Exponiéndose a que el político conservador Rafael Serrano Prada le escriba un editorial en el periódico El Frente descalificándolo o culpándolo de impedir la ‘llegada del progreso’, el director ejecutivo de la Federación Nacional de Comerciantes, Seccional Santander, Erwing Rodríguez Salah, le pidió al Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, que no le otorgue la licencia ambiental al Proyecto Angostura, de la minera canadiense Greystar Resources.
“El desarrollo, la inversión extranjera, la generación de empleos directos o indirectos, o cualquier promesa de bienestar para los vecinos de la zona de la explotación, no pueden constituirse en argumento para poner en riesgo la riqueza hídrica que nace en nuestros páramos”, manifestó el representante de cientos de comerciantes agremiados en Fenalco.
Advirtiéndole a la ministra Beatriz Uribe de Botero la posible contaminación de los recursos hídricos que abastecen a Bucaramanga y su área metropolitana, Rodríguez Salah considera en su misiva que “toda iniciativa de desarrollo sostenible debe satisfacer las necesidades del presente sin comprometer los recursos y las posibilidades de las generaciones futuras”.
Según el vocero gremial, “no podemos poner en entredicho la provisión futura del agua en nuestra ciudad. Nuestros páramos, fuente importante de recursos hídricos, deben mantenerse incólumes a la explotación minera a cielo abierto, más cuando contempla la utilización de químicos como el cianuro a gran escala”.
Formulando un llamado a otros sectores de la sociedad local y departamental que se han mantenido al margen del debate a pesar de las tres marchas que se han realizado en el último semestre en Bucaramanga, el director ejecutivo de Fenalco que “los gobernantes, sectores y fuerzas vivas más representativas de la región -gremios, academia, organizaciones cívicas- tenemos un gran compromiso histórico con la región y con las generaciones venideras. No podemos permanecer indiferentes ante una decisión tan trascendental que puede, en un futuro, perjudicar a los habitantes de Bucaramanga y su área metropolitana”.
Documentado en la presentación que un delegado de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental hiciera en el foro organizado por la Sociedad de Mejoras Públicas de Bucaramanga y la Sociedad Santandereana de Ingenieros, el director ejecutivo de Fenalco dijo que “debemos seguir el ejemplo de Norte de Santander, donde Corponor declaró el Páramo de Santurbán, en la parte correspondiente a ese departamento, Parque Natural Regional, desde junio de 2008”, determinación que llevó a preguntarse a asistentes al citado foro por qué sus pares en Santander no han procedido con la misma diligencia.
“Sería paradójico que la parte del Páramo de Santurbán que está dentro de nuestro departamento de Santander se dedicara a la explotación aurífera a cielo abierto, mientras la correspondiente a nuestro vecino departamento de Norte de Santander se conserva como reserva ambiental”, reflexionó.
Para concluir: “Sería muy lamentable que en un mañana nuestra región perdiera su atractivo, que ha ganado con gran esfuerzo en muchos años, por la carencia del recurso natural más preciado hoy en día: el agua”.
Nueva audiencia
Una Audiencia Pública en Bucaramanga, donde los habitantes del área metropolitana también puedan conocer en detalle el Estudio de Impacto Ambiental presentado por la minera canadiense Greystar Resources para el Proyecto Angostura (localizado en zonas altas de la Provincia de Soto que incluyen territorios del Páramo de Santurbán), y expresar sus inquietudes y opiniones, le solicitó el gobernador de Santander, Horacio Serpa Uribe, a la ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Beatriz Uribe Botero.
Refiriéndose a los “beneficios y eventuales perjuicios que sobre el ecosistema, la oferta hídrica y la composición social de la región puedan generarse”, Serpa enfatizó en su misiva del pasado 2 de diciembre, que “estos impactos, positivos o negativos, han de tener un análisis regional y no local, pues los efectos del mismo se extienden a municipios cercanos y territorio de la cuenca a la cual tributa la zona del proyecto, particularmente el área metropolitana de Bucaramanga”. Adicionalmente, la ministra Uribe Botero deberá pronunciarse en las próximas semanas sobre si otorga o no la Licencia Ambiental a Greystar Resources.
Más que cifras
El Gobierno nacional estima que al final de esta década la producción de oro pasará de 40 toneladas anuales a 80 toneladas. Este anuncio, según el experto en economía ambiental de la Universidad Nacional de Bogotá, “representará muchas más regalías, pero asimismo, más dolores de cabeza”.
“Al país le toco meterse en el tren de la minería intensiva a pesar de ser agresiva con el medioambiente (reduce las reservas de agua natural, contamina los ríos y afecta la biodiversidad) y desencadenar problemas sociales (llegada de grupos armados ilegales, desplazamiento forzado, abandono de la agricultura, etcétera). La preocupación es mayor si se tiene en cuenta que no existen instrumentos mínimos para disminuir los efectos negativos, y esto se debe a que el sistema regulatorio es demasiado débil”, según declaraciones de Sánchez a la Agencia de Noticias UN.
Por su parte, José Javier Toro Calderón, investigador del Instituto de Estudios Ambientales de la Nacional, sostuvo que el decreto 2820 con el que se modificó la Ley 99 de Licencias Ambientales, “dejó la puerta abierta a la minería en todas las reservas naturales del país”. Mientras en países como Costa Rica y Estados Unidos las leyes prohíben las actividades de explotación en territorios protegidos, en Colombia las normas no excluyen explícitamente las reservas naturales.

Frailejón Laguna La Barrosa, Vetas, 3.800 msm. /FOTO ELKIN BRICEÑO LARA
Por Pastor Virviescas Gómez
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