
Sea por economía, comodidad, ahorro de tiempo en los desplazamientos, trabajo o facilidad de pago, la motocicleta es catalogada en el ámbito nacional como el principal vehículo de los colombianos. Las estadísticas del Registro Único Nacional de Tránsito (Runt) así lo respaldan: de los 13.245.856 automotores registrados a junio de este año, 7.470.662 son motocicletas, es decir, el 56,4 % del parque automotor, mientras que los carros, 5.765.912, representan el 43,53 %.
Y las cifras van en aumento teniendo en cuenta que durante los últimos diez años la compra de estos vehículos ha aumentado en un 40 %, especialmente, como asegura la Asociación Nacional de Industriales, Andi, porque se ha convertido en una herramienta de trabajo y sustento para los estratos 1, 2 y 3, y, además, porque no solo la utiliza el propietario, sino cualquier miembro de su familia.
La Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, arma que los colombianos prefieren la motocicleta por ser un “vehículo alternativo para enfrentar los tiempos perdidos en congestión”, y que, pese a que en el primer semestre del año las ventas de estos vehículos se redujeron en un 15 %, se espera un repunte antes del cierre de 2017 “debido a una recuperación de la confianza del consumidor”.
El área metropolitana de Bucaramanga no es ajena al panorama nacional, ya que Girón es el tercer municipio de Colombia, después de Bogotá y Envigado (Antioquia), en tener el mayor número de motocicletas matriculadas. Esto no significa que las 224.622 motos registradas a junio de este año circulen por las vías del municipio como asegura Elsa Arias Rodríguez, secretaria de Transporte, pero obedece a que las tarifas en los trámites de matrícula son más económicas con respecto al resto de municipios del área.
Mientras el propietario paga $82.000 en Bucaramanga y Floridablanca, y $70.000 en Piedecuesta, en Girón cancela $69.995. Asimismo, “por la eficacia en los tiempos de matrícula, en la atención que brinda el operador privado a los usuarios (Movilidad y Servicio de Girón) y la comodidad para hacer el trámite”, comenta la funcionaria, ya que el trámite que antes se extendía hasta por tres días, ahora se demora máximo tres horas.
Pero, mientras las motos son vistas por algunos como un ahorro para el bolsillo en términos de movilidad, también se han convertido en un problema de salud pública. En el área metropolitana de Bucaramanga, como afirman el programa Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos, las autoridades de tránsito, concejales y estadísticas de entidades como Medicina Legal y la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el problema está ligado a factores como la accidentalidad, la contaminación al medioambiente, el incentivo económico y el mototaxismo.
Parque automotor desbordado
De acuerdo con Yani León Castañeda, directora del programa Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos, en 1997 se proyectaba a diez años la existencia de 112 mil motocicletas y hoy día la cifra prácticamente se ha triplicado, especialmente por las matrículas en Girón.
El Observatorio Metropolitano de Bucaramanga (OMB), que cuenta con registros de los últimos seis años, evidencia que al cierre de 2016 las motocicletas registraron el 59 % del total del parque automotor del área, mientras que los vehículos representaron el 24 %.
Girón pasó de tener 21.292 motocicletas matriculadas en 2011, a 216.622 al cierre del año anterior. Es decir, reportó un aumento del 917,39 %, y a junio de este año, según el Runt, se han matriculado 8.224 mil de estos vehículos.
“Entre enero y junio tuvimos un promedio mensual de 1.700 motos matriculadas, aproximadamente 70 de estos vehículos se matricularon cada día”, comenta Elsa Arias Rodríguez, secretaria de Transporte del municipio.
Con respecto a Bucaramanga, el segundo municipio del área con mayor número de motos, las matrículas pasaron de 24.503 en 2011 a 38.561 en 2016, es decir, lo que representó un aumento del 57,37 %.
León Castañeda explica que la acogida de las motos se debe especialmente por el incentivo económico que representan. A diferencia de movilizarse en el transporte público, como Metro- línea, en el que un pasajero debe invertir mensualmente $384 mil en promedio, teniendo en cuenta que la mayoría realiza cuatro viajes diarios (en la mañana de la casa al trabajo y luego almorzar al mediodía, regresa nuevamente a sus labores y retorna después de las 6 de la tarde a su hogar), en la motocicleta van hasta dos pasajeros, y al mes se pagan entre $120 y $150 mil de una cuota por el vehículo.
“En el mercado una moto nueva se puede conseguir desde $3 millones. El propietario invierte en combustible $40 mil, y si son dos personas las que se movilizan, el ahorro es significativo”, asegura León.

Contaminación del ambiente e impacto en la salud
No solo en el área metropolitana sino en Colombia, las motocicletas son los vehículos que más contaminan. Así lo dieron a conocer los expertos en el Quinto Foro Nacional Urbano 2017 que se realizó en junio en Bucaramanga.
León Castañeda afirma que en la ciudad estos vehículos aportan casi el 70 % de la contaminación con CO2, y que el municipio más afectado es Bucaramanga. Esto también lo sostiene el subdirector de Transporte del Área Metropolitana de Bucaramanga, Aldemar Díaz, quien añade que la principal causa de este fenómeno es que, si bien la mayoría de estos vehículos se matriculan en Girón, lo cierto es que circulan en las vías de la ‘Ciudad de los Parques’.
En términos de salud pública, la capital santandereana es una de las más afectadas por las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, especialmente en la población de niños y los adultos mayores. La Oficina de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud de Bucaramanga asegura que en el último mes la atención a pacientes con bronquitis, asma, cáncer de pulmón, alergias y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, Epoc, ha aumentado, especialmente por las lluvias y los cambios drásticos en el clima. Como explica Olga Jiménez, profesional de dicha Secretaría, las enfermedades respiratorias son un problema común en la ciudad y se padecen por la condición genética o ambiental, el cigarro y las infecciones.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud, OMS, esti- ma que buena parte de los ataques al corazón y accidentes cerebro-vasculares están relacionados con la calidad del aire.
Víctimas fatales y comportamiento en las vías
Según el informe Forensis de 2016, del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, las motocicletas y motocarros aportaron el 79,68 % de los conductores fallecidos en el país (3.086 personas). En el ámbito local, después de los homicidios, los accidentes de tránsito son la segunda causa de muerte en el área metropolitana, entre enero y mayo de este año, asegura el Centro de Referencia Regional Nororiente Sobre Violencia, Crrv, de esta entidad En el 90 % de las muertes en accidentes en las vías las víctimas son los conductores de motociclistas y en un 50 % son los pasajeros. En cuanto a los peatones atropellados, el 35 % son víctimas de los motociclistas.
Este año, de acuerdo con la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, de las 47 víctimas fatales que se han presentado en el área, 21 han sido conductores y acompañantes, especialmente hombres, entre los 17 y los 30 años.
A nivel nacional, las motocicletas también aportaron en 2016 el porcentaje más elevado de lesionados, ya que el 81,70 % son conductores (19.661) y el 50,87 % acompañantes (6.173).
Para Javier Villabona, comandante en la Dirección de Tránsito de Bucaramanga en la Unidad de Control Vial, las motos se han convertido en un verdadero desafío a la hora de controlar la movilidad, incluso, los motociclistas pasan por alto las sanciones y las multas, ya que reinciden en las infracciones.
“Transportan menores de edad, hacen uso indebido del espacio público porque transi- tan por los andenes, hacen giros prohibidos, se cruzan los separadores, no llevan chalecos reflectivos, invaden las cebras e impiden el paso de peatones, y sobrepasan los límites de velocidad. Además, la moto hace más vulnerable a las personas”, comenta el funcionario.
Miller Salas Rondón, director de Tránsito de Bucaramanga, cuenta que las distintas direcciones del área y de la mano de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, trabajan en conjunto para incentivar la cultura vial, ya que se ha detectado que además de las infracciones, los motociclistas exponen sus vidas al conducir en chancletas, con el casco colgado en el brazo, con audífonos y ha- blando por celular, especialmente en sectores populares.
“Hemos señalizado bahías, implementado campañas del buen uso del casco, les decimos que debe circular con las luces encendidas, que no deben movilizarse con niños menores de 10 años y que respeten las normas de tránsito. Además, los invitamos a que no invadan los andenes y que respeten al peatón”, expone Salas Rondón.
También explicó que ahora llegarán a las distintas comunas de Bucaramanga donde se adelantarán campañas de educación vial. “La invitación es que los integrantes de las Juntas de Acción Comunal participen en la estrategia de cómo reducir la accidentalidad vial”.
Tránsito de Girón explica que le apuesta a la educación vial. Según la entidad, las campañas no sancionatorias permiten educar al motociclista y culturizarlos, especialmente, en el uso de implementos como el casco y los chalecos.
José Velásquez Pereira, representante de los motociclistas, asevera que la mala cultura vial se ha incrementado porque han llegado personas de otras zonas de Colombia donde se ha prohibido el parrillero, y no respetan las normas de tránsito. “Un motociclista debe ser un buen ciudadano y respetuoso de la autoridad. Lo que ocurre en Bucaramanga es que, en busca de empleo y de otras actividades, los conductores no respetan los pares, pasar por zona peatonal a toda velocidad y en los trancones, se meten en contravía. La verdad es que dan mal ejemplo, y a eso se suma que no hay autoridad que los sancione”, asegura Velásquez.

¿Qué hacer con el mototaxismo?
El Ministerio de Transporte reconoce que el mototaxismo es un problema nacional y que se deben tomar medidas para contrarrestarlo, mas no para legalizarlo, y que las ciudades deben apostarle al acceso y uso de sistemas de transporte masivo y de la bicicleta. Las autoridades locales aseguran que está ligado al desempleo y a la falta de un servicio de transporte público eficiente; incluso, en la ciudad se reconocen 13 terminales ‘piratas’ y negocios familiares de alquileres de motocicleta a mototaxistas, pero las soluciones aún son inciertas.
Para Jaime Andrés Beltrán Martínez, presidente del Concejo Municipal de Bucaramanga, el mototaxismo no es el problema, es una consecuencia que se desprende de la falta de oportunidades y de control por parte de las autoridades gubernamentales.
“En el centro de la ciudad son reconocidos los locales que alquilan motos. Tienen entre 15 y 20 vehículos que entregan un producido o cuota diaria. Esto se volvió una empresa”, asegura el corporado. Beltrán añade que no existe un control a las empresas que ofertan estos vehículos. “Cómo pueden competir las empresas de transporte público con la venta de motos, si con tan solo presentar la cédula la entregan hasta en los supermercados y se pueden pagar en 15 años. Tenemos que hacer un llamado al Gobierno nacional para que controle a las empresas”, pide el representante de la bancada liberal.
Igualmente, hace una crítica a la alcaldía de Rodolfo Hernández Suárez, a quien señala de no poner en cintura a los transportadores informales, pues esta fue una de sus promesas de campaña. “Cuando encontramos a una administración a la cabeza diciéndole a los mototaxistas que se iba a hacer el ‘pingo’, se abrió una oferta laboral para los informales. Por eso hago un llamado a la Policía Nacional y al director de Tránsito, Miller Salas, para que asuman el control”, pide Beltrán Martínez.
Salas Rondón expresa que no se puede culpar a la administración actual por el aumento del problema, ya que éste se hizo visible en 2006 y ninguna de las alcaldías pasadas lo pudo contrarrestar. “Sí se trabaja con controles y educación vial, no es un capricho, porque además un fallo judicial ordenó a los cuatro alcaldes del área a tomar medidas frente a la problemática”, explica el funcionario.
Y agrega, “hemos impartido más de tres mil comparendos a conductores que incurren en el transporte informal. El trabajo se hace en conjunto con la Policía de Tránsito en los terminales ‘piratas’. El problema debe mirarse desde lo metropolitano, no solo desde Bucaramanga”, pide el director de Tránsito. Velásquez Pereira solicita a los agentes y policías de tránsito mayor compromiso y sanciones para que se regule el caos. “Como decían los abuelos, “la letra con sangre entra” y la mejor forma de aprender es la sanción para que no se viole la ley que, además dice que, si un motociclista comete más de dos infracciones en menos de seis meses, se le debe quitar su licencia de conducción”, comenta el líder de este gremio.

Para disminuir el mototaxismo, la accidentalidad y el impacto ambiental, Yani León Castañeda argumenta que ya es hora de subsidiar el transporte público para incentivar su uso, y de paso, sacar aflote sistemas como Metrolínea que cada día tienen menos pasajeros. “El pasajero podría pagar entre $1.000 y $1.500, y además viaja más seguro”.
Al respecto añade que siempre se busca sancionar al conductor, pero no se piensa en la seguridad de los pasajeros, quienes también están en riesgo. “Las personas se suben a las motos y en casa de un accidente no hay quién les responda. Hoy cualquier puede comprar una moto y sin saber manejar, es por esto que este tipo de vehículos se han convertido en armas letales. Además, la moto no es un medio de movilidad ideal para niños, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad”, concluye León.
*Reportaje producido entre los equipos periodísticos de Soy Autónomo TV y Periódico 15. Ingrese a www.periodico15.com, www.soyautonomo. tv y sus redes sociales (Twitter: @ periodico15 y @SoyAutonomoUnab), para que conozca más información sobre el tema.
Por Xiomara K. Montañez M.
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