
Por: Pedro Cabanzo Arenas pcabanzo@unab.edu.co
Los empleados como enfermeros, médicos y camilleros del Hospital Universitario de Santander (HUS), uno de los más importantes de la región, han entrado en paro y cese de actividades en varias ocasiones porque la entidad no les cancela su sueldo, debido a que las EPS no giran el dinero a las Empresas Sociales del Estado (ESE).
Esto ha generado cancelación de citas, escasez de medicamentos y por supuesto, afectaciones en la salud de los pacientes que van a la unidad de urgencias.
De los 320 mil millones de pesos en deudas que hay en la red pública hospitalaria,180 mil millones de pesos se le debe al HUS, por ser una entidad que recibe en una semana aproximadamente entre mil a dos mil personas.
La EPS Caprecom, que ya no está en el departamento, le quedó debiendo a este hospital 12 mil millones de pesos. El Gobierno Nacional se comprometió a asumir el pago de esta deuda, que hasta el momento no se ha realizado.
Solsalud es otra EPS que ya está liquidada y que quedó debiendo 10 mil millones de pesos y ninguna autoridad ha respondido por este dinero.
Aparte de las EPS mencionadas anteriormente, Medimás y Salud Vida, son las otras entidades que le deben a los hospitales del departamento.
Otro caso similar, es el del hospital San Juan de Dios, ubicado en el municipio de Floridablanca, en el que empleados desde hace varios meses se quejan que la entidad no les cancela sus salarios, y la atención también se ha visto afectada.

A esta entidad, las EPS les adeudan 17 mil millones de pesos, situación que ha puesto en riesgo de cierre al hospital. Luis Alejandro Rivero, secretario departamental, indicó que las EPS que más deben a Santander son Comparta, Medimás (antiguo Cafesalud) y Caprecom.
El funcionario advirtió a las EPS mencionadas anteriormente de sacarlas definitivamente de la región si no cancelan lo que deben y si siguen afectando a la comunidad.
“Nosotros radicamos una cuenta y deben girar como mínimo el 50% y las EPS nunca lo hacen, sólo giran el 10 o el 15%, no cumplen. Creo que debemos entrar a mirar con Supersalud, que EPS que no funcione en el departamento, se tendrá que ir, no vamos a seguir jugando con la salud de los santandereanos», dijo Luis Alejandro Rivero.
En Bucaramanga se presenta un caso de un menor de 10 años de edad que sufre de epilepsia refractaria y actualmente el único sistema que le ayuda a controlar las convulsiones es el neuroestimulador que la EPS Salud vida no le ha suministrado.
Patricia Peña, madre del menor, señaló que ya se le acabó la pila que es usada para el funcionamiento de este equipo y lleva más de dos meses esperando una autorización por la EPS, para que le suministre una nueva, pues a raíz de la falta de este equipo han aumentado las convulsiones.

“Mi hijo con tanto medicamento, se volvió farmacoresistente, y ya hace dos años los medicamentos no le hacen efecto y entró en estatus convulsivo, y necesitó que le implantara un neuroestimulador para controlar las convulsiones”, añadió la madre del menor.
Otro caso de negligencia es el de una menor de cinco años que sufre de epilepsia denominada onda continua de sueño lento.
Según Juliana Duarte, madre de la menor, este tipo de epilepsia ocasiona que la niña convulsiones todo el tiempo mientras está durmiendo, lo que impide que tenga un desarrollo psicocognitivo y psicomotor normal.
Dentro de los tratamientos para el mejoramiento de la salud de Oriana se encuentran las terapias de therasuit, un programa que ayuda a mejorar la función de los músculos facilitando el aprendizaje de movimientos.
Pese a que sus padres ya cancelaron un ciclo, el costo elevado de las mismas le impide seguir asumiendo el costo. Por ello piden a la EPS Medimás que le cubra estas terapias para Oriana.
Según el artículo 10. Derechos y deberes de las personas, relacionadas con la prestación del servicio de salud según la ley 1751 de 2015. Las personas tienen derecho a recibir un trato digno, respetando sus creencias y costumbres, así como las opiniones personales que tengan sobre los procedimientos.
La situación es crítica en Santander en cuestiones de salud, alrededor de 10 personas mueren a diario por negligencia o por falta de medicamentos que no le suministran las EPS; otros, sufren y pelean por que se les apruebe una cirugía para poder seguir luchando por sus vidas y en el limbo quedan miles de usuarios esperando una cita médica, entre otras situaciones lamentables que el Gobierno Nacional no se ha hecho cargo hasta el momento, tanto en Santander como en todo Colombia.