente a partir de columnas de opinión cargadas de humor y sarcasmo, y ahora en el periodismo digital, de la mano de su hijo, Daniel Samper Ospina, y de otro gran reportero,
Daniel Coronell, en el proyecto “Los Danieles” (www.losdanieles.digital).
Ha ganado numerosos premios como Maria Moors Cabot (conferido por Columbia University), Rey de España, y tres Simón Bolívar de periodismo. Es además miembro correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua.
Su obra más reciente “Insólitas Parejas: doce historias auténticas de enamorados famosos” será presentada en la Feria del Libro de Bucaramanga, Ulibro 2020, en una charla que se podrá ver a través de la página web www.ulibro.com, así como las redes sociales de este
evento vía Facebook, Instagram y Twitter, el sábado 29 de agosto, desde las 3:30 de la tarde, la cual será moderada por el periodista y jefe de redacción de periódico 15, Pastor Virviescas Gómez.
Según contó en esta entrevista, el libro es una galería de historias, algunas improbables, muchas infelices y unas pocas afortunadas que involucran personajes como Marie Curie, premio Nobel de la Física Moderna; Karl Marx, filósofo y pensador socialista; Mao Zedong,
expresidente de la República Popular China. Además, aprovechó para hablar sobre su ingreso al portal “Los Danieles” y dar su opinión sobre los cambios que ha atravesado el mundo a causa de la pandemia.
Se dice que el amor mueve a las personas y que toda buena historia de amor tiene un éxito asegurado. ¿Por qué cree que su libro se diferencia de las otras historias de amor, intriga, enredos e infidelidades?
El amor ha sido siempre un imán para los seres humanos: no solo para vivirlo, sino para averiguar cómo lo han vivido o lo viven los demás. Las historias de parejas que yo cuento no se limitan a exploraciones de alcoba, sino que abarcan épocas, tendencias y otros personajes coprotagonistas. El contexto es más amplio y generoso.
¿Por qué eligió personajes que no son tan conocidos históricamente?
Por eso mismo. Porque las clásicas parejas son sobradamente conocidas y muchas han llegado
hasta la pantalla del cine.
Al momento de decidir escribir “Insólitas Parejas: doce historias auténticas de enamorados famosos”, ¿qué fue aquello que lo motivó a irse por este camino de escritura? ¿Cuál es el fin de este libro?
El fin inmediato es distraer e ilustrar al lector. El fin mediato es acercar los lectores a la Historia, una disciplina tan importante y tan abandonada. Realmente los primeros pasos por ese camino los dí con el libro “Camas y famas”, de 2017, también sobre parejas interesantes
y curiosas, y con varios libros de historia contados con humor.
¿Cómo ha sido ser parte del portal “Los Danieles”?
Muy interesante, muy grato y muy inesperado.
¿Qué conlleva redactar columnas enfocadas al ámbito investigativo y satírico?
Lo más interesante de “Los Danieles”, a mi juicio, es que es un ramillete de columnistas que a veces tocamos en trío y otras veces sueltos, pero que lo hacemos con tres instrumentos diferentes: investigación, humor y mera opinión.

A raíz de la pandemia que estamos viviendo, ¿cómo ha sido desplazar ciertas rutinas de la cotidianidad a la virtualidad?
Muy aburrido. Las conferencias por Zoom y la telemática me parecen complicadas y cansonas.
¿Qué retos, considera usted, ha traído este desafío a la sociedad? Por ejemplo en ámbitos como lo cultural, la educación, entre otros.
Muchos. Desde retos de pericia tecnológica hasta preguntas sobre la importancia de los grupos humanos. También nos ha mostrado cómo las cosas que más unen a la comunidad -espectáculos, fiestas, ferias, actos religiosos, encuentros- son las más peligrosas y perseguidas.
Con respecto al tema cultural, ¿considera un avance la realización de eventos como Ulibro de manera remota? ¿Le apuesta a este tipo de propuestas?
No, no lo considero un avance sino un recurso de supervivencia. Es imposible trasladar el espíritu dinámico y curioso de una fiesta cultural a través de la frialdad telemática. Ese clima de alegre interés, intercambio y goce colectivo se pierde.
Las ferias del libro continuaron y los escritores se adaptan, y les hablan a los lectores desde la virtualidad, pero, no se puede negar que el espíritu de una feria es el contacto con los libros y la compra. ¿Cómo deberían trabajar las ferias en este tema para ayudar a los libreros, librerías y por supuesto, a los escritores?
No lo sé bien. Creo que el planteamiento general de las ferias culturales es bueno: reunir en un sitio a autores, lectores, periodistas, curiosos y ciudadanos que no suelen concurrir a actividades culturales y meterlos en la licuadora para que le cojan gusto a la cultura y compren libros.