Mientras el norte de Bucaramanga, conformado por las comunas 1 y 2, figura como uno de los sectores con mayor índice de inseguridad en la ciudad, según lo revela el informe del programa Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos, sus habitantes, especialmente los jóvenes líderes trabajan en proyectos sociales para niños y adolescentes, con el fin de incentivar el cambio en su comunidad.

El microtráfico, las riñas entre ‘parches’, los embarazos en menores y la violencia intrafamiliar son los problemas que más se presentan en la zona. Ante esta situación, un grupo de emprendedores desarrollan espacios de participación y formación, entre los que se destaca la Escuela de Ciudadanía y Liderazgo y el equipo de fútbol Real Sueños Compartidos.

La escuela es un proyecto gratuito, aceptado por 10 colegios, de los 13 que hay en el norte. A la convocatoria acudieron 40 estudiantes. La iniciativa se enfoca en la identificación y formación de líderes a través de un proceso de integración social.

“Hay niños que tienen potencial y queremos aprovecharlo para que salgan a laborar fuerte con su comunidad. Sé que esto es importante porque hace unos años hice parte de un bloque de liderazgo y lo que aprendí es lo que me motivó a compartir la experiencia”, afirmó David Carvajal Guerrero, creador del proyecto.

El programa cuenta con 12 módulos (comunicación social, investigación crítica e incidencia social, hábitos de vida saludable y orientación vocacional) dictados por talleristas voluntarios especializados en sus campos.

Otro de los proyectos que busca aprovechar el tiempo libre de los menores es la Escuela de Fútbol Real Sueños Compartidos, conformada por 25 niños y 30 niñas entre los 11 y 19 años. Hace año y medio se creó la categoría masculina y hace cuatro semanas se abrió el espacio para las mujeres. “En el norte hay niñas que les gusta el deporte pero no tienen dónde practicarlo, ni tienen la forma de pagar. Lo que queremos es apartarlas de lo malo, enseñarles que hay dificultades pero se pueden superar y esto se logra enfocándolas en el fútbol”, expresó Jacqueline Oviedo Orduz, entrenadora de la categoría femenina.

Los entrenamientos se hacen en las canchas del barrio Campo Madrid y aunque no tienen las medidas ideales para la práctica del deporte son los espacios que tienen disponibles. “Solo contamos con tres balones, diez platillos y cinco conos, no es mucho material pero así hemos trabajado en este tiempo”, agregó Oviedo Orduz. Este grupo, además de ser una práctica deportiva también es un espacio que apoya la parte académica de los integrantes ya que contarán con tutores para asesorías en las tareas.

El programa de liderazgo tiene 12 módulos de formación. Se destacan el de comunicación social, investigación crítica e incidencia social, hábitos de vida saludable y orientación vocacional. /FOTO JHON JAIRO BALLESTEROS
El programa de liderazgo tiene 12 módulos de formación. Se destacan el de comunicación social, investigación crítica e incidencia social, hábitos de vida saludable y orientación vocacional. /FOTO JHON JAIRO BALLESTEROS

Antecedentes
En la administración pasada, a cargo de Luis Francisco Bohórquez Pedraza, se desarrolló el programa Escuela de Tolerancia en el que se trabajaron temas como los mecanismos alternativos de justicia, jueces de paz, respeto entre los integrantes de las barras de equipos de fútbol y pactos de no agresión entre ‘parches’. Sin embargo, estos líderes del norte expresan que los talleres con los jóvenes de las comunas nunca terminaron. “La Alcaldía ha enviado gente a hacer charlas y actividades pero solo mientras dura el contrato y se van. Lo que terminan haciendo es un daño porque los muchachos se desmotivan y pierden la credibilidad en los procesos”, aseguró David Carvajal.

Frente a esta situación, la actual administración planteó un proyecto denominado Modelo de Seguridad y Convivencia Ciudadana de Bucaramanga. “Lo que nosotros vamos a hacer aquí, tiene una cierta continuidad en la política pública de años anteriores, pero con algunas particularidades, una de ellas es que no se orienta a una persona sino a una familia”, afirmó Pedro Nel Rodríguez Barragán, actual asesor de despacho para asuntos del norte de la ciudad.

Lo que viene para el norte
Dentro de la actual política pública de Bucaramanga está el programa ‘Hogares π’ (Pi), el cual enfatizará en el acompañamiento constante al núcleo familiar para detectar las causas de los problemas y no solo sus efectos. Según la Comisaría de Familia del norte, en 2015 se identificaron 336 procesos de violencia intrafamiliar y en lo que va de este año se han registrado 39 procesos por lo mismo.

Según Rodríguez Barragán, ‘Hogares π’ buscará acercar la administración municipal a la comunidad, integrar a las personas del sector a todos los programas que ofrecen las oenegé y fomentar el relacionamiento con la comunidad para prestar servicios como internet y televisión satelital.

De igual forma, el propósito será descubrir nuevos líderes que conformen una red de trabajo para aprovechar el conocimiento de las personas que van a participar del proyecto. Entrará a funcionar inicialmente en el norte de la ciudad. Actualmente, la iniciativa integra a 100 voluntarios con habilidades en música, deporte, artes plásticas, cine, danzas y ebanistería; así como profesionales en psicología, derecho, ingenierías y medicina. Al proyecto se han vinculado víctimas del conflicto armado y reinsertados.

“Cada uno de los participantes contará con el presupuesto necesario para los elementos pedagógicos de cada propuesta. El proyecto ya está aprobado por Planeación Municipal, estamos haciendo formalidades para empezar. Se espera que en 15 días comience la prueba piloto, pues ya se han analizado las herramientas institucionales necesarias”, agregó. Los ‘Hogares π’ funcionarán en casas que se tomarán por arriendo y tendrán un veedor que observará el proceso.

“Hay niños que tienen potencial y queremos aprovecharlo para que salgan a laborar fuerte con su comunidad. Sé que esto es importante porque hace unos años hice parte de un bloque de liderazgo y lo que aprendí es lo que me motivó a compartir la experiencia”, afirmó David Carvajal Guerrero, líder del norte. /FOTO LAURA XIMENA CORREA
“Hay niños que tienen potencial y queremos aprovecharlo para que salgan a laborar fuerte con su comunidad. Sé que esto es importante porque hace unos años hice parte de un bloque de liderazgo y lo que aprendí es lo que me motivó a compartir la experiencia”, afirmó David Carvajal Guerrero, líder del norte. /FOTO LAURA XIMENA CORREA

Trabajo comunitario
Cada día David Carvajal Guerrero, de 27 años, inicia sus labores con el objetivo de ayudar a la comunidad. Ha puesto en práctica sus habilidades de liderazgo con la creación de programas sociales. En 2006 comenzó el primer proyecto, al liderar un grupo de adultos mayores y la escuela de padres de las comunas 1 y 2.

“Viví con mi abuela en una invasión por cuatro años. Al lado de la casa se hacían ‘parches’ a fumar marihuana y a planear qué robar. Yo quise ser diferente y empecé a crear programas que ayudaran a mi comunidad”, afirmó Carvajal Guerrero.

Desde los 12 años la labor social ha sido parte de su diario vivir, actualmente es estudiante de quinto semestre de Derecho de la Universidad Industrial de Santander, UIS, y líder de iniciativas como el grupo deportivo Real Sueños Compartidos.

Además, conformó la Corporación para la Investigación y el Desarrollo de la Paz y los Derechos Humanos, Corpazhd, que contribuye al cambio del norte de Bucaramanga. Esta red de estudiantes y profesionales voluntarios de la Universidad Cooperativa de Colombia, UCC, Universidad de Santander, Udes, y la Universidad Industrial de Santander, UIS, trabajan temas de salud, educación, emprendimiento, recreación y deportes.

David Carvajal es ejemplo para los niños y jóvenes de barrios como Campo Madrid, Kennedy, Urbanización Miramar y La Juventud. Es conocido como el “profe”, en las mañanas cumple la labor de estudiante y el resto del día el papel de profesor y líder. “El 25 de agosto celebro 10 años de labor social sin ningún patrocinio, totalmente voluntario”, aseguró Carvajal Guerrero.

También ha motivado a otras personas para que trabajen por la comunidad, como el caso de Jacqueline Oviedo Orduz y Brayan Daniel Escobar Jurado, los entrenadores del equipo Real Sueños Compartidos. Esta joven de 19 años, es estudiante de tercer semestre de Tecnología Deportiva en las Unidades Tecnológicas de Santander, UTS. Hace un mes inició con el proyecto deportivo solo para niñas. Desde los 15 años integra la Selección Santander y a los 16 años ingresó al equipo deportivo Botín de Oro.

“Cuando les conté a las niñas mis experiencias de viajes a ciudades del país, más se animaron a seguir con el equipo. Mi sueño es crear una escuela deportiva, que integre todo los deportes, pero que sea en el norte, porque allí no hay ninguna”, afirmó Oviedo Orduz.

Niñas de Campo Madrid acuden a entrenamientos de fútbol para superar su nivel de juego y competir con otros equipos santandereanos. /FOTO LAURA XIMENA CORREA
Niñas de Campo Madrid acuden a entrenamientos de fútbol para superar su nivel de juego y competir con otros equipos santandereanos. /FOTO LAURA XIMENA CORREA

El objetivo del trabajo que ella está realizando con las jóvenes del barrio Campo Madrid, es formarlas en técnica para que puedan superar el nivel de juego y competir con otros equipos femeninos. Además hace charlas que las motivan e influyen en su estado anímico. Jacqueline Oviedo organiza los horarios de sus entrenamientos y clases para llegar puntual a las prácticas con las alumnas que la esperan los martes, jueves y sábados en la cancha. “Quiero tener algo fuerte para demostrarle a la Alcaldía que sí hay con qué trabajar”, expresó.

Así como Jacqueline Oviedo, Brayan Daniel Escobar Jurado, de 16 años, aparta los martes, jueves y viernes para los entrenamientos con el equipo masculino. Hace tres meses dirige esta iniciativa, de la que hacen parte 25 niños de 11 a 15 años. Este equipo entrena en las canchas del barrio Betania, que actualmente están sin alumbrado.

Los proyectos deportivos no son los únicos que se desarrollan en este sector. José Donay Maldonado Rojas, de 19 años, lideró el año pasado un programa de Pre-Icfes, con el apoyo del colectivo Ágora Materia Gris, para los jóvenes del colegio Café Madrid. Se vincularon 45 estudiantes que no tenían la posibilidad de prepararse para la evaluación del Estado. El proyecto duró tres meses, de lunes a viernes, además se implementaron talleres los sábados para reforzar lo realizado.

“Quiero que la comunidad mire que en Ciudad Norte no solo hay gente problemática, alcoholismo, vandalismo y prostitución; sino que también hay jóvenes que queremos ayudar a las personas de escasos recursos, no es nada complicado, solo es tocar las puertas en diferentes partes, esto es vocación”, aseveró José Maldonado. En 2015 José Maldonado Rojas ganó un emprendimiento de nueve millones en un concurso lanzado por la Alcaldía de Bucaramanga para promover ideas de negocio. Su propuesta es la creación de un puesto de frutas y verduras, ya que vive en una finca en Bavaria 2.

Por Jhon Jairo Ballesteros C.
jballesteros343@unab.edu.co 
Laura Ximena Correa S. 
lcorrea288@unab.edu.co
Universidad Autónoma de Bucaramanga

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