Inicio Bucaramanga Fidel Cano: entre dinosaurios y jóvenes

Fidel Cano: entre dinosaurios y jóvenes

Por motivo del Día del Periodista, el programa de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Unab) organizó un conversatorio con Fidel Cano Correa, director de El Espectador, para hablar sobre los cambios que está afrontando el periodismo del Siglo XXI. La juventud fue el tema central.

“Los periodistas somos muy tercos en darle la razón al otro”: Fidel Cano

Por: Santiago Vásquez García / svasquez592@unab.edu.co

“Uno no puede ser ajeno a ver dónde las personas están consumiendo la información y dar la batalla en hacer buen periodismo. Hay que mirar cómo uno transforma el periodismo hacia allá” – Fidel Cano

Lo que antes conocíamos por periodismo hoy resulta que no es lo mismo. Esta frase, un tanto sonora, que rima y que recién se me acaba de ocurrir, puede definir una de las premisas de la charla que tuvo lugar el pasado 16 de febrero de 2023 en el Auditorio Jesús Alberto Rey Mariño de la Unab. Esta frase puede definir también el sentir de muchos periodistas, puristas, y salas de redacción que vienen buscando cómo mantenerse a flote, desde hace años, en la marea gigante de información que llegó con internet.

La charla, organizada por el Programa de Comunicación Social, llevaba por nombre “Del impreso al TikTok”. Ahí estuvo moderando Farouk Caballero, director del Periódico 15, y el invitado fue Fidel Cano, director del periódico El Espectador, y una Biblia en temas periodísticos.

“Estamos en un momento fascinante, asustador y lleno de retos”, dijo Fidel al inicio de la conversación. Porque es así. Podría decirse que es una época crítica para el periodismo, porque está encontrando una nueva identidad en un mundo que se renueva todos los días. Aunque esto es algo normal para Cano, quien remató diciendo: “El periodismo desde que nació está en crisis”.

El periódico

El Espectador es uno de los medios con mayor trayectoria e importancia en la historia de Colombia. Fidel Cano Gutiérrez, no el que estuvo en la charla (porque entre Fideles y Guillermos con el apellido Cano se puede sentir un efecto parecido al de los José Arcadios y Aurelianos en la familia Buendía), fundó el diario en 1887 con unas bases liberales claras. Dice su bisnieto que “La historia de El Espectador ha estado ligada al buen servicio de la sociedad”, y por eso el diario se ha prestado varias veces para informar, no solo temas nacionales o de la capital, sino también temas de otras regiones que no se divulgan por asuntos de poderes.

El periodismo es visto desde las salas de redacción de el periódico El Espectador más como un ejercicio colaborativo que competitivo. En un país donde la línea editorial de un medio se puede ver afectada por los dueños, o donde la información es controlada por aquél que posee más poder, un medio de trayectoria puede hacer de guardaespaldas para los pequeños. “El Espectador trata de ser una especie de escudo protector para los medios de comunicación locales”, afirma Cano.

Del mismo modo, frente al debate constante con el periodismo militante, Fidel Cano fue enfático: “A mí lo que más me gusta es el pluralismo y tener opciones. No comulgo con el periodismo activista, porque creo que pierde el foco y se vuelve de nicho, pero creo que entre más narrativas existan, es mejor para la democracia y el periodismo mismo”.

En el medio

Fidel es todo lo opuesto a Tik Tok y a la generación millennial. No es histriónico, de hecho, todo lo contrario. Dentro de las publicaciones de El Espectador en redes sociales solo se le ve en un ejercicio llamado “Redacción al desnudo”, que ha sido un gran reto personal pues odia estar frente a las cámaras. No habla pensando en hacer reels de 15 segundos, ni con ese afán actual de tener al observador atento en un mundo donde la dopamina es cada vez más difícil de mantener. “Puedo ser encasillado como dinosaurio”, dice él, pero es consciente de la importancia de la juventud en el mantenimiento del nuevo periodismo.

La dirección de El Espectador tiene algo muy claro, y es el hecho de no quedarse atrás. “Uno tiene que hacer lo que sea para poder trasladar el periodismo a los formatos de ahora”, dice Fidel, y una de las pruebas que reafirman esa frase es La Pulla. Esa video columna de opinión que tenían como personaje principal a una joven hablando en un tono fuerte (para muchos casi que agresivo) sobre temas políticos y de actualidad nacional le dio un nuevo aire al periódico. Cuenta Fidel que incluso en un principio no era bien visto ni por colaboradores, u otros medios, pero al final del día el periodismo está hecho para la gente, y una vez el pueblo habla no hay voz de académico que valga. “La Pulla fue un fenómeno que transformó el periodismo”, dijo.

Una sana mezcla es la que se propone desde los medios que ya han innovado con éxito. No se trata de echar todo por la borda al primer atisbo de cambio. Al contrario, se trata de ir mutando con lo aprendido previamente en la prehistoria (ahora que están de moda los dinosaurios) pero atendiendo a la modernidad, donde ya la comida no se cocina en una fogata al aire libre, pero sí en una estufa que todavía funciona con fuego. Esa fue la clave de El Espectador: combinar dinosaurios y jóvenes.

En las salas de redacción hay una tensión permanente entre el hecho de no perder la esencia, pero llegar al mismo tiempo a nuevas audiencias e informar. “Uno no puede ser ajeno a dónde las personas están consumiendo la información y dar la batalla en hacer buen periodismo. Hay que mirar cómo uno transforma el periodismo hacia allá”, dice Fidel Cano.

La discusión entre defensores y transgresores del periodismo está vigente, en donde ambos tienen razón y al mismo tiempo ninguno. Por eso, en uno de los momentos más destacados de la charla, se planteó una vez más el dilema de si los dinosaurios debiesen o no extinguirse en la academia para poder “salvar” el futuro del periodismo. Cano respondió tajantemente “Antes de pelear podemos mirar qué es lo valioso que le podemos sacar al dinosaurio”, porque en el periodismo no hay una verdad absoluta. Con respecto a la academia, Fidel Cano cree que «en la universidad se aprende para ser mejores, no solo en periodismo».

La juventud: el camino

Cano es un creyente de la academia y de la necesidad de pasar por una facultad de Periodismo para ejercerlo. Dice que “Un periodista que ha leído y ha estudiado en la academia hace mejor periodismo que un empírico”, pero no basta solo con la formación académica. Se necesitan periodistas que propongan mucho más, sin miedo a la respuesta que puedan recibir, y que sean también tercos (no totalmente) en llevar a cabo sus ideas. “Hace falta más atrevimiento”, elemento fundamental en el oficio de informar, dice el director.

Entre las conclusiones que se llevaron los asistentes al evento, una fundamental fue la de dotar de confianza a los jóvenes. A veces el orgullo le gana el lugar al buen criterio, porque “los periodistas somos muy tercos en darle la razón al otro”, Cano también remarcó que darles alas a las nuevas generaciones es fundamental a la hora de hacer las cosas bien. Por eso afirmó que: “las redacciones son lentas para darse cuenta de la forma en que las personas se están informando hoy en día”, y ese punto de vista diferente lo puede dar un joven, tal vez un poco inexperto, pero con ese atrevimiento que caracteriza a esa persona que quiere mostrarse.

Las métricas importan, pero nunca deben importar más que la información que se entrega. El tráfico importa, pero no importa más que el cambio que se puede generar. El mundo va a seguir cambiando, y los medios van a seguir adquiriendo nuevos mecanismos para no quedar obsoletos. Es casi que una selección natural informativa donde sobrevive el que mejor se adapta. El objetivo principal es seguir avanzando, pero como en un carro, pendiente al espejo retrovisor para no olvidar de dónde se viene.

Universidad Autónoma de Bucaramanga