Por Lucía García Sánchez
lgarcia73@unab.edu.co

Rosa Montero Gayo es una periodista y escritora española que a lo largo de su vida ha realizado entrevistas a personajes como Richard Nixon, expresidente de Estados Unidos; Indira Gandhi, ex primera ministra de India; Malala Yousafzai, premio Nobel de Paz en 2014. Desde 1977 trabaja de manera exclusiva para el diario El País (España). Ha sido galardonada por su labor periodística y por sus obras literarias; los premios más recientes, el Ciudad de Alcalá de las Artes y las Letras 2019, y el Cedro 2020.

Su obra, “La Buena Suerte”, retrata las emociones y deseos humanos, así como los dilemas y encrucijadas que se nos presentan a lo largo de nuestras vidas. Montero Gayo habló con periódico 15 sobre el proceso de producción de una novela, lo que esta obra significó para su carrera y lo que busca que las personas encuentren en ella, su posición frente a la pandemia que nos encontramos viviendo y sobre su participación en Ulibro 2020, la cual será el sábado 29 de agosto, a las 11:30 de la mañana, a través de www.ulibro. com y Facebook Live de la Feria.

Facsímil del libro Los tiempos del odio, de Rosa Montero, editorial Seix Barral. /
FOTO SEIX BARRAL

¿Qué conlleva redactar una novela y en qué punto de la redacción, uno como autor, considera cuál es el inicio de la historia a contar?

Las novelas nacen antes de empezar a escribirlas, principalmente se escriben dentro de la cabeza. En mi caso, las novelas nacen de una pequeña imagen, yo lo llamo el  ‘huevecillo’, que parte del mismo lugar del inconsciente donde se construyen los sueños y se siente como uno de estos pero lo vives con los ojos abiertos. Te emociona y te turba tanto ese sentimiento que te dices a ti mismo: “yo tengo que compartir esto, tengo que contarlo”. Durante año y medio, desarrollo la idea y los personajes me van contando su historia hasta que al final de ese tiempo, ya sé todo y como soy arquitectónica termino haciendo organigramas de la novela para saber cuántos capítulos va a tener y qué sucederá en cada uno.

El sábado 29 de agosto, desde las 11:30 a.m., en www.ulibro.com podrá escuchar a Rosa Montero junto a Mario Jursich, en el conversatorio ‘Los tiempos del odio’.

¿Cómo se logra redactar y transmitir a los lectores el ‘clímax’ de la historia a contar en elementos narrativos como la novela?

El oficio se aprende, por ejemplo, la primera vez que un carpintero elabore una mesa le saldrá con mil imperfecciones pero a medida que pase el tiempo y practique más, logrará elaborar un buen producto. Para lograr el ‘clímax’ en una historia, se debe tener presente el ritmo y cómo suena la novela en tu cabeza, no existe una norma. Las novelas son lo que cuentas y la manera en que desarrollas ese relato, fondo, forma y el silencio porque lo que no se cuenta es igual de importante de lo que se cuenta. Una novela, que es un trabajo largo de muchos años, se mantiene viva gracias a los momentos que se desenvuelven en ella; la escena primera, el origen y ‘huevecillo’ de la novela, la escena final y luego si uno tiene suerte, hay otras dos o tres escenas, en total no más de cinco, que son como cráteres. Se te ocurren a medida que vas contando, te emocionan y te empujan a ese pico de sentimientos que te hacen caer en cuenta que estás transmitiendo lo que buscaste y quisiste en un inicio. 

Del proceso de producción de su novela “La Buena Suerte”, ¿recuerda alguna anécdota o hecho especial que haya marcado tanto su carrera profesional como su vida personal?

Esta fue una novela difícil, viajé y trabajé mucho, mi madre estuvo mal de salud y murió hace tres meses, para ese tiempo ya había finalizado el relato. Cada camino de cada novela, suele tener sus propios abismos y sus propias glorias. Hay una cosa distinta de esta, que no me había sucedido con ninguna, y es exactamente cuándo nació el ‘huevecillo’ porque resulta que la idea de esta narración, se dió el día que yo iba en un Renfe AVE a Málaga, en el sur de España, a dictar una charla y estaba escribiendo un artículo en mi ordenador y de repente se paró el Renfe en un sitio aterrador. Levanté la cabeza, vi unas vías y al fondo de estas, una casa horrorosa, paupérrima, de la época del desarrollo franquista de los años 60´s con un cartel hecho a mano con la tapa de una caja de zapatos que decía: “Se vende” y el telefóno. En ese momento, me dije: “Dios mío, esa es la representación del fracaso. Quién va a comprar ese horror de casa” y entonces se me ocurrió el ‘huevecillo’, me dije: “y sí” (siempre empiezan así), y sí de repente hubiera alguien en mi situación, ve esto, se baja en la siguiente estación, vuelve y coge el tren de vuelta, entra en esta casa, compra ese piso y desaparece ahí. No llega nunca a Málaga. Llegué a la charla, se dio la parte de las preguntas, me hicieron el mismo interrogante que tú (cómo nacen las novelas), conté la anécdota emocionada y dije: “estoy segura de que algún día será una novela”, entonces sé el día que se me ocurrió que fue el 17 de abril de 2017.

“Estamos viviendo en una prueba absolutamente histórica de la humanidad. Nos tocó y por ende debemos vivirla de la manera más sana”.

Muchas personas hablan sobre el miedo a vivir y cómo este quita una vida plena, pero, ¿cómo se logra pasar más allá del mensaje motivacional de ‘pierde el miedo’ a la acción del día a día de ser capaz de tomar la decisión de soltar cosas e ir hacia el camino de una mejor vida?

Algunas de las obras de Rosa Montero Gayo son Lágrimas en la lluvia, La ridícula idea de no volver a verte, El peso del corazón y Los tiempos del odio. / FOTO TOMADA DE ROSAMONTERO.ES

No hay otra opción, simplemente hay que pensarlo. Por ejemplo, amar siempre nos convierte en personas más frágiles porque no solo duele lo que te pase a ti, sino lo que le pasa a los otros y lo que te puede pasar a ti respecto a los otros entonces amar nos pone en una situación más vulnerable. Pero decidir no amar por miedo a la vida, es decidir no vivir, la calma de los cementerios, es una vida que para mí no merece en lo absoluto vivir. Entonces al reflexionar sobre eso, cada vez que tengas miedo te das cuenta que estas escogiendo y de qué te arrepentirás el día de tu muerte, la gente se divide en aquellos que prefieren equivocarse por acción y aquellos que prefieren equivocarse por misiones (aquellos que tienen miedo de errar).

¿Cómo fue ejemplificar en la novela la falta o carencia de control del ser humano?

Es uno de los ingredientes básicos de mi mirada sobre el mundo, yo creo que la vida es contradictoria y paradójica, que evidentemente somos simplemente juguetes del azar, no controlamos en absoluto nuestras vidas pero lo que sí controlamos es la manera en que respondemos a lo que nos sucede. Siempre hay una lección, aunque el abanico de ésta sea muy pequeño, siempre hay una micra de lección y ahí nos jugamos nuestro destino, nuestra integridad, nuestra dignidad y nuestra libertad.

La periodista española ha entrevistado a personajes de la talla del expresidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y la ex primera ministra de India, Indira Gandhi. / FOTO TOMADA DE ROSAMONTERO.ES

En su novela, menciona estos versos de Lorenzo de Médici: “quien quiere estar contento, que lo esté. Del mañana no hay certeza”, trayéndolos a colación con lo que nos encontramos viviendo, ¿cuál considera es una sana alternativa para vivir el día a día en medio de este caos y si los versos son un acierto en cuestión a lo que nos sumerge y se encuentra pasando en el mundo?

Es verdad y muy curioso, que aunque la novela se terminó en enero antes de declararse la pandemia, terminó siendo una novela curiosamente pandémica, muy apropiada para estos tiempos. Son coincidencias que se dan y todo lo que sucede va tremendamente al hilo, incluso el protagonista en cierta manera se confina. Aprender a vivir el momento es algo muy difícil incluso en las mejores circunstancias, tenemos por delante una prueba histórica, hay que tener en cuenta que de esta pandemia se hablará dentro de trescientos o cuatrocientos años como nosotros hablamos de la gran peste de 1348, estamos viviendo en una prueba absolutamente histórica de la humanidad. Nos tocó y por ende debemos vivirla de la manera más sana, más cooperativa, más generosa y más solidaria posible porque de algo así no podemos salir, si no lo hacemos con los demás. La cuestión es, primero tener la suficiente resistencia, paciencia y esperanza para pasar el tiempo que nos queda, y lo segundo ver cómo salimos, no avergonzarnos de lo que hemos hecho en este tiempo y que estemos razonablemente satisfechos de eso.

¿Qué significa para usted y para su carrera ser parte, por primera vez, de la Feria del Libro de Bucaramanga, Ulibro 2020?

No conozco Bucaramanga, pero sí he estado bastantes veces en Colombia. Me encanta. Me habían pedido varias veces participar en la Feria, pero por esto de viajar tanto nunca pude hacerlo y ahora que se dio la oportunidad estoy feliz. Así sea una visita virtual, estoy dichosa de participar en esta Feria que es estupenda como suele pasar en Colombia que tiene esa vitalidad y afectividad.

Respecto al tema cultural, en este caso lo que es la lectura para la ciudadanía, ¿qué opina que este tipo de eventos se tengan que realizar de manera virtual? ¿considera sea una desventaja?

Es una desventaja claramente, ver las cosas en directo lo hace más caluroso y permite que la gente participe de una manera más directa, uno se siente más cercano pero bienvenido sea porque la cultura en la pandemia ha demostrado ser un arma valiosa para luchar contra la oscuridad y contra el desaliento, y además, por otro lado estas reuniones virtuales permiten que gente, a lo mejor que no hubiera podido asistir pueda hacerlo e incluso a muchos más. Nada en la vida es de un solo color por lo que tiene y tendrá sus buenos provechos como ventajas.

“La vida es contradictoria y paradójica, somos juguetes del azar, no controlamos en absoluto nuestras vidas, pero sí la manera en que respondemos a lo que nos sucede.

Universidad Autónoma de Bucaramanga