Colombia ha sido reconocida a nivel mundial por ser uno de los mayores exportadores de marihuana a raíz de los carteles de la droga; sin embargo, mientras aún se vive con el fantasma a cuestas del narcotráfico, lo cierto es que el uso de la marihuana ha dado tanto para el consumo como para tratamientos medicinales en otros países.
El país es uno de los principales productores de esta planta, seguido de Paraguay que se encuentra encabezando la lista en América del Sur. No obstante, Colombia también se encuentra en una nueva era de desarrollo de medicamentos con base en esta planta ancestral.
Carlos Hernán Escobar, abogado penalista, afirmó que la norma penal sanciona al que fabrique, comercialice o distribuya drogas psicoactivas o derivados de la marihuana o cocaína. Los medicamentos o pomadas hechas a base de marihuana se pueden usar o aplicar, sin embargo, dicha comercialización es ilegal. “Lo que está autorizado es el consumo de la droga pero no se ha permitido la legalización del producto”, expuso Escobar.
Marihuana: la planta ancestral
La relación entre el cannabis y el ser humano existe desde épocas milenarias, incluso, se han encontrado restos en Turquestán y China que proceden desde el 3.000 a. C. Además, la marihuana fue una de las primeras plantas que se cultivó con la aparición de la agricultura, hace alrededor de 10.000 años.
Esta planta, originaria de Asia, fue importante para los antiguos chamanes en China. Los celtas, egipcios, mediterráneos y tibetanos son culturas que destinaron la marihuana para usos terapéuticos y, a su vez, místicos.
Pese a esto, los beneficios que puede tener en materia de salud en ocasiones son opacados por el consumo o uso recreativo de la planta. “Una de las cosas que más ha afectado la aceptación de la marihuana como fármaco es el ser una sustancia psicoactiva la cual se consume en gran cantidad en el país”, afirmó el médico José Fernando Tovar Valle.
De tabú a marihuana medicinal
En Ecuador, desde mayo de 2013, la posesión de 10 gramos de cannabis es tolerada y el uso medicinal es autorizado bajo receta médica. Colombia tomó la iniciativa del país vecino liderada por el senador Juan Manuel Galán (Partido Liberal), y al Ministerio de Salud, en cabeza de Alejandro Gaviria Uribe, quienes tuvieron en cuenta la Ley 30 de 1986 sobre la regulación de las drogas y sustancias psicoactivas para que Colombia pudiera legalizar la marihuana medicinal. El Decreto 2467 del año 2015 se lanzó como una iniciativa en noviembre del mismo año.
El médico Tovar Valle afirma que el consumo de la marihuana medicinal ya está funcionando en Colombia, sin embargo, no está seguro si el país está listo para ello. “El primer medicamento que se lanzó con base de cannabis es el Sativex. Se usa para el manejo del dolor exclusivamente con pacientes que padezcan esclerosis múltiple. Lo que ocurre es que las personas del común creen que cura enfermedades crónicas, y no es así; lo que sí hace es ayudar a controlar las nauseas en pacientes con distintos tipos de cáncer”.

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En mayo de 2016, con 84 votos a favor y cuatro en contra, la plenaria de la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley por medio del cual se reglamenta la producción, adquisición, exportación, importación, comercialización y uso de las semillas de la marihuana, sus derivados y productos que lo contengan con fines científicos y medicinales en Colombia. En el proyecto se aclara que no se trata de la legalización de la marihuana para uso recreativo, sino de brindar alternativas en el manejo de los síntomas a los colombianos con enfermedades terminales.
Carlos Minotta, médico especialista de la Universidad del Valle, quien está de acuerdo con el uso de la marihuana medicinal, afirma que “el tratamiento al mes resulta muy económico y no tiene los efectos que tienen los anti inflamatorios que los médicos alópatas formulan para la artrosis. Son efectivos pero a la larga producen daños renales”.
En 2009 la Universidad de Washington realizó un estudio sobre el uso medicinal de la marihuana llamado “Uso medicinal del cannabis en los Estados Unidos: perspectiva histórica, tendencias actuales y futuras direcciones”, en el cual se analizan problemas clínicos de pacientes con enfermedades terminales. Además, los profesores estadounidenses Beau Kilmer y Mark Kleiman, publicaron el libro ‘Legalización de la marihuana: lo que todos necesitan saber’ el cual cuenta que el cannabis alivia síntomas de enfermedades como el sida, cáncer, glaucoma, artritis, esclerosis múltiple y epilepsia. Marihuana medicinal en el cono sur: Uruguay, Chile y Argentina
En diciembre de 2014, Uruguay se convirtió en el primero del mundo en legalizar la producción, venta y consumo de marihuana. Por lo tanto, los pacientes con enfermedades crónicas pueden hacer uso de analgésicos con base en esta planta. Los consumidores deben registrarse en el Instituto de Regulación y Control de Cannabis el cual otorga la licencia de plantación. Se permite la compra hasta de 40 gramos mensuales en farmacias mientras que el cultivo personal es de seis plantas de cannabis por hogar.
En julio de 2015, 68 parlamentarios apoyaron la legalización del autocultivo de marihuana con usos medicinales, mientras que 39 lo rechazaron y cinco se abstuvieron. Los chilenos que consuman marihuana por fines medicinales deben tener prescripción médica. Los menores de edad solo podrán consumir bajo la atención de personal de salud y el consentimiento de sus padres. Además de que el parlamento permite que las personas porten libremente hasta 10 gramos de cualquier variedad de cannabis, aprueba el cultivo de hasta seis plantas de marihuana, como en Urguay. El gobierno de Michelle Bachelet, a finales del año pasado, estableció que la producción, distribución, importación, exportación y posesión de cannabis, con el objetivo de destinarlos a la preparación de drogas con fines medicinales son aceptados por el país.

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¿Qué pasa en Argentina? La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados analizó durante el primer semestre de 2016 tres proyectos: dos fueron para despenalizar el consumo para uso terapéutico y el tercero para que se realizaran estudios que determinen si es viable o no el uso de medicamentos hechos con marihuana., avaló el tratamiento con aceite de cannabis para alrededor de 85 enfermedades y autorizó la importación.
Además de la despenalización para el uso medicinal, en Argentina se asoma otro debate: ¿Quién está autorizado para producir aceite con base de marihuana? La organización no gubernamental ‘Mamá Cultiva Argentina’ reúne a madres que producen aceites que luchan por su auto realización. Otros como Héctor Gutiérrez, diputado de la Unión Cívica Radical, prefieren una producción que sea controlada por laboratorios de gestión estatal.
Por Alejandra Bretón McCormick
abreton@unab.edu.co