
Por Leidy Juliana Peña Solano/ lpena631@unab.edu.co
“Nosotros queremos ver el partido y regresar a salvo a nuestras casas, no deseamos la muerte, ni la violencia en nuestros estadios, solo disfrutar de los encuentros deportivos que significan mucho para nosotros”, precisó Ricardo ‘Richie’ Oviedo, líder de Fortaleza Leoparda Sur, barra del Club Atlético Bucaramanga. Asimismo, Lady Pico Hernández, directora de Aguante la Barra aclara que “esto no es un proceso que se logra en cuatro o seis meses, esto es una apuesta a largo plazo que está buscando que la fiesta futbolera se viva con paz”.
Durante esta semana más 60 líderes serán testigos del Primer Encuentro de Barrismo Nacional en la ciudad. En este espacio se discutirán las razones del conflicto entre aficionados a través de las Mesa para la Convivencia. En suma, durante este evento se abordarán soluciones para los actos violentos que ocurren cuando un equipo juega de visitante o en el transcurso de su viaje. “En Colombia estamos acostumbrados a que se juegue el fútbol sin visitante, y esto no debería ser así”, sostiene Alirio Amaya, representante del Colectivo Futbolero Nacional.
Esta semana también se celebrará el Primer Foro Nacional de Barrismo Social, en el que el sociólogo Nicolás Cabrera, experto en violencia deportiva, explicará desde sus investigaciones cómo funcionan estos problemas sociales y cómo podrían resolverse. Al respecto, este argumenta que “en Argentina estos proyectos sociales no funcionan, las peleas, riñas y muertes son más frecuentes, lo peor es que nadie pone sus ojos en esto que está sucediendo”. La parte legislativa también será mencionada, puesto que Colombia cuenta con el Estatuto del Aficionado y el Plan Decenal de Fútbol. “El marco normativo también es relevante para cambiar el panorama, y en esos los colombianos somos pioneros en Latinoamérica. Ningún otro país se ha preocupado por sus hinchas, que son quienes suman dinero a los enfrentamientos deportivos”, argumenta Amaya.

Del Estatuto del Hincha al Plan Decenal de Fútbol
En la legislación colombiana se creó en primer momento crear una disposición que reuniera derechos, beneficios y deberes de los aficionados. En este acuerdo se incluye la calidad de los estadios, el acceso a los baños, la posibilidad de asociarse y de expresar culturalmente sus sentimientos. Por otro lado, les exige un buen comportamiento, pero también les da garantías a la hora de consultar su reporte del proceso por parte de las autoridades competentes. A su vez, este estatuto comprende la implementación de un plan decenal que se ocupe de todos los pormenores administrativos que la ley establece
Así surgió este, que fue emitido en 2014 (finaliza en 2024). Allí se comprende muchos hechos sociales en los que interviene este deporte: inclusión, la familia, la convivencia, la industria y por supuesto el barrismo social. Este fue definido en el programa como “acciones encaminadas a re direccionar las formas de expresión de los integrantes de las barras que inciden negativamente en ámbitos individuales, colectivos, comunitarios. Y potenciar los aspectos positivos que deben rescatarse”.
Las fases de este proyecto son: la caracterización de las barras, la comprensión de su organización, su reunión en foros y ambientes culturales. Durante estos cinco años, el plan se ha llevado a cabo regionalmente. La muestra de esto son los encuentros de hinchas en diferentes ciudades, y esta vez en la capital santandereana. “Lo importante acá es visibilizar estos proyectos, porque sabemos que aún hay conflictos dentro de las hinchadas pero desconocemos que se están ejecutando acciones importantes al respecto”, sostiene José David Castrillón, líder de la hinchada del Deportivo Independiente Medellín.

“Aguante la barra”, un proyecto local
Este es el resultado de ese marco normativo que ubicó al aficionado en el centro de la ley. En el proceso de caracterización se descubrió que hay alrededor de 1110 hinchas pertenecientes a cuatro equipos nacionales: el Club Atlético Bucaramanga, Atlético Nacional y América de Cali. Esta población ha sido formada en lenguajes de señas, como guías turísticos y se les ha complementado sus saberes en música. De estas iniciativas se integraron 19 barristas a entidades públicas y privadas para ser promotores de cultura.
Otra de las iniciativas que este grupo llevó a cabo fue dictar conferencias en colegios acerca de su labor social, con el fin de evitar que los nuevos miembros de estos conglomerados se formen en un ambiente de discordia y conflicto. Los hinchas recorrieron cerca de 12 colegios e instruyeron desde su experiencia a alrededor de 1500 jóvenes.Estos también aprendieron aerografía, de esa forma consiguieron ser los autores de sus trapos, contrario a lo que antes sucedía, puesto que estos los mandaban a hacer a otras ciudades. Este hecho les suponía un gasto adicional. Ahora saben cómo hacerlo y evitan esos costos.