Hace un año la corporación Cootrausan comenzó a trabajar en un modelo de complementariedad que uniera a Metrolínea con los buses convencionales. Dicho proyecto entró a fase exploratoria, inició su proceso de evaluación, se revisó, cumplió su proceso de aceptación  y finalmente se llevó a cabo la primer prueba piloto el pasado 19 de julio.

El objetivo fundamental de buscar iniciativas de complementariedad surge de las solicitudes de los usuarios de complementar sus destinos. Las rutas ordinarias no llegaban en su totalidad  a los destinos que requerían los usuarios. Los barrios del Norte son unos de los más afectados con esta problemática porque las diferentes cuencas del sector sólo tenían un solo destino.

Aunque Cootrausan es una agremiación que representa a Unitransa S.A., Transcolombia S.A, Cotrander Ltda. y Trans Girón S.A., sola las primeras dos empresas mencionadas fueron las encargadas de iniciar la prueba con un total de 14 vehículos y cinco rutas.

Para el proceso de selección se tuvo en cuenta distintos aspectos vitales para el desarrollo del proyecto. Luis Fernando Sánchez, gerente de Transcolombia, cuenta que se miró primeramente la disponibilidad de la flota “porque no podemos abandonar las rutas que venimos trabajando y se trataron de escoger los conductores que ya han tenido experiencia de operadores en el sistema alimentador y articulado con la operadora Metro 5”.

La primera fase, que finalizó el 19 de agosto, superó los resultados esperados, movilizando el primer mes cerca de 79 mil usuarios, cuando normalmente se movilizaban 53 mil personas.

Según Sánchez, “Esta cifra superó las expectativas que teníamos. Únicamente nos falta llegar a un nivel de equilibrio que cubra los costos de la operación, pero estamos satisfechos con el número de usuarios que estamos manejando”.

En la segunda fase, que inició el mismo 19 de agosto,  el número de buses que hacen parte de las pruebas aumentó y actualmente hay entre 50 y 60 vehículos. Además, otras dos rutas se implementaron debido a la aceptación y la utilización de las personas.

Adriana Angarita, residente de Brisas del Paraíso en el norte de Bucaramanga, comenta que “las nuevas rutas que se establecieron son muy útiles porque al ser tan limitado el único trayecto del bus que pasaba, la gente pagaba mototaxi”. Por la poca disponibilidad de rutas en el sector del norte, la mayoría de ellas se trazaron en ese lugar.

Por otro lado, Julián Arenas, director de operaciones de Metrolínea, dice que uno de los problemas de esta nueva complementariedad es que los buses convencionales no cuentan con validador y torniquete, lo que los lleva a trabajar con tickets que limitan la utilización de integración bus a bus.

“Aquellos sectores donde el usuario tenga que bajarse a abordar otro vehículo, al no tener la tarjeta, inicialmente le cobraría otro pasaje. Por eso es que este ejercicio funciona únicamente para los trasbordos que se tengan dentro de zonas pagas”, afirma Arenas.

En el momento el proyecto sólo cuenta ruta en dos estaciones pagas donde pueden hacer trasbordo, la estación de Provenza y la de San Mateo en la zona del centro.

“ En la estación de San Mateo tenemos un funcionario que entrega un tiquete con el que se puede abordar directamente al sistema, pero no se puede hacer esta práctica en todas las estaciones”, manifiesta Julián.

La nuevas rutas que integran las pruebas que se están realizando en la ciudad son las siguientes:

Por Linda Dayanna Sánchez Flórez
lsanchez348@unab.edu.co
Carol Andrea Riaga Gómez
criaga@unab.edu.co

Universidad Autónoma de Bucaramanga

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