La posible desfinanciación de los subsidios a los servicios públicos otorgados a los estratos uno, dos y tres, podría darse por la falta de recursos en el proyecto del Presupuesto General de la Nación (PGN). Los prestadores del servicio hacen referencia a la deuda que ya contrajo el Gobierno del ex presidente Juan Manuel Santos hasta finales de 2018 por $660 mil millones. De no renovarse los subsidios, las empresas de energía tendrían que seguir otorgando el descuento hasta que se realice el empalme con el Estado que se da cada trimestre, o dejarlo de dar generando un incremento en la cartera y la suspensión del servicio.
Para Zayda Quintero Amorocho, madre cabeza de hogar cancelar el monto de la factura de energía no representa un mayor costo. Son 20 mil o por caro, como ella lo menciona, 30 mil pesos, rango promedio que paga esta bumanguesa a la empresa Electrificadora de Santander, Essa.
Esta usuaria se dedica a cuidar carros en la carrera 27A en Sotomayor, (al día se gana $20 mil), viene todos los días desde el barrio Alto Progreso en la zona norte de Bucaramanga. De acuerdo con la oficina de estratificación del municipio, la casa en la que vive pertenece al estrato uno. Los electrodomésticos con los que cuenta son lavadora, nevera, televisor y una licuadora que pocas veces usan. En su vivienda residen cuatro personas.
En los Santanderes, los usuarios de energía suman un millón 80 mil, según la Essa. Quintero hace parte de los usuarios del área metropolitana de Bucaramanga que se beneficia con los subsidios de energía que se entrega a través de la ley 142 de 1994 y un subsidio adicional de acuerdo a la ley 1117 de 2006.
Solo en el departamento de Santander, 467 mil 978 hogares tienen el descuento por el subsidio, siendo el estrato dos el mayor beneficiado con 271 mil 395 hogares que reciben los auxilios frente al estrato uno con 196 mil 575 familias, lo que representa para el Gobierno Nacional, 1.551 millones de pesos mensuales en ayudas del pago de servicio de energía.
Funcionamiento del subsidio

Las leyes 142 de 1994 y 286 de 1996 reglamentan la creación del Fondo de Solidaridad para Subsidios y Redistribución de Ingresos que se encarga de administrar y distribuir los recursos asignados del Presupuesto General de la Nación para cubrir los subsidios del servicio público domiciliario de energía eléctrica asignados a los usuarios de menores ingresos. Los recursos recolectados por este fondo pertenecen a las contribuciones que realizan los sectores comercial, empresarial y los estratos cinco y seis, a quienes se les cobra un máximo de 20%adicional del consumo de energía mensual.
El descuento que se otorga solo cubre el consumo de subsistencia, es decir, la cantidad mínima de energía que se utiliza en un mes por usuario para satisfacer las necesidades básicas. Este consumo varía de acuerdo a la altura sobre el nivel del mar a la que se encuentra la ciudad y la catalogación del barrio en la ciudad.
En ese sentido, a los usuarios residenciales de estrato uno, dos y tres se les aplica un porcentaje de subsidio del 50 %, 40 % y 15 %, respectivamente, sobre el consumo de subsistencia que es de 173 kWh (kilovatios hora), para alturas inferiores a mil metros sobre el nivel del mar. Para las alturas superiores es de 130 kWh. Una vez el usuario consume estas cantidades de kWh, los restantes se facturan con la tarifa plena.
En el caso de Santander, de acuerdo a las cifras de la Essa, el valor unitario del kilovatio hora para la región en el mes de julio fue de $505,08. Un ejemplo sirve para ilustrar: una casa (usuario) con promedio de tres personas en estrato uno al que se le aplica el subsidio de 50 % más el subsidio temporal de hasta un 25 % de descuento en los primeros 173 kWh, solo paga $126,3 kWh. Si al mes este usuario solo consume 173 kWh, el total a pagar sería de 35 mil pesos por el servicio de energía, pero, de no tener el subsidio, debería cancelar la suma de 87 mil pesos.
Sin presupuesto
El PGN tiene su punto de inicio en la oficina de Planeación Nacional que se encarga de estudiar la situación del país, la deuda externa e interna, las necesidades por sectores y regiones, con el estudio de estos factores se crea el proyecto presupuestal, el cual se debate con el Ministerio de Hacienda, que luego, pasa al Congreso donde se vota a favor o en contra.
Jorge Valencia, economista y exdirector de Comercio y Turismo, comentó sobre la falta de recursos y como el gobierno puede subsanar los vacíos: “el gobierno se endeuda, pide dinero prestado para cubrir esos vacíos, pero solo se puede endeudar hasta cierto punto, los economistas tenemos un techo que llamamos la regla fiscal, o sea que no pase de ahí, si se emite más dinero, es más dinero en circulación, es decir hay más demanda y suben los precios”.
De acuerdo con las empresas prestadoras del servicio de energía, la falta de recursos para el 2019 representaría un déficit en relación con la prestación de los servicios; por esto, le han solicitado al Gobierno del presidente Iván Duque Márquez incorporar $3,19 billones para los sectores de energía y gas, contemplando los $0,76 billones que ya hacen parte del presupuesto para el sector energético del próximo año.
Aunque el sector recibió $2,2 billones para saldar cuentas, ese dinero solo cubrió hasta agosto; por lo anterior, se debe incorporar la totalidad de los recursos presupuestales que se requieren para cubrir las necesidades de subsidios tanto de la vigencia 2018, como la de 2019, las cuales suman $2,38 billones para el sector de la energía.
Eliminar los subsidios
Respecto a la continuidad de los subsidios temporales, para los estratos uno y dos, Mauricio Montoya Bozzi, gerente general de la Essa, mencionó: “Queremos que se prorrogue, pero si no es así que por lo menos se desmonte de manera gradual. Esa ha sido la solicitud al gobierno, para que las personas no sientan el golpe en un solo mes sino en seis o 10 meses”.
De acuerdo con un estudio realizado en el programa de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Distrital de Bogotá, se puede buscar un equilibrio entre las contribuciones facturadas y los subsidios otorgados, con el fin de disminuir los recursos del PGN.
Según el estudio, el Ministerios de Minas y Energía considera desmontar los subsidios a los usuarios de estrato tres, en un tiempo de dos o cuatro años. Después disminuir los porcentajes de subsidios a los estratos uno y dos y luego una reducción gradual del consumo de subsistencia, con el fin de evaluar el impacto económico a corto plazo tanto para el usuario como para el PGN.
Por Edna Catalina Porras Pico
eporras595@unab.edu.co