
Por Luis Álvaro Rodríguez Barrera / lrodriguez669@unab.edu.co
Roberto Lippi, coordinador de ONU -Organización de las Naciones Unidas- Habitat para los países andinos, estuvo en Bucaramanga el 26 de septiembre de este año, en reunión con el Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB.
Luego de la visita oficial, el italiano dialogó con Periódico 15 sobre la movilidad sostenible en la ciudad y las posibilidades que abre la implementación del sistema de ciclorrutas, con miras al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El plan nacional de desarrollo de los próximos gobernantes debe apuntar a los objetivos de desarrollo sostenible, ¿cómo casa ahí el tema de las ciclorutas?
Esa es una pieza fundamental. Creo que lo que tenemos que pensar hoy es cómo transitar de la ciudad del siglo XX a la del siglo XXI. La ciudad del siglo pasado ha sido la de los automóviles, de los carros, y su planificación ha sido pensada en función de los vehículos y de una movilidad que le permitiera a los ciudadanos desplazarse en su carro particular. Mientras que la ciudad del siglo XXI está pensada para el peatón, esencialmente para el ciudadano y su planificación tiene que ser totalmente distinta, entonces es una ciudad que tiene que contemplar muchas áreas verdes, un espacio público de calidad, un transporte público de calidad y de baja contaminación, por tanto una buena calidad del aire. Y en esto entran todas las estrategias de movilidad sostenible y, en particular, la bicicleta. El tema de la bicicleta es un tema que se cruza funda mentalmente con la agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) está mencionado explícitamente dentro del marco de transporte sostenible, la bicicleta como un instrumento fundamental, tanto por el objetivo once, que es el objetivo que tiene que ver con ciudades y asentamientos humanos sostenibles, como por los objetivos trece y cinco.
En una entrevista a la Universidad Tecnológica de Bolívar, usted dijo: “Una ciudad creativa es aquella que está en grado de buscar soluciones novedosas a sus propios problemas”. En ese sentido, si hay un sector de bumangueses que rechaza los trazados de ciclorruta. ¿Qué tanto de ‘creativa’ tiene Bucaramanga?
Es verdad que cada territorio tiene que expresar su inteligencia, su propia capacidad de resolver los retos, de una forma que esté vinculado con su propia cultura y que esté vinculada al tiempo con una capacidad de innovación. En el tema de las bicicletas pasa el mismo fenómeno en todo el mundo, pasar de una ciudad de
la concepción del automóvil a la del peatón, transporte público y bicicleta, no es nada fácil, es un proceso que requiere una pedagogía a la ciudadanía y requiere también de hacer inversiones como las ciclorrutas que, efectivamente, potencializan esos factores. Cada vez que estamos frente a procesos de transformación urbana y que tiene que ver con movilidad sostenible, tenemos el mismo fenómeno; la gente tiene dificultad de entender porque se trata de un cambio de paradigma y una vez que empieza a tener vías peatonales, la posibilidad de utilizar la bicicleta, mejores espacios públicos se da cuenta que mejora la calidad de vida y por supuesto la calidad del medioambiente.
En julio de este año, algunas personas borraron las líneas de demarcación del trazado de ciclorrutas. ¿Recuerda alguna situación similar en contra de la implementación de este sistema?
No conozco en lo específico algún lugar en donde haya ocurrido algo así, pero sí ha habido fenómenos muy parecidos de oposición frente a las ciclorrutas y a la peatonalización de vías, en casi todos los lugares. Siempre ha pasado que una de las preocupaciones es el comercio. La percepción es que si trazamos una ciclorruta o reducimos una calzada en una vía que está dedicada al tránsito de vehículos, estamos afectando la economía en este sector. En realidad, estudios en el mundo demuestran que la realidad es completamente al revés: la peatonalización de la vía o volver la vía más verde, volverla accesible a través de bicicletas, mejora el comercio porque permite mejorar este espacio.
Al principio el comercio sufre por este cambio pero en el mediano plazo, todos los estudios, de todas las ciudades del mundo muestran que hay una mejora. Y el segundo tema grande que se menciona es que no hay suficiente gente que quiera utilizar la bicicleta, es decir, se está haciendo una gran inversión para poca gente. Pero a nivel internacional se demuestra que no es así, hay casos en los que, cuando mejora la infraestructura, la seguridad para los ciclistas y las rutas van por las principales vías, permite conectar las zonas residenciales, el trabajo y zonas de servicios, lo que aumenta exponencialmente el número de ciclousuarios.
¿Cómo cuáles casos?
El de Sevilla ha sido un caso completamente increíble en menos de tres años se multiplicó por once el número de ciclousuarios, de ahí empezó a crecer a un más rápido. Entonces hay un círculo que romper, ese que dice que cualquier transformación que vuelve a la ciudad más amable, más a dimensión humana, más vinculada con el peatón, afecta al comercio; al inicio es cierto, pero es seguramente falso a mediano y largo plazo.
La congresista María Fernanda Cabal tildó de patético un vídeo de la intervención de la joven activista Greta Thunberg en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Para Roberto Lippi, ¿quién es Greta Thunberg?
No conozco personalmente a Greta (Thunberg) pero me parece fantástico, me ilusiona como funcionario de Naciones Unidas y como persona, el hecho de que haya jóvenes que empiezan a pensar que un cambio de paradigma sobre la acción climática es fundamental para el presente y futuro. Esta visión que tienen los más jóvenes, tiene que enseñarnos a todos que hay que tomar muy en serio el cambio climático.