Desde la desaparición y liquidación de la Dirección de Cultura Artística de Santander, DICAS, y a pesar de la creación de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Industrial de Santander, UIS, no se había logrado llenar el vacío que dejó esta entidad que formó a generaciones de artistas santandereanos en teatro, danza, música, pintura y escultura.

La Escuela Municipal de Artes, EMA, entró a llenar ese vacío dejado por la DICAS en 2000 ofreciendo 1015 becas de formación artística con seis programas de danza y de música, cinco en artes plásticas y visuales, cuatro en teatro y dos en literatura.

Se presentaron alrededor de 2071 estudiantes para pertenecer a los becarios de la EMA. “El proceso de selección fue natural, los mismos estudiantes se encargaron de cumplir con los horarios. También hubo una audición con los profesores”, comenta Nicolás Cadavid, coordinador general de la escuela.

“Los programas están siendo liderados por profesores de gran trayectoria tanto artística como pedagógica, garantizando la calidad de los programas”, afirma María Sonia Casadiego Arias, coordinadora del área de danza de la EMA. Además, expuso que gracias al proyecto se están sembrando iniciativas para promover el arte no solo en las aulas de la Escuela Municipal sino en comunidades vulnerables.

Docente de ballet clásico llega a Bucaramanga

Después de la postulación de 171 docentes de todo el país para pertenecer al proyecto, 50 fueron los seleccionados. “Tuvimos la oportunidad de contactar a una bailarina de Estados Unidos quien vino a vivir aquí por razones personales, ya esperamos que dentro de poco podamos contratarla”, indica Joaquín Casadiego Arias, coordinador académico de la EMA.

Suzanne Limbrunner fue bailarina de ballet clásico en la compañía de la ciudad de Miami en 2003, vivió en Francia durante seis años y bailó con el Ballet de la Ópera Nacional de Burdeos, luego se devolvió a Miami y estuvo bailando allí durante casi cinco años. “Espero que dentro de dos semanas máximo ya pueda estar trabajando en la EMA, será una experiencia maravillosa. Compartir mis conocimientos es increíble”, apunta la bailarina y docente.

Suzanne Limbrunner, bailarina de ballet clásico de Estados Unidos, próxima a ser parte del equipo docente de la Escuela Municipal de Artes, EMA.
Suzanne Limbrunner, bailarina de ballet clásico de Estados Unidos, próxima a ser parte del equipo docente de la Escuela Municipal de Artes, EMA.

Limbrunner, quien actualmente está estudiando Desarrollo y Psicología en Primera Infancia en la Universidad de Florida, dice que ve mucha pasión e idoneidad para el baile en la región. “Los estudiantes han llegado a un alto nivel, hay otros que están pronto a desarrollarse, lo van a descubrir y ellos mismos se sorprenderán de lo que pueden llegar a hacer”.

La EMA como proyecto de vida

Néstor José Rueda Gómez, director del Instituto Municipal de Cultura y Turismo (Imcut), asegura que dentro de su plan está llevar la escuela a varios lugares y comunidades de la región. “Si no somos capaces de sacar la formación artística de la matera y permitir que las raíces se profundicen, no vamos a tener el árbol. Debemos arriesgarnos y ponerla en el suelo, puede ser árido y complicado pero tendremos que exponerlo en toda la ciudad para que haya crecimiento en las comunidades”.

Pero más allá de un espacio de aprendizaje, la EMA también significa un proyecto de vida para sus organizadores. Tal es el caso del coordinador académico de la escuela, Joaquín Casadiego Arias. “No se había dado una entidad que ofreciera empleo a más de 50 artistas. Es una motivación gigantesca, además los estudiantes no solo se benefician de los profesores, sino de todo lo que ofrece una escuela de artes: intercambio cultural y presentaciones, entre otras cosas. Trabajamos para toda la comunidad, la EMA debe ser de todos”.

Rueda Gómez manifiesta que la cultura en todo el mundo tiene un alto nivel de ayuda económica por parte del estado. “Todas las empresas culturales deben tener un subsidio de las entidades gubernamentales para que sobrevivan con calidad, de lo contrario se convierte en ayuda de actividades mercantiles, algunas con calidad pero sujetas al vaivén del mercado”.

Quien tuvo la oportunidad de ver a la escuela en papel y ahora hecha realidad es Sergio Amaro Rueda González, coordinador de gestión institucional. “La ciudad necesita de las artes como experiencia, como campo de conocimiento y como ese medio disparador de una cantidad enorme de competencias para la vida”.

Las clases de danza contemporánea de la EMA ya empezaron. Los lugares de aprendizaje son El Instituto Municipal de Cultura y Turismo y El Centro Cultural del Oriente.
Las clases de danza contemporánea de la EMA ya empezaron. Los lugares de aprendizaje son El Instituto Municipal de Cultura y Turismo y El Centro Cultural del Oriente.

Para el director del Imcut, la EMA es un catalizador de expresiones artísticas. “No es lo mismo que una ciudad se haya formado en arte a una ciudad que carece de ello. Una sociedad sensibilizada es mucho más altamente productiva, tiene una capacidad superior para enfrentar los retos y ser más eficiente. Además, afirma que para la escuela es un compromiso y una obligación cumplir con el objetivo misional, hacer asignación de recursos de manera transparente, eficaz y que todos los ciudadanos puedan no solo disfrutar el arte, sino hacerlo visible.

Por Alejandra Bretón
abreton@unab.edu.co

Universidad Autónoma de Bucaramanga

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