
Los próximos 11, 12 y 13 de agosto se realizará el XIII Congreso de la Facultad de Ciencias de la Salud y el IV Congreso Internacional: “Salud mental e interdisciplinariedad en el marco legal colombiano y mundial”.
El objetivo planteado con esta actividad académica se enfoca en dos partes. La primera, busca crear espacios de discusión psicosocial con enfoque en salud mental pública, bajo la legislación colombiana en temas de actualidad que requiere claridad y conceptos multidisciplinarios.
La segunda pretende abordar el tema desde un enfoque clínico – terapéutico, desde la actualización sobre las distintas enfermedades mentales y otras especialidades relacionadas, tanto a nivel etiológico, epidemiológico, diagnóstico y terapéutico.
Cada uno de los temas abordados contará con la participación de expertos, quienes darán a conocer los diferentes puntos de vista, clínico, legal, social y psicológico en busca de la unificación de conceptos.
Apuntando al bienestar
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental abarca una amplia gama de actividades directa o in- directamente relacionadas con el componente de bienestar mental, “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sola- mente la ausencia de afecciones o enfermedades”, así como las enfermedades mentales.
Ambas son fenómenos complejos de tratar, pues intervienen aspectos ecológicos y biopsico- sociales. Están interrelacionados con aspectos políticos, culturales, sociales y ambientales; por otro lado, con circunstancias psicológicas, simbólicas y biológicas.
La ausencia de salud mental tiene una repercusión directa sobre la calidad de vida de las personas, en su relación con los otros y en la capacidad de socialización, interfiere con la producción ocupacional, laboral o académica y tiene efectos negativos en la relación del individuo con su entorno, con consecuencias negativas a nivel interpersonal y productivo. Según la OMS, la mala salud mental se asocia a las condiciones de trabajo estresantes, a la discriminación de género, a la exclusión social, a los modos de vida poco saludables, a los riesgos de violencia y mala salud física y a las violaciones de los derechos humanos. Es por esto que colectividades con altas proporciones de problemas en salud mental necesariamente adquieren una dinámica desequilibrada y poco productiva.
Estas sociedades cambian y evoluciona con el paso del tiempo, adquiriendo nuevas conductas e inclinaciones que requieren de leyes que las regulen, que nos diga cómo debemos comportarnos en sociedad y solucionar conflictos. Muchas de las leyes suelen ser polémicas y difícil de aceptar debido
a que generarían un cambio drástico en la forma de actuar de algunas partes conservadoras de las sociedades. Sin embargo, estas leyes que afectan de manera directa la salud mental de una comunidad deben ser establecidas con base en un criterio científico que permita cambios con resultados positivos.
Actualmente, existen diferentes ponencias, proyectos de ley y leyes aprobadas por el Congreso que buscan la modernización de la sociedad y que inevitablemente se asocian con algún tipo de influencia en la salud mental de los colombianos. Por ejemplo, en 2012 las plenarias de Senado y Cámara de Representantes aprobaron la Ley de Salud Mental, cuyo objetivo central es la atención integral e integrada de la población colombiana en relación a la promoción, prevención y prestación de servicios médicos en salud mental.
Ante esto, es necesario abrir espacios de diálogos productivos donde se expongan y tengan en cuenta los diferente puntos de vista con base cultural, científica, ético y legal.
Este congreso abre las puertas a la diversidad de opinión sobre un tema visto desde diferentes áreas del conocimiento no sola- mente médico.