Por cinco meses y trece días la Fundación Santandereana para el Desarrollo Regional (Fusader) es la sede del primer encuentro fotográfico de la región, que en esta ocasión tiene como directriz un enfoque de paz que busca mostrar desde varias partes del territorio y con nuevos ángulos la violencia y la victimización en Colombia. Su fin es promover la paz: “relación de armonía entre las personas, sin enfrentamientos ni conflictos”, según la definición de la Real Academia Española (RAE).

Para el cumplimiento de este propósito participan en exposiciones, conversatorios y talleres seis exponentes de la fotografía documental profesional y empírica. Esta iniciativa está a la cabeza de la Corporación El Cristal, organización dedicada a la gestión cultural para la primera infancia y de público adulto, es apoyada por el Ministerio de Cultura, la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Unab), Radio Nacional de Colombia, Fusader y Posters Digital, empresa encargada del montaje fotográfico para las exposiciones.

Luis  Álvaro  Mejía Argüello, director ejecutivo de la fundación, expresa la pertinencia de este evento para Santander, “el trabajo que se está haciendo con este encuentro es mostrar temas coyunturales en aspectos políticos, sociales y ambientales que han estado rodeados de crueldad y sufrimiento, ahora por medio del arte en reunión con los autores se nos  presenta  hacer  reflexiones. Es adicionar al arte a una responsabilidad social para generar un cambio positivo. Nuestra alianza permite fomentar el conocimiento y dinamizar los procesos que se desarrollan en el departamento y en nuestra casa cultural”.

Testimonios contra la violencia

Los   recursos   destinados   para el  encuentro  fotográfico fueron aportados en un 50 por ciento por el  ministerio,  30  %  por  la corporación  y  20  %  por  entidades privadas.

En representación de Santander participan Nelson Cárdenas, Mario Niño y el Colectivo Memoria Fotográfica, de otras partes del país son Linda Aragón, Federico Ríos Escobar y Vanexa Romero. Los temas a tratar son la pobreza como  violencia,  la  desconexión de los territorios, la vida de comunidades rurales y urbanas, y su relación con el ambiente.

“El no tener hogar, servicios públicos, comida o seguro médico también ocasiona violencia y esta ausencia de factores desencadena en más violencia, porque luego estas personas por necesidad pueden llegar a ser victimarios dentro de la sociedad”, comenta Natalia Ortiz coordinadora del primer encuentro. /FOTO SUMINISTRADA

“Estamos haciendo el encuentro por la idea de pensar, mirar y reformular los caminos que está tomando Santander. Hay que conocer el sentido de las imágenes que estamos creando porque se debe entender el poder que tienen. Con el encuentro estamos abriendo nuevos espacios para la comunidad para que vean la otra Colombia  que  no  nos  muestran los medios, sino la Colombia que nos muestran otros colombianos y que el arte y cultura son un eje transformador”,   comenta   Natalia Ortiz Mantilla, miembro de la Corporación El Cristal y coordinadora del primer encuentro.

Disparos que construyen paz

‘Revictimizados:     historia     de un  despojo’ es  la  obra  de  Vanexa Romero, periodista de la Universidad del Norte y actual reportera gráfica del periódico El Tiempo en Barranquilla. Su primera exposición individual está disponible durante el presente mes en Fusader.

La   muestra   artística   consta de 20 imágenes que retratan el desalojo de una comunidad en el predio El Tamarindo, espacio temporal humanitario, de acuerdo a la organización Comunidades Construyendo Paz en los Territorios (Conpaz), del municipio de Galapa, Atlántico. El 9 de diciembre de 2015, 44 personas fueron despojadas de sus viviendas y enseres por parte de la Inspección Cuarta de Barranquilla y la Policía Nacional debido a la invasión de propiedad privada.

“Las fotografías son un reflejo de lo que tienen que vivir las personas que realmente sufren la guerra, de cómo sobreviven en medio del dolor y con la indiferencia, el egoísmo y el desinterés que encuentran. Es un fenómeno que se repite. La intención de la obra es ser un grito visual de algo que no deja de ocurrir. En este caso es la historia de unas personas que fueron desplazadas por la violencia en el Caribe y que nuevamente son desplazadas, esta vez por un ente gubernamental junto a organizaciones privadas”, dice la autora sobre la obra.

Los residentes del lugar situado a 30 minutos de la ciudad portuaria, llevaban 10 años viviendo en el predio resultado del desplazamiento por el conflicto armado interno del país.

Las exposiciones fotográficas del encuentro se cambian cada mes y los conversatorios se realizan con los autores de las obras, al igual que los talleres. /FOTO JUAN GUILLERMO NEIRA
LOAIZA

Juan Manuel Garnica, estudiante de literatura de la Unab y asistente a la exposición, comenta que “es una muestra que interpreto como una denuncia, es fuerte ver cómo estas personas son despojadas por el bien del progreso y  la  industrialización  en  el Atlántico, todo esto sin importar las historias de esas personas. El desplazamiento es una problemática presente en casi todos los departamentos y en este caso las personas lo viven por segunda vez.  Con la exposición se les da un altoparlante a sus voces y a su sufrimiento”.

La memoria, un acto inolvidable

Para enseñar a las nuevas generaciones el arte de la fotografía junto con la importancia de superar el pasado y las dificultades de los entornos, en el marco del encuentro también se desarrollará un taller de fotografía básica con  estudiantes  de  bachillerato del norte de la ciudad. En la actividad se proyecta realizar una capacitación de las herramientas de composición fotográfica  para que  posteriormente los estudiantes con cámaras de rollo reflejen en imágenes la cotidianidad de su territorio. El resultado se divulgará en la clausura del evento.

Vanexa Romero   resalta que las imágenes tienen el poder de recordarnos quienes somos con la intención de mejorar, además, considera que encuentros    como    este son importantes para la memoria histórica de un país porque “permite preguntarnos y evaluarnos en varios niveles lo que está ocurriendo en nuestra sociedad y que a través de la fotografía podemos señalar mejor esos puntos que generan inconformidad e inquietud sobre las situaciones que vivimos”, ella no concibe contar historias sin una cámara.

Por Juan Guillermo Neira L.

jneira217@unab.edu.co

Universidad Autónoma de Bucaramanga