Los 2,6 kilómetros que conectan al parque de Los Niños y la Universidad Industrial de Santander (UIS) tienen una inversión aproximada de $1.600 millones y son de uso exclusivo para las personas que transitan en bicicleta; sin embargo, esto pasa desapercibido para algunos conductores de carros y motos que no respetan la norma de la ciclorruta y deciden circular por la vía poniendo en riesgo la vida de los biciusuarios.
Liliana García Hernández, entrenadora de ciclismo, contó que, a pesar de que estos lugares son solo para ciclas, “siempre una moto se atraviesa en mi camino. No entiendo, si es algo para nosotros por qué los otros vehículos siguen transitando por aquí y lo peor de todo es que nos pitan para quitarnos de la ruta o nos van lanzando la moto”.
En el recorrido que Periódico 15 hizo a la ciclorruta, que comprende la construcción de seis tramos que van desde el parque de Los Niños hasta la Universidad Industrial de Santander, UIS, encontró que los trayectos más difíciles de circular son la carrera 30 con calle 30 y la carrera 28 con calle 21, puesto que los vehículos no respetan las señales que los ciclistas hacen para pedir paso al siguiente cruce, además de la falta de semáforos.
No obstante, algunos aseguran que el cambio de cultura para mejorar la seguridad vial se va a dar en la medida que las personas comprendan que este es un nuevo modo de movilizarse. “Es una ciclovía buena porque son espacios para los ciclistas, para que puedan transitar seguros. Aunque hay muy poca cultura y por eso debemos cambiar la mentalidad. El ciudadano piensa que porque tiene un automóvil ya tiene más derecho sobre los biciusarios”, expresó Eduard Giovanni Jaimes, agente de tránsito.
En la visita de campo también se pudo observar que tanto los vehículos como los transeúntes no respetan la señalización del bicicorredor y responden de forma grosera hacia los comentarios de los usuarios. De igual modo, se percibe que si bien la falta de seguridad vial es un problema en la mañana, en la noche la delincuencia está presente en la mayor parte del sector.
Reviva la #TwitterCrónica15 en la que un ciclista enfrenta los obstáculos al circular por la ciudad
Ella es Vanessa Echeverri Rodríguez, estudiante de Licenciatura en Lenguas Extranjeras con énfasis en Inglés en la @UIS. @periodico15 la acompañó en el recorrido que hace en la #ciclorruta para llegar a su sitio de trabajo. @unab_online @ComSocial_unab @RedperiodismoU pic.twitter.com/TpEzfc57fF
— Periódico 15 (@periodico15) May 4, 2018
Sin entregar la ciclovía
La ciclorruta se debía haber entregado a principios de abril pero debido a que falta la instalación del pictograma del ciclista en la Avenida Quebrada Seca con carrera 30 y en la carrera 27 con calle 32, conexiones que están a cargo de la Secretaría de Infraestructura del municipio, la obra entró de nuevo en suspensión.
Este proyecto, que fue adjudicado al Consorcio Parque de los Niños CC, con la intervención del Consorcio Bucaramanga 2017 en cabeza de Alba Lizeth Ballesteros Quiroga, ha entrado dos veces en suspensión, la última fue el pasado 11 de abril.
La primera fue desde el 30 de diciembre de 2017 hasta el 31 de enero de 2018, esta ocasionó varias quejas puesto que su construcción no fue socializada con la comunidad que vio afectadas sus viviendas y locales. La Secretaría de Infraestructura de Bucaramanga indicó que “habían algunas redes eléctricas, acueducto y telecomunicaciones que estaban muy superficiales”. A pesar de esto, la comunidad hace uso de los 2,6 kilómetros de corredor exclusivo para vehículos sin motor. “Yo transito por la ciclovía pero está muy mal. No hay señales, no hay nadie pendiente, se mete cualquiera. Es un lío pasar por ahí pero esa es la vía por la que puedo circular para llegar a estudiar”, comentó Paola Oviedo Serrano, estudiante de la UIS.
Educación, movilidad sostenible y salud
El Instituto de la Juventud, el Deporte y la Recreación de Bucaramanga, Inderbu, y la Dirección de Tránsito de Bucaramanga, DTB, con la creación de la Oficina de la Bicicleta, están propiciando espacios donde las personas entiendan la importancia no solo de respetar a los ciclistas sino también de la movilidad sostenible, cuyo propósito es frenar la contaminación ambiental.
Gerardo Joya Díaz, jefe de cultura vial de la DTB, afirmó que “la idea es apoyar la salud en la ciudad y la movilidad sostenible que es la base fundamental de todo. Se está haciendo un trabajo en las instituciones educativas para que el niño vaya valorando el proceso”.
Estas instituciones no solo le apuestan al tema de movilidad y medio ambiente sino también a la salud y los beneficios que trae consigo montar bicicleta. Germán Ardila, del área de mercadeo de Inderbu, explicó que “estamos enfocados en la recreación y el sano esparcimiento para que la ciudadanía tenga hábitos y estilos de vida saludable. Entre más monte bicicleta va a tener mejor salud”.
Desde el Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, se está trabajando para que el uso de la cicla no solo sea de modo recreativo. De acuerdo con su director, Rodolfo Torres Puyana, “estamos trabajando desde rutas ambientales, tenemos planes pedagógicos para que la gente sepa que se puede transitar también en cicla y no es sinónimo de ocio”, aclaró.
La pedagogía está a cargo de la Oficina de la Bicicleta en cabeza de su directora, Johana Serrano, quien le informó a Periódico 15 que “estamos generando unos materiales audiovisuales para enseñarle a la gente el uso y apropiación de la ciclorruta y así explicarle en qué consiste cada una de las señales”.
Cultura vial
La planificación territorial ya incorpora el tema de la movilidad sostenible como uno de los asuntos más importantes a desarrollar en los cuatro municipios del área metropolitana de Bucaramanga que comprende Piedecuesta, Girón, Floridablanca y Bucaramanga.
En este aspecto falta una cultura vial para que las personas perciban la bicicleta como una alternativa de transporte. Según Aldemar Díaz Sarmiento, subdirector de transporte del AMB, los primeros pasos para su desarrollo es que “la malla vial de ciclorrutas debe ser pensada de manera que sea funcional para permitir los desplazamientos hacia los centros administrativos y que haya una prioridad en los entrecruzamientos de calles”.
Andrea María Navarrete, miembro del colectivo Mujeres Bici-bles, manifestó que “es un tramo que tiene algunas fallas y equivocaciones. Faltó más pedagogía, se quejaron mucho los habitantes. Quedó muy bien pintado pero me parece que nos ponen a dar vueltas innecesarias”.
Sin embargo, los ciclistas afirman que a pesar de todas estas fallas la construcción de la ciclorruta fue un gran paso aunque resaltan que la inseguridad vial y la falta de conciencia ciudadana son los principales problemas de su diario vivir.
Por María Hernández Cárcamo
mhernandez100@unab.edu.co