El licenciado en Comunicación Social, Andrés Cañizález, además de asistir como uno de los invitados principales al III Encuentro de Investigación de la Asociación Colombiana de Investigadores en Comunicación (Acicom), que tuvo lugar en la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Unab), charló con Periódico 15 y estudiantes de periodismo sobre lo que él califica como la “movilización humana sin precedentes en América Latina”.

Según la Gobernación de Santander, hay actualmente 120 mil venezolanos en el departamento, pero desde su labor periodística, ¿cuáles son las cifras que se conocen en Venezuela?

Según una cifra de Naciones Unidas, desde 2016 han salido 2,3 millones de venezolanos. En el último año, el número ha sido 1,5 millones. Y de acuerdo con esas cifras, 935 mil se quedaron en Colombia, es decir, más o menos una tercera parte de todos los que salieron, convirtiéndose este en el principal punto de acogida de venezolanos. Entrando al terreno de las proyecciones, se estima que otro millón y medio salga de Venezuela en los próximos seis meses. Lo que significa que, de una población de 30 millones de venezolanos, el 10 % ya ha migrado.

¿Quiénes son los venezolanos que están abandonado el país?

Se está yendo una generación joven, no ven futuro allí, no piensan que va a ocurrir ni la dolarización, ni que Nicolás Maduro va a mejorar, ni que la situación va a mejorar. Y lo peor, no ven que ellos tengan futuro profesional o personal en el país. Hay una crisis política, hay unos señores que se apropiaron del poder, no lo quieren soltar. También hay una crisis económica, y para mí, lo más importante, y a veces los periodistas no podemos contar. En Venezuela se ha roto el alma de la gente y la esperanza de pensar que algo bueno puede ocurrir y eso hace que la gente joven diga: “¿qué hago aquí?, ¿voy a esperar toda mi vida a que ocurra un  cambio o que las cosas mejoren?”.

Las noticias que llegan de su país cuentan que la gente migra no solo por la falta de oportunidades y de empleo, sino por hambre. ¿No tienen  alimentos? ¿El Gobierno no los entrega?

Entre los sectores más pobres de Venezuela hay hambre, y dependen del Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap), un órgano oficial que se inventó el Gobierno, que reparte comida. Unas bolsas o cajas con, en teoría, lo que necesita una familia para mantenerse, pero eso ha hecho que para muchas personas se haya roto la relación de “voy al supermercado y compro lo que yo quiero”, sino que “espero que el Estado me dé esta caja”. Eso para los sectores populares es bastante extendido, por diversas razones. Entre otras cosas, estamos en una hiperinflación, solamente el mes de agosto fue del 450 %. Para los sectores más pobres, acceder a algunos productos es sencillamente ficción. Los sectores clase media, profesionales o personas que tienen algún tipo de ingreso en dólares, todavía pueden acceder a supermercados, hay algún nivel de abastecimiento, pero eso es precario. Ocurrió un conjunto de medidas que anunció el Gobierno recientemente en agosto, se implementó la reconversión monetaria, se hicieron ajustes de precios, se intervinieron una cantidad de supermercados, todo eso se ha combinado para que el día de hoy, un mes después, más o menos de las medidas, haya una escasez generalizada.

Andrés Cañizález, periodista venezolano. /ALEJANDRO PARRA

Existen redes de venta de productos y alimentos que funcionan de manera clandestina, que operan vía Whatsapp. ¿Cómo lo hacen?

Los productores no ingresan su producción al sistema formal, sino que ellos mismos empiezan a venderlos por otras vías, y de esa forma pueden seguir produciendo, porque hasta ahora lo que ha venido ocurriendo, y es una cifra que acaba de dar la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), es que este año los productores venezolanos solamente pueden abastecer el 30 % de la demanda. Hasta hace un mes, en el país, si tenías músculo económico podías comprar lo que fuera. Hoy pasamos a otra situación, donde puedes tener mucho dinero y no conseguir nada para comprar. Por esto es que en este momento la migración está más presente en los estratos más bajos.

¿Cómo están haciendo los periodistas en este momento para informar si están frente a instituciones estatales que manipulan la información?

Como alguien ya lo dijo: “En Venezuela no es la hora de los medios, sino de los periodistas”. Todo lo que está ocurriendo a nivel global, los cambios, la gente está buscando otras maneras de informarse, todo eso en el país recibió una inyección de adrenalina, entonces se aceleró, por razones políticas. El Gobierno le metió una bomba, y esto que para ustedes es común, allá dejaron de existir los periódicos en su versión en papel. En el último año han cerrado 50 empresas. Y no es que la audiencia haya dejado de comprarlos, el Gobierno controló y centralizó la importación de papel, lo convirtió en un negocio del Estado. A partir del 2015, se empezaron a crear más medios digitales, y al acabarse los periódicos, y además del control del Estado de la televisión, estamos en una situación de mucha fragmentación noticiosa, no hay referentes para decir: “esto es realmente lo que está ocurriendo”. Para el común de la gente, hay ahora un momento de mucha confusión, mucha desinformación, el Gobierno también propaga muchas fake news.

Por Diego Alejandro Parra A.

dparra446@unab.edu.co

Universidad Autónoma de Bucaramanga