Por Juan Pablo Jácome Pinilla
jjacome842@unab.edu.co
La Ruitoca es una quebrada ubicada en el municipio de Floridablanca que tiene preocupada a la comunidad por el olor que emana y la contaminación de sus aguas. A esto se suma que es otro de los afluentes del área metropolitanta afectado por el fenómeno de ‘El Niño’, el cual ha disminuído su caudal.
“Estamos muy afectados con el problema de la quebrada. Estoy a punto de acabar con el vivero porque ese olor es impresionante y me tiene bastante perjudicado”, aseguró Arnulfo Moreno, administrador del vivero Tú y Yo, ubicado en el sector.
Juvenal Mayorga es portero del conjunto Vizcaya y habitante de Ruitoque, quien preocupado por el estado de la quebrada declaró: “El color de las aguas es oscuro. Son aguas negras las que caen a la quebrada”.

La comunidad asegura que el problema de la quebrada lo estaría generando una empresa que cría y sacrifica pollos llamada Polloplus. Así lo reitera Martín Duarte Pereira, presidente de la Junta de Acción Comunal del Valle de Ruitoque, primer sector: “Nuestra preocupación es muy grande, la gente va a las casas de los miembros de la junta a aclamar que se haga algo por mitigar este problema ecológico. Hace algunos años mucha gente tomaba de esta agua, inclusive, se hacían paseos de olla, hoy día solo es un recuerdo”.

Entes públicos al tanto de la situación
Según la Oficina Asesora de Planeación de Floridablanca, Polloplus no cuenta con viabilidad de uso de suelo y hasta la fecha no reposa ninguna solicitud de la misma, por lo que la empresa no debería estar ubicada en el sector donde se encuentra operando.
“Polloplus cuenta con un certificado de uso del suelo, pero no de viabilidad que lo da planeación”, esto aseguró Mayra Vega Bayona, ingeniera civil y de control urbano, quien trabajaba con la Oficina de Planeación de Floridablanca e inspecciona que la construcción de la empresa no estuviera sobre el área de aislamiento de la quebrada (15 metros de aislamiento de la fuente hídrica). “Planeación de Floridablanca no tiene la competencia ambiental de hacer un sellamiento de incumplirse la normatividad, la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (Cdmb) es el ente encargado”, comentó Vega Bayona.

La quebrada nace en la Mesa de Ruitoque y desemboca en el río de Oro. Tiene una longitud de aproximadamente 9,78 kilómetros y un caudal de 0,0996 metros cúbicos por segundo, según el último estudio realizado por la Cdmb hecha el 23 de septiembre de 2014.

Precisamente el caudal de la quebrada es un factor determinante para que su estado esté desmejorado. “Está disminuida y no puede asimilar la carga contaminante por su bajo caudal. Si bien se cumple con lo permitido, la invitación para las empresas que verten sus aguas al caudal, es a autoregularse en un tiempo de sequía disminuyendo su producción”. Así declaró Nelson González, director de la Oficina de Desarrollo Ambiental de Floridablanca. Además, resalta que “el 25 de enero se hizo una visita a La Ruitoca y se encontró una carga contaminante. Luego a Polloplus y se hizo un seguimiento a la concesión de aguas y permiso de vertimientos. Es probable que los vertimientos estén dentro de los límites de la ley”.

Edinson Pinzón es el dueño de Polloplus y dice que cuenta con todos los requisitos incluida “la autorización de vertimiento que me expidió la Cdmb y ahora en estos momentos, por las cuestiones climáticas, hemos acordado con la autoridad ambiental suspender voluntariamente dichos vertimientos y llevarlos a una planta autorizada. La licencia no se ha podido sacar con Planeación Municipal, ya que ellos no la expiden. La empresa lleva más de 15 años funcionando, por lo tanto no existen obras nuevas, todas datan de esos años”.

El cuestionamiento que hacen los miembros de la Junta de Acción Comunal del Valle de Ruitoque, a Polloplus y a la Cdmb, es por qué la empresa avícola cuenta con permiso de vertimientos de la Corporación sin tener la licencia de construcción de Planeación Municipal, siendo este un requerimiento.

Habla la Cdmb
Andrea Melissa Serrano Serrano, subdirectora de Evaluación y Control Ambiental de la entidad, asegura: “hay que tener en cuenta que existe una normatividad modificada en el año 2010 y a partir de esa se exigen ciertas cosas. En el decreto 3930 de 2010 es donde viene a hacerse este requerimiento adicional que no existía cuando ellos pidieron el permiso de vertimientos bajo la normativa del decreto 1594 de 1984. Si bien no se requería ese documento (licencia de construcción), la Corporación sí hace un seguimiento y control del vertimiento que se
está haciendo para determinar si es necesario renovarlo o si no es posible”.

La Oficina de Desarrollo Ambiental de Floridablanca pide “no verter el 100 % de aguas residuales a las fuentes hídricas. La otra parte deberían almacenarla y transportarla a otros sitios igualmente autorizados dentro del marco legal”. Del mismo modo Andrea Serrano, de la Cdmb, expresa que se están haciendo acercamientos con el sector avícola para mirar soluciones alternas.

Universidad Autónoma de Bucaramanga

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