Antes de cerrar la conversación, Oscar Parra Castellanos, periodista e ingeniero de sistemas, creador del portal periodístico Rutas del Conflicto, lanza la siguiente afirmación: “Creo que los medios de comunicación y nosotros como periodistas debemos aceptar que fracasamos contando el conflicto. Hablamos todos los días de la guerra y la guerra no se entiende, y eso es un fracaso”.
Lo dice luego de contar con alegría y satisfacción –y algo incrédulo al mismo tiempo– la experiencia de participar en los Premios Data Journalism 2017 (DJA, sigla en inglés) y lograr para Rutas del Conflicto el galardón como mejor portal periodístico de datos del año. Desde 2014, esta página web se ha convertido en fuente de consulta para periodistas, entidades del Estado, ciudadanos del común y en especial para las víctimas. A través de wwww.rutasdelconflicto.com o de la aplicación para teléfonos celulares del sistema iOS o Android, se puede acceder y conocer las masacres cometidas por grupos armados ilegales desde 1982 hasta la actualidad, los lugares donde ocurrieron, el número de desaparecidos y víctimas, y el grupo al que se les atribuye los hechos de violencia.
La información fue recopilada gracias a la labor de Parra Castellanos durante su trabajo en el portal Verdad Abierta, los informes del Centro Nacional de Memoria Histórica (Cnmh) y la investigación periodística adelantada con estudiantes de periodismo de la Universidad del Rosario.
Al también ingeniero de sistemas, egresado de la Universidad Nacional de Colombia, y magíster en periodismo de la Universidad San Pablo CEU, de España, le cuesta creer la buena noticia que se conoció el jueves 22 de junio en el Palacio Imperial de Hofburg, en Viena, durante la cumbre de la Asamblea Mundial de Editores (GEN, en inglés).
Pero, sabe que después de cuatro años de trabajo, indagando en las bases de datos de las entidades oficiales y relatando en detalle cerca de 750 masacres perpetradas por grupos paramilitares, (según el Cnmh, la tercera parte de las que ocurrieron en Colombia), hoy recoge los frutos y se destaca su iniciativa dentro de un grupo 573 postulantes de distintos países que inscribieron sus proyectos a los DJA este año.
Con este logro, Parra Castellanos y su equipo periodístico recuerdan que, gracias a un periodismo hecho con pasión, dedicación y de la mano de la tecnología, se puede hacer visible aquello que, a lo mejor, los colombianos no queremos reconocer, y es que las víctimas del conflicto interno colombiano deben seguir importando para sanar como pueblo y avanzar como sociedad.
Junto a los más ‘duros’
Que Parra aún no asimile el premio tiene sus razones, pues la iniciativa colombiana competía con medios internacionales como Le Monde (Francia) y The Telegraph (Reino Unido). Además, con portales de periodismo de investigación y de datos como Ctrl+X, de la Asociación de Periodistas Investigativos de Brasil (Abraji), cuyo equipo es reconocido por catalogar 2500 demandas presentadas por políticos brasileños que intentaban eliminar información de acceso público, violando la libertad de expresión, durante el proceso electoral de 2016, y FiveThirtyEight.com (Estados Unidos).
Asimismo, con La Nación Data, de Costa Rica, perteneciente a este medio tradicional centroamericano, que se ha dedicado a convertir los datos en reportajes, infografías y nuevas formas de narrar, y en un servicio para la comunidad, especialmente en la época electoral.
Según los jurados de los DJA, encabezado por Paul Steiger, exjefe de redacción de The Wall Street Journal y de ProPublica, agencia de noticias que se dedica al periodismo de investigación, los ganadores representan “lo mejor de lo que el mundo del periodismo de datos tuvo que ofrecer en el último año”.

datos del mundo. Lo acompañaron los periodistas Fernanda Barbosa y Juan Gómez. / FOTO SUMINISTRADA
Ir en contravía de lo tradicional
Rutas del Conflicto es un proyecto que comenzó en 2013 bajo la tutoría de editorial de Verdad Abierta (en manos de la periodista María Teresa Ronderos) y con el apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica (Cnmh). Lo que se quería inicialmente era documentar las masacres perpetradas por los grupos paramilitares y esto, en cifras, alcanzó un promedio de 750 hechos de violencia. Según recuerda Parra, el Cnmh contabilizó que eran un tercio de lo que en realidad había ocurrido en el país durante las casi seis décadas de conflicto armado en el país.
“Como ingeniero de sistemas empecé a pensar en tecnología para tratar de visualizar una mirada más de lejos de lo que un puede tener cuando hace periodismo tradicional. ¿A qué me refiero? Se va todos los días a una audiencia, hay gente que confiesa, y se hace la nota periodística, pero luego de dos meses no tienes una herramienta que te permita ver todo lo que has ido recogiendo. De mi bolsillo armé un prototipo con estudiantes de la Universidad del Rosario y monté el proyecto con cinco estudiantes”, comenta.
El prototipo se convirtió en una página web que se ha ido transformado gracias a la tecnología, pero a la constancia en el trabajo de Parra Castellanos. Luego de cumplir su ciclo como periodista en Verdad Abierta, se fue para la Universidad del Rosario donde además se convirtió en el director académico de la maestría en periodismo.
Los navegantes que visitan Rutas del Conflicto hacen búsquedas avanzadas de los registros, de mapas, líneas de tiempo y actores armados que perpetraron el hecho. Y los que prefieren, también pueden descargar la aplicación en los teléfonos celulares y hacer las consultas.
Hoy, tras buscar financiación a través de becas y con el apoyo de la universidad, el proyecto cuenta con una redacción de 10 integrantes, que no superan los 24 años, entre los que se encuentran estudiantes de periodismo, periodistas, diseñadores gráficos, programadores e ingenieros de sistemas, entre otros.
Parra lo cataloga como un “espacio creativo” que de la mano de la innovación busca enriquecer el oficio como periodista. “De mi parte hay cierto cansancio frente a las lógicas tradicionales que tiene el periodismo en este momento. A la hora de crear este proyecto pensaba en ir un poco en contravía de eso, si algo no funciona con la audiencia, eso no era lo importante, sino pensar en cuáles eran las maneras para llegarle al público. El norte del proyecto no era tener un millón de clicks y ser el más rápido, porque el periodismo va a la par de la coyuntura. Esto es un periodismo más reposado, de manera nueva, muy pedagógico”, explica.

sistema iOS o Android
de descarga gratuita.
En dicha app se pude
filtrar la búsqueda de
información por departamentos y lugares, y además, se pueden aportar datos para nutrir los registros. /
IMAGEN TOMADA DE
CELULAR
“Yo sobreviví”
Tanto la página web como la aplicación (app) permiten la interacción. Esto llevó a crear un puente entre las víctimas y los periodistas que no solo sirvió para enriquecer la información que ya alojaba el portal, sino para darle voz a los testigos de las barbaries.
Así nace una sección llamada “Yo sobreviví”, la cual les permitió llegar a las regiones donde no siempre se accede a la información a través de redes sociales o los mismos medios tradicionales. “Revisamos los registros, nos lo repartíamos y hablábamos en radios comunitarias y comerciales, y así recogimos unas 60 historias de la gente contándonos cómo había sido ese proceso de dolor y cómo se ha convertido eso en una experiencia de superación, en algunos casos, en otros no tanto”, explica Parra.
Fue así como Rutas del Conflicto empezó a trabajar en un laboratorio con enfoque de periodismo participativo. En él, los profesionales y estudiantes han creado desde videos animados, hasta llegar a lo que se conoce como fact checking o verificación de datos, con el fin de comprobar el trasfondo de las historias que se cuentan en los medios de comunicación.
De acuerdo con Oscar Parra, la clave del equipo es recoger datos, tratar de ir a comunidades para que ellas los chequeen
y aporten en la construcción de información, cuenten sus historias, cómo crear un puente desde internet, y crear puentes para internet trayendo las historias que están en región. “Las cifras de las masacres también tienen rostro. Es un experimento puro y duro. Tenemos un próximo proyecto llamado “Mi Municipio” al que le hemos ido buscando financiación, lo que busca acceder a las comunidades, capacitarlos para que ellos cuenten qué se perdió en el pueblo por la guerra”, añade
el director del proyecto.
Las nuevas lógicas
Con relación a la afirmación que los medios fracasaron al contar el conflicto armado en Colombia, Parra añade que desde el periodismo debe existir el sentido de la responsabilidad pública de la información, pero a la par reconoce que esto se enfrenta a otras lógicas, que son ganar dinero y sobrevivir.
Sin embargo, considera que se deben aunar esfuerzos y crear al interior de las redacciones grupos que no solo trabajen o produzcan para las grandes audiencias, conformadas por grupos multidisciplinarios. “Hay que entender que, y no sé si los sociólogos más adelante nos ayuden a comprender un poco más, por qué al colombiano en general no le gusta que le hablen de las víctimas, y lo triste que puede significar eso”, concluye el periodista.