
Por Sebastián Ágreda/ jagreda@unab.edu.co
Para el fotógrafo Nelson Cárdenas Ferreira (San Vicente de Chucurí, Santander) y la antropóloga María Johana Cadavid Mesa (Concordia, Antioquia), 2019 representó la oportunidad perfecta para recorrer las mismas rutas por las que hace 200 años transitaban Simón Bolívar y sus tropas mientras buscaban la independencia de la Nueva Granada. Con este objetivo en mente, Cárdenas y Cadavid, en compañía del montañista Pablo Porras (Bucaramanga, Santander), llegaron a Arauca con sus bicicletas, en las que se dirigirían a Boyacá. El viaje es hoy plasmado a modo de relato en el libro ‘Bicientenario, la libertad pendiente’.
Para el recorrido, Cárdenas afirma que no contó con una preparación física previa más que el desplazamiento en una hora al municipio La Calera de Bogotá junto a Cadavid. Sin embargo, explica que tuvo que contactar con anticipación a varias personas en Arauca por la situación presente en la zona en el momento del viaje, al estar varias zonas del departamento bajo dominio del Ejército de Liberación Nacional (Eln), y representar un riesgo para los autores debido a la entonces reciente ruptura de los acuerdos entre el grupo armado y el Gobierno. Con poco equipaje, Cárdenas, Cadavid y Porras se dispusieron a recorrer los largos caminos que conducen a Boyacá, listos para explorar la diversidad social y cultural que abarca todo el recorrido.

Cárdenas explica que específicamente en este caso el tiempo era un factor que poco o nada se tomaba en cuenta, pues el motivo principal del viaje era recolectar información sobre los habitantes de los distintos lugares que componen la ruta entre Arauca y Boyacá, y así retratar el entorno que se vive en estos sectores del país. “Entre más se demore muchísimo mejor. Eso es una norma del viaje y está asociada con que uno va preguntando cosas, averiguando con la gente, recogiendo información y fotografiando. A veces la cámara sí demora. En el caso de las personas no es como que usted para, toma la foto y se va. Tiene que esperarlos.”, afirma el fotógrafo.
Para la primera mitad del viaje, Cárdenas contó con una cámara profesional y un único lente, con el fin de aligerar el peso en el equipaje. Posteriormente, debido a un descuido, el equipo fotográfico tuvo que ser reemplazado por una cámara compacta, que Cárdenas cataloga como “cámara de turista”. Sin embargo, afirma que la importancia está en la disposición por tomar fotos, más que en el sistema que se use.
Para los viajantes, el panorama que encontraron fue contradictorio en cuanto a la evolución que estos territorios tuvieron desde los días en que los libertadores pasaron por allí. Nelson Cárdenas explica que pese a contar con servicios básicos, como la electricidad o el agua, estos sectores quedan aún apartados de la atención nacional, muchas veces olvidados por su difícil acceso. “Si usted va allá y revisa el páramo de Pisba, el hecho de que los campesinos estén en confrontación con el Estado porque no les deja abrir una vía que a ellos les permitiría salir a una población a cuatro horas y no a diez, es un indicio de que hay un choque entre la centralidad que manda y la periferia que está buscando que esa centralidad se ocupe de ella.”, expone Cárdenas mientras relaciona esta problemática con el título de su libro. Por esta razón, el coautor hace especial énfasis en el papel que jugó la población civil en el proceso independista, así como el que cumple hoy en el panorama desconocido que reflejan estos lugares apartados en el país. Ante esta situación, Cárdenas y Cadavid decidieron fijar el precio del libro en $40.000 pesos, con el fin de hacer el producto accesible para un público amplio.

El proceso de realización representó una dificultad para los dos coautores. El tener que elegir entre las decenas imágenes recolectadas en el viaje y limitar la información contenida en videos y audios al formato escrito, fueron obstáculos para los autores a la hora de relatar la experiencia. El fotógrafo afirma que debieron resumir el contenido por factores como el precio de producción o la simplicidad con la que el mensaje relatado debía llegar al público. De igual forma, la coordinación de varias personas para el libro final fue un reto más en la lista de pormenores para la publicación. Aun así, el fotógrafo y coautor del libro afirmó que la dificultad más grande en esta experiencia fue encontrar la disposición para hacer el viaje.
Con esta publicación, Cárdenas y Cadavid no esperan dar al lector un producto académico, sino un contenido que, por medio de la fotografía y el relato escrito, permita a quien lo lea experimentar desde una perspectiva cercana y fiel a la realidad, la situación de los sectores ubicados en los territorios que abarca la ruta desde Arauca a Boyacá.

Para finalizar, Nelson Cárdenas Ferreira afirma que el objetivo principal de ‘Bicientenario, la libertad’ es continuar con el proyecto a través de nuevos recorridos y narraciones, con adaptaciones de los contenidos a otras narrativas que permitan una difusión sencilla del producto y, por consiguiente, un mayor alcance en el público.