De acuerdo con la Secretaría de Salud de Barrancabermeja, quien actualmente trabaja con el apoyo de la Policía Ambiental y el Ejército Nacional, se busca la manera de generar sanciones más severas a los que sin ningún tipo de certificación o aval abren mataderos clandestinos de animales en el puerto petrolero. “Estamos haciendo control total de los expendedores de carne, especialmente de los pequeños. Además, estamos trabajando de la mano con la alcaldía municipal en un nuevo decreto que tenga sanciones más severas”, asegura Marcela Ivón Navarro, coordinadora del eje de Salud Ambiental de la Secretaría de Salud.

Según las autoridades, el debido procedimiento para el sacrificio es alzar el animal en rieles durante dos minutos y medio para para que haya una buena sangría. Luego enviarlo a la planta para practicarle la evisceración, que no debe ser menor a veinticinco minutos, para llegar a su pesaje final, sin víceras, piel, cabeza y patas.

Sin embargo, esto no se cumple. En estos sitios se encuentran herramientas que no son aptas para el sacrificio de los animales como hachas, machetes, martillos, pesas y porras, todas oxidadas. “Cuando el animal está amarrado, con la porra se le da un golpe en la cabeza y quedan inconscientes, después se le entierra el machete por un costado de la panza, entre más lloren y ruido hagan los animales, más rápido se desangran”, comentó el médico veterinario de la Planta de Beneficio Animal de Barrancabermeja, Luis Octavio Hernández.

En una planta con todas las normas sanitarias se están sacrificando alrededor de 60 reses por día y en un matadero clandestino se asesinan alrededor de cinco o seis animales por noche. Algunas carnicerías, ubicadas en la plaza de mercado o vía al corregimiento El Centro, se vende carne de dudosa procedencia, a precios más baratos, lo que les genera a los dueños de dichos lugares un mayor lucro. “Mientras que en un supermercado cuesta 10 mil pesos una libra, la que proviene de los mataderos cuesta 7 mil pesos. No es mucha la diferencia”, aseguró Fahen Michelle Archila, ama de casa.

Sacrificio de porcinos

Aunque en el municipio tenga planta de beneficio autorizada, el sacrificio de porcinos aún no está autorizado en el puerto petrolero, como lo aseguran las autoridades. La línea de actividad de porcinos que no venga con el sello de planta autorizada es ilegal.

“Con el nuevo plan de racionamiento de plantas a nivel nacional, Barrancabermeja se vio beneficiado con una de las plantas que en estos momentos todavía está en el proceso con el  Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima)”, afirmó Navarro.

En los últimos cuatro meses, la Secretaría de Salud ha encontrado 30 mataderos clandestinos ubicados en la zona rural del municipio de Yondó (Antioquia), así como el corregimiento El Centro. Otros en la zona urbana del municipio, como en los barrios María Eugenia, Antonio Nariño, Pozo Siete y La Esperanza. Estos mataderos son de reses, cerdos y de caballos.

“Tenemos un problema y es que la jurisdicción de Yondó no nos permite hacer operativos, así que una vez las personas pasen el puente ya le corresponde a la Secretaría de Salud de ese municipio. Para minimizar los riesgos, el Batallón Especial Energético y Vial N° 7 (Baeev7) ha puesto unos puestos de control las 24 horas”, dijo Navarro.

El Baeev7 cumple la labor del anillo de seguridad número 3 en el acompañamiento para los operativos que se realizan en el municipio y sus alrededores.

El procedimiento consiste en hacer rotación de uniformados cada ocho horas, con el fin de confiscar más de cinco libras de carne y hacer el llamado a la Secretaría de Salud de manera inmediata. Dicha autoridad se desplaza al lugar y se encarga de transportar la carne incautada y de proceder ante el responsable.

Las personas que la movilizan deben demostrar la procedencia de los cárnicos, y además, que se transporta en congeladores, que cuentan con una ruta específica para el traslado, la guía de beneficio que evidencie la compra en la planta autorizada. De lo contrario, se procede a hacer la incautación por parte de las autoridades militares o la policía.

En cuanto a las enfermedades que pueden ser transmitidas por el consumo de estas carnes, la Secretaría de Salud cuenta con un sistema de vigilancia epidemiológica que hace seguimiento a las enfermedades diarreicas agudas (EDA) y enfermedades transmitidas por alimentos (Etas).

El objetivo de la Secretaría de Salud es cuidar continuamente a los habitantes de ese tipo de enfermedades y minimizar el riesgo con las campañas de socialización y educación sanitaria, para que la comunidad sea consciente de todos los daños que el consumo de este tipo de carnes puede llegar a tener.

 

Por María Alejandra Valdés Rosado

mvaldes158@unab.edu.co

Universidad Autónoma de Bucaramanga

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