Por María Cecilia Badillo R
mbadillo178@unab.edu.co
Pásate a la Biblioteca Escolar” es un plan experimental dirigido y financiado por el Ministerio de Educación y con participación de la Universidad Industrial de Santander, UIS, cuyo fin es fortalecer las bibliotecas escolares, a través del Plan Nacional de Lectura y Escritura (Pnle).
El objetivo de este proyecto es “potenciar la formación de maestros, directivos, estudiantes e instituciones oficiales para mejorar y promover la lectura y escritura e impactar positivamente en el desempeño de las Pruebas Saber Pro, del área del lenguaje”, así lo menciona Luis Fernando Arévalo, coordinador pedagógico del proyecto.
En una primera fase se adelantó un diagnóstico en 33 colegios oficiales, 15 de Santander, y 18 de Norte de Santander, de jornada única, con el fin de conocer el estado en el que se encuentran estos lugares, para luego dinamizar y fortalecerlas con la ayuda de siete tutores de la universidad mencionada. Diana Marcela Pedraza Díaz, una de los colaboradores en el Departamento, concluye que estas zonas “son olvidadas, no solamente como espacio sino como lugar de desarrollo y potencialización de aprendizaje y enseñanza”.
En una primera fase se adelantó un diagnóstico en 33 colegios oficiales, 15 de Santander, y 18 de Norte de Santander, de jornada única, con el fin de conocer el estado en el que se encuentran estos lugares, para luego dinamizar y fortalecerlas con la ayuda de siete tutores de la universidad mencionada. Diana Marcela Pedraza Díaz, una de los colaboradores en el Departamento, concluye que estas zonas “son olvidadas, no solamente como espacio sino como lugar de desarrollo y potencialización de aprendizaje y enseñanza”. El plan experimental también es promovido por la Asociación Colombiana de Universidades, Ascun, e involucra a siete instituciones de educación superior del país. Para el caso de la UIS, se encuentra adscrito al Centro de Investigaciones en Cultura y Sociedad (Cics).
¿Qué se encontró en el diagnóstico?
La primera, de dos fases, consistió en hacer una radiografía de la biblioteca, adecuarla (en caso de que el colegio tuviese una) y proponer actividades para cumplir con el objetivo. Esta parte inició en septiembre de 2015 y finalizó tres meses después con un documento de los resultados finales, presentados en Bogotá. Según conclusiones del diagnóstico, una de las situaciones negativas que comparten estos planteles es la falta de un espacio para instalar una zona para libros, aspecto que da pie a que Gobierno Nacional busca fortalecer bibliotecas de colegios oficiales “ los alumnos no interactúen ni aprendan con este recurso. Pese a esto, los coordinadores de cada institución, crearon estrategias que ayudan a que se establezca un área y, además, fortalecerla. Un caso que avanza es el de la Institución Educativa La Victoria, en Lebrija, que, aunque los libros ya están organizados, estos se encuentran guardados en un cuarto oscuro. La tutora de colegios en Santander expresa que “lo que hay que hacer es iluminar el cuarto, arreglarlo y, por lo pronto, sacar los libros para que vean que sí son útiles”. Solo las tres Normales Superiores (de Convención, Puente Nacional y Barrancabermeja) ofrecen un lugar de lectura para los alumnos. Aunque el Instituto Técnico Aquileo Parra de Barichara también tiene, pero la comparte con el municipio, por ende el alcalde es quien se responsabiliza de contratar el personal y de suministrar los materiales necesarios. Capacitaciones a estudiantes y docentes, decoraciones del lugar, trueques de escritos de autores, obras de teatro, concursos, entre otras, son actividades que se han realizado en estos 33 establecimientos de enseñanza, de los municipios de Barichara, Barrancabermeja, Bolívar, Charalá, Cimitarra, Girón, Lebrija, Málaga, Piedecuesta, Puente Nacional, San Gil y San Vicente de Chucurí. Según Ana Cecilia Avellaneda Ojeda, directora del Cics de la Facultad de Ciencias Humanas de la UIS, en plan experimental participaron, aproximadamente, 160 docentes. Además en Colombia “participaron, más o menos, 400 centros educativos públicos de jornada única”. En la segunda etapa, que comenzará en junio, se verá de qué manera se ha ido implementando y desarrollando el proyecto, “porque nosotros terminamos en diciembre y se supone que los colegios de forma autónoma deben continuarlo”, explica John Alexander Monsalve Flórez, tutor del proyecto en Cúcuta.
Colegio Agroecológico Holanda, modelo a seguir
Esta sede principal –con capacidad de casi 350 estudiantes-, ubicada en la Mesa de Los Santos, en jurisdicción de Piedecuesta, es una de las instituciones que desde diciembre del año 2015 se involucró en la iniciativa. Carolina Toloza Velandia es la docente a cargo y junto con ella trabajan dos educadores más. Opina que este plan ayuda a que los alumnos investiguen y se interesen por leer, ya que el hecho de que los libros estén expuestos les da la posibilidad de interactuar. Aspecto que no sucedía antes pues “no había biblioteca y los libros estaban arrumados en cajas. Fue hasta este año que le dimos funcionamiento y los niños empezaron a venir”, finaliza. El colegio cuenta con el espacio y textos, pero no tienen suficientes sillas, mesas y estantes. La profesora dice que aún hay material bibliográfico que está en cajas y no los sacan por temor a que se dañen a causa de la humedad. Pedraza Díaz dice que “lo que se busca es conseguir patrocinios, como empresas o universidades, para que ayuden a los colegios con espacio disponible a tratar de montar y mejorar”. Ella espera que haya interesados en apoyar todos estos trabajos porque el proyecto podría despegar aún más. El centro educativo también tiene un aula virtual con servicio de libros en línea. Allí los alumnos pueden ir a leer o escuchar los textos. Pero esta actividad no se puede realizar todos los días por motivo de la señal, “hay días que funciona bien la Internet y hay días que no”, expresa la profesora líder. Toloza Velandia asevera que les ha tocado poco a poco, ya que por falta de un bibliotecario se les dificulta organizarse y crear un cronograma. “Soy la líder del proyecto pero no puedo estar todo el tiempo aquí, pues doy clase”, comenta. Sin embargo el rector Orlando Camacho Prada ya hizo una solicitud a la Secretaría de Educación de Piedecuesta para que esta petición sea atendida. Hasta el momento el proyecto ha tenido reacción positiva, por parte de esta comunidad educativa y las 32 restantes. Según Toloza Velandia y Pedraza Díaz los estudiantes se muestran interesados, pues a raíz de las estrategias implementadas (como el miércoles de lectura, implementado por un mes en el colegio de Los Santos) los niños piden escritos para llevar y leer en sus casas. El trabajo no es solamente restaurar bibliotecas sino darles un nuevo sentido a las mismas, para que no sean vistas como lugares de castigo sino de aprendizaje y diversión.