Por Valeria Almeyda Ordóñez valmeyda@unab.edu.co

Brazada tras brazada, patada tras patada, con respiraciones lentas y duraderas, así ha llegado Kelly Andrea Cadena Ragua (45 años) a resaltar como una de las mejores deportistas y entrenadoras de natación en Santander. Y no se queda solo en eso. También ha sido entrenadora y jugadora de squash, triatleta Ironman y Oceanman, en las competencias de aguas abiertas. Esto no ha sido fácil, pues entre crítica y crítica, le han tratado de ahogar sus oportunidades, pero nunca se ha dejado hundir.

Antes de cualquier paso, la familia Cadena ha educado a sus hijas a nadar. Kelly tiene dos hermanas menores y todas han practicado natación desde muy jóvenes. “Mi familia por parte de papá son nadadores. Mi abuela era nadadora”, sostiene. El amor por la natación lo tienen en las venas y les recorre como agua que baja por el río. Tenía cuatro años cuando inició su vida en este deporte, y con tan solo quince años ya ayudaba a su tío, Édgar Cadena, a entrenar a los muchachos de la Selección Santander y el Club Poseidón. Hoy es la entrenadora cabeza de ambos equipos.


Por un tiempo, decidió soltar la natación y comenzó con otros deportes. Inició a practicar y enseñar squash antes de sus 19 años, pero por una lesión en la rodilla tuvo que desistir. Se puso el objetivo de salir de su zona de confort y comenzó con los triatlones. Inició con la distancia Sprint que consiste en setecientos cincuenta metros de natación, veinte kilómetros de ciclismo y cinco kilómetros de atletismo. Pero eso no era suficiente, su próxima meta fue la distancia Olímpica, mil quinientos metros en natación, cuarenta kilómetros de ciclismo y diez kilómetros de atletismo. Y quería más. Se unió al triatlón Ironman: “la gente pensaba que yo estaba loca, que no podría”. A pesar de los comentarios, después de cinco horas treinta y seis segundos, logró llegar a la meta antes de las seis horas propuestas.

Al finalizar su universidad y después de su especialización en entrenamiento deportivo, la madre de Kelly esperaba una bebé, Kamila. En conversaciones con su tío sobre cómo involucrarla descubrió la matronatación, una pre-natación para bebés a partir de los seis meses. Así, comenzó su especialización y todo lo que aprendía de sus clases lo transmitía a su hermana. “Ella siempre me exigía y eso me hizo la deportista que soy hoy. Mis mejores recuerdos con ella siempre van a ser en el agua”, comenta Kamila.

Actualmente, Cadena Ragua es entrenadora de la Selección Santander y el Club Poseidón. / FOTO SUMINISTRADA

Kelly tiene una actitud amable y fuerte. “Es una persona luchadora, siempre ayuda y apoya a quién lo necesita”, afirma con orgullo Juan Daniel García, uno de sus estudiantes más antiguos y actual representante de la Selección Santander en los Juegos Panamericanos Juveniles de este año. Además, el entrenador de natación William Jiménez comenta “he sido testigo de su evolución, tanto cerca como lejos, y sí es la cabeza de la Selección es porque es una entrenadora de admirar”.

Ha participado en varios eventos deportivos nacionales e internacionales como los juegos Mar y Plata, los Ocean Swim, las competencias Ironman, e incluso tuvo la oportunidad de participar en la octava edición del “Desafío 2011: La lucha de las regiones, la piedra sagrada” representando a los Santandereanos. Kelly afirma que no siempre es fácil ser cabeza de la Selección Santander y dueña del Club Poseidón.

En sus inicios las críticas por ser la entrenadora, sí, mujer específicamente, fueron fuertes y muchos no creían en sus capacidades de llevar al equipo a tener grandes logros. Pero con esfuerzo, resultados y siendo, como lo menciona su hermana “la entrenadora que cualquier deportista querría tener”, ha dejado callada a más de una persona con su eficiencia y sus capacidades a la hora de sacar el equipo adelante. Incluso, gracias a sus logros, ahora hace parte de los entrenadores que apoyarán a la Selección Colombia de Natación.


Un día con Kelly Cadena

Sus jornadas comienzan a las cuatro y media de la mañana. Puntual en el estadio la esperan sus estudiantes para comenzar el entrenamiento de la Selección. Ya en el agua, con el pie en empeine, el cuerpo recto y los brazos estirados, los muchachos comienzan su entrenamiento. Una hora y media de brazadas y patadas, saltos al agua y giros subacuáticos. Se escuchan de fondo los pitos de otros entrenadores, muy rara vez se escucha un regaño de Kelly, la curiosidad me abunda cuando noto que no utiliza el pito con su equipo: “no me gusta. El sonido es fastidioso y en competencias se confunde con el del juez. Uso un silbido especial que ellos reconocen”, y efectivamente, un silbido y todos se detienen, avanzan o incrementan su velocidad dependiendo el ejercicio.

Kelly Andrea Cadena durante los entrenamientos en las piscinas olímpicas de Bucaramanga. / FOTO SUMINISTRADA

Cuando le llega la hora de entrar al agua, Kelly hace un entrenamiento de casi dos horas: calentamiento en piscinas, diferentes tipos de nado, ejercicios de fuerza en brazo y pierna. Su meta es estar lo mejor posible para las competencias de Ocean Swim en 2022.

Pasa gran parte de su tiempo en las piscinas olímpicas y al pasar tiempo con ella algo se aprende. Por ejemplo, que en natación la respiración funciona al revés. El aire se toma por la boca y se expulsa por la nariz. También, que los hombres no tienen la misma estabilidad pélvica que las mujeres por su incapacidad de dar a luz, y que el miedo que sentimos a retarnos es algo impuesto desde que somos bebés. Kelly, al entender a la perfección esta y otras cosas sobre su deporte, se ha convertido en un excelente ejemplo para todos.

Universidad Autónoma de Bucaramanga