Pese a que las barandas anti-suicidas que pertenecían a la “Escultura de la Vida” (por estar llenas de colores que incentivaban la vida en vez de la muerte) se cambiaron por otras más modernas, diseñadas especialmente para brindar seguridad a los habitantes y que se creía que disminuiría el número de intentos de suicidios, en lo que va del año, dos personas han tratado de quitarse la vida en el viaducto, lo cual indica que, según la comunidad, no están cumpliendo con ese objetivo.
En la construcción del tercer carril, Mauricio Mejía Abello, secretario de Infraestructura del departamento, dijo que “la decisión de cambiar las barandas ‘anti-suicidio’ se dio por razones funcionales y estéticas”. Sin embargo, residentes del barrio San Martín como Adela Patricia Mosquera, dicen que “a este barandal es muy fácil subirse a los protectores de las barras de sentido norte-sur y lanzarse al vacío que da a las viviendas”, como lo hizo un hombre de 30 años el 23 de julio, quien pretendía quitarse la vida por problemas sentimentales con su pareja y buscaba lanzarse en a un costado del carril en sentido norte-sur. Sin embargo, ante la reacción de la Policía Nacional y la colaboración de los ciudadanos, se logró detenerlo.
“Las barandas anteriores eran menos modernas, presentaba mayor dificultad para que alguien tirara algo hacia el barrio; además, como estas tenían forma de punta de lanza, impedía que las personas se subieran. Así se lograron bajar los índices de suicidio”, comenta Mosquera.
Jessica Tatiana Hernández
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