Por Michael Yesid García López
Mgarcia344@unab.edu.co

Los visitantes y vendedores que hacen parte de la muestra editorial de Ulibro 2021, nos cuentan lo que han vivido en dos días de feria. A pesar de que no va ni la mitad del evento, ya hay mucho que contar. Entre estas vivencias, algunos de ellos manifestaron que, aunque la muestra los beneficia, hay que invitar a más visitantes para que se sumen y compren libros.
“No es una historia como tal, pero me parece asombroso que, a diferencia de otras ferias, esta ha tenido menos acogida, y para nosotros como librerías nos asombra que esto esté sucediendo; esperamos que pronto los ciudadanos empiecen a participar de la feria y las ventas mejoren”, afirmó Katherine Sarmiento, vendedora de Atlantis Educación.
De igual forma, algunos vendedores aconsejan que si van a venir en bicicleta lo piensen más de dos veces. “Nos ocurrió algo chistoso cuando vinimos a armar nuestro espacio porque un compañero decidió venir en bicicleta y a mitad de camino cuando empezó la subida, se cansó y se cayó de la bici; al final subimos la cicla al carro y llegamos”, nos contó Laura Rojas, también vendedora de Atlantis Educación.

Para otras personas, asistir cada año a Ulibro es fundamental, tanto así, que, en la edición del año 2020 que fue totalmente remota, algunos ciudadanos tuvieron que aprender a tolerar la conectividad a través de internet, aunque no esté en su diario vivir. “Me parece asombroso que el año pasado para no perderme ninguna conferencia de la feria, me vi obligada a aprender sobre internet y a experimentar cómo ingresar a la página, a pesar de que soy apática a lo que tenga que ver con tecnología, pude lograr entrar a la feria”, contó Mirian Castro, asistente a Ulibro 2021.
En la muestra editorial, los ciudadanos pueden encontrar gran variedad de cosas, desde libros hasta juguetes. Los stands de comics y variedades son los más llamativos para algunos asistentes. “Nos alegra mucho ver la reacción de las personas cuando se acercan a nuestro stand y ven a Dobby, el muñequito de Harry Potter, porque todos se alegran, algunos gritan y a la vez se toman fotos con él. Ver las reacciones de las personas es muy divertido para nosotros, y esta es una de las otras historias asombrosas que pasan en la feria”, mencionó Harry Cortez, dueño de la tienda Poof Art.

En el caso de algunos stands, sus Historias Asombrosas giran en torno al apoyo por parte de los asistentes al enterarse sobre cómo surgen sus productos. “Cuando las personas se enteran de cómo salen nuestros productos, nos apoyan con alguna compra porque les llama la atención que nuestros productos sean auto gestionados”, afirmó Laura Uribe, vendedora en Benjamín Botón.
Algunas muestras editoriales manifestaron un descontento en cuanto a algunas normas por parte de la feria en este difícil año de pandemia, ese es el caso del Fondo de Cultura Económica. “Nos asombra que la feria no nos permita hacer presencia con los libros en las charlas con los autores, pues ellos van a querer ver sus libros en las conferencias, y la única respuesta sea que por tener el mismo libro varias editoriales, ellos no quieren darle prioridad a nadie”, manifestó Albeiro Flórez, vendedor en Fondo de Cultura Económica.
En esta edición de Ulibro, los enamorados que quieren tener algún detalle romántico y poco común con alguna persona especial encontrarán un stand ideal. “Aquí dedicamos poemas por teléfono y vendemos productos inspirados en la literatura, pero cuando la gente ve (dedicatoria de poemas por teléfono) se impresionan porque es algo que no encuentran a menudo”, acotó María Cecilia Ramírez, vendedora en Cabina Literaria.

Las Historias Asombrosas no solo se encuentran en la franja cinematográfica de la feria, todos hacen parte de este slogan porque siempre habrá algo por contar que para algunos es asombroso, como en el caso de los visitantes y vendedores de Ulibro. Asimismo, los vendedores esperan seguir contando anécdotas que van experimentando en el transcurso de la feria gracias a los compradores. Por eso, hacen un llamado para que más lectores se sumen y las historias asombren a más santandereanos durante los próximos días.