La versión 23 del Festival de Cine Europeo llegará a varias ciudades colombianas, entre ellas a Bucaramanga. Desde el 4 hasta el 10 de mayo se presentarán en la salas de Cine Colombia del Centro Comercial Cacique películas europeas provenientes de 17 naciones. La selección oficial cuenta con producciones de países, ciertamente desconocidos para nosotros, como Hungría o Bulgaria. En estos relatos podemos ver las preguntas que se hacen quienes habitan estos universos y cómo estas formas de vida son representadas en su cinematografía.
Además de la selección oficial, la muestra contiene otras secciones como “En foco-Adentro/ afuera”, que asume las representaciones de cómo vemos al otro, cómo nos subdividimos en grupos sociales por género, raza y condición social, entre otras, y desde allí construimos axiologías propias para clasificar- simplificar nuestro mundo en categorías como lo bueno, lo malo lo bello, lo feo. En este proceso trazamos las fronteras con el otro y emergen manifestaciones de discriminación que van desde el clasismo hasta la homofobia. Este grupo de películas ocupa la representación de estas problemáticas privilegiando el punto de vista de los excluidos.
La sección “Arte y cine” privilegia las películas que por su estética hacen aportes al lenguaje cinematográfico y a la construcción de representaciones fílmicas más experimentales. También hay una tercera sección dedicada a los clásicos, en la cual pueden redescubrirse obras maestras de estos países de los años 60, 70 y 90.
La muestra se compone en su mayoría de cine de ficción, dos largometrajes de animación, cine que es difícil de ver acá en salas, y tres largometrajes documentales. Entre estos últimos una pequeña joya titulada “Qué extraño llamarse Federico” (Italia, 2013), una película donde el legendario director Ettore Scola le rinde homenaje a su amigo y colega Federico Fellini. La cinta se nutre de material de archivo, fotografías, entrevistas y puestas en escena en los estudios Cinecittà en Roma, en donde Fellini rodó parte de su filmografía. Scola construye a partir de estos fragmentos un retrato desconocido del mítico director italiano.
Dentro de la sección oficial está “Liza a Rókatündér” que significa, algo así como, “Liza, el hada del zorro”, una comedia Húngara en donde la protagonista es una joven enfermera que cuida de la viuda del embajador japonés en Hungría. Su único amigo es imaginario, un fantasma de un cantante pop japonés de los años 50. En su 30 cumpleaños Liza sale a buscar el amor de su vida, pero una serie de eventos la convertirán en sospechosa de una serie de crímenes y se creerá que ella es el hada de los lobos, una deidad muy temida en la mitología japonesa.
Parte del resto de la muestra privilegia el drama, hay predominancia de historias que representan los problemas de comunicación entre los jóvenes y los adultos, esta suerte de incomunicación intergeneracional se ha venido representando en el cine de estas latitudes durante la última década. Hay otras obras que tratan temas muy puntuales, como la influencia de la música en los procesos de asimilación del vacío y la pérdida, como se evidencia en el documental “Erbarme Dich” título que refiere a una de las arias de Bach de la obra La Pasión de San Mateo.
Eurocine viene con un total de 21 películas que se podrán apreciar en esta ciudad, todas son más o menos recientes y fueron estrenadas en festivales como Cannes, Rotterdam, Toronto y Locarno, durante los últimos años.
René Alexander Palomino R.*
rpalomino@unab.edu.co
* Docente programa de Artes Audiovisuales de la Unab