María Juliana Parra Romero nació el 7 de octubre de 2002, en Bucaramanga. Cuando tenía siete años, su mamá Lina María Romero la inscribió en la Liga Santandereana de Tenis, pues no quería que se quedara en casa sin hacer nada. Con el pasar de los días este deporte la aburrió y lo dejó sin saber que años después le daría sentido a su vida.
Romero cuenta que, con el interés de una mamá que no quiere que sus hijos pierdan el tiempo, logró que su hija practicara ballet, fútbol, voleibol y natación.
Pasaron los años y un día al salir de nadar, caminó por un lugar que reconoció inmediatamente: eran las canchas de tenis de la Liga Santandereana. Desde ese momento retomó su camino en esta disciplina, que hoy la tiene en la posición número uno del ranking nacional y la número tres a nivel sudamericano.
¿El colegio o el tenis?
Una vez retomó el tenis, el rendimiento académico de Juliana empezó a bajar. “La sacaba un mes y volvía a subir el rendimiento; la volvía a meter y nuevamente lo bajaba”, asegura Lina Romero; pues en el Colegio La Quinta del Puente, donde estuvo desde los tres años, la intensa jornada no le permitía dedicarle tiempo suficiente a esta práctica.
“A mí me gustaba mucho La Quinta, pero colegios hay muchos y el tenis es solamente uno”, expresa la tenista.
Siguiendo su amor por este deporte se cambió de colegio, ingresó al Gimnasio Campestre San Sebastián, donde cursa actualmente noveno grado.
Rumbo al triunfo
Retomó sus clases con el profesor Roberto Martínez, a quien le dicen “Roma” de cariño.
Él lleva 25 años en la liga. Es el encargado de darles las clases iniciales a los alumnos que quieren aprender de tenis.
Desde que la conoció, Martínez se dio cuenta que María Juliana “es una niña que va a llegar lejos y ha llegado hasta donde está, porque tiene buenas cualidades deportivas, facilidades de juego, disciplina; y eso es fundamental en esta disciplina”.
De lunes a viernes su día inicia a las 5:30 a.m. A las 6:45, empieza su jornada escolar. Almuerza a las 11:30; a las 2:20 sus papás la recogen y la llevan a las canchas de la liga que están ubicadas en la carrera 31 con calle 14. En el recorrido se come un yogurt o una manzana.
Su entrenamiento comienza a las 3:00 p.m., durante una hora toma clases particulares con Ignacio Moreno, quien es su entrenador desde hace cuatro años. De 4 a 6 de la tarde, hace trabajo grupal; de 6 a 7, realiza ejercicios de preparación física para fortalecimiento de abdomen, brazos, piernas, y hace entrenamientos de coordinación y equilibrio.
Al llegar a su casa no tiene la preocupación de hacer tareas porque en el colegio los trabajos los dejan los fines de semana. Realiza sus labores académicas los sábados en la tarde o los domingos.
Cuando tiene evaluaciones de materias pesadas, acumulativas o finales, no va a entrenar.
Al volver de algún torneo, no va una semana a clases para recuperarse del desgaste muscular que hizo, y en esa semana adelanta trabajos; a la siguiente, presenta lo que debe. Los fines de semana hace terapia para evitar que se lesione, y toma clases de pilates para el fortalecimiento de la espalda.
Pero el entrenamiento y el ejercicio no son suficientes para que un deportista logre triunfar, la alimentación en esencial. María Juliana no sigue ninguna dieta en especial.
“En el desayuno mi mamá me da huevos pericos, arepa, jugo de naranja y un plato de fruta”, expresa Parra Romero. Para esta joven de 15 años, un vaso de jugo de esta fruta, nunca debe faltar en sus comidas.
En el almuerzo come arroz, proteína, ensalada de verduras y de frutas. Para terminar el día cena con algo ligero.
María Juliana consume dos suplementos: unas pastillas, que se toma después del desayuno para darle energía al cuerpo; después del almuerzo para hacer digestión y no llegar llena al entrenamiento, después de la comida para recuperarse para que en la mañana no amanezca maltratada.
Cuando va a torneos toma una proteína después de salir de la cancha, para evitar que tenga un desgaste muscular grave.
Su participación en torneos
Su primer torneo oficial fue en Barrancabermeja. El campeonato organizado por la Federación Colombiana de Tenis, fue un grado cinco. Los torneos en Colombia se dividen por grados, siendo el uno, en el que compiten los jugadores que ocupan las primeras posiciones del ranking nacional. María Juliana perdió el partido 6-0, 6-0.
Para el año 2016, en Bucaramanga hubo un torneo grado cuatro. En semifinales se enfrentó a su rival del departamento de Tolima, y en la final a una de Medellín, donde consiguió su primer campeonato nacional. Ha ganado más de dos torneos en el país, entre ellos un G1 en Atlántico y un G2 en Santander.
Su carrera internacional
Todo deportista debe estar afiliado a la Federación Colombiana de Tenis para poder participar en alguna competencia fuera del país.
El primer campeonato en el que participó fue Regatas Bowl, en octubre de 2017, realizado en Perú y organizado por la Confederación Sudamericana de Tenis (Cosat).
“Llegué relajada, porque si paso de primera o segunda ronda es muy bueno. Las niñas de otros países son muy duras”, dijo Parra.
Ganó el primer partido, 6-2 y 6-4. Clasificó a segunda ronda, jugó contra una chilena; en la tercera, su rival fue una boliviana y en la final le tocó contra una brasilera.
“Mi mamá se puso a llorar, porque era el primer torneo internacional al que había salido y pues ganármelo, ha sido un mérito súper bueno”, cuenta María Juliana.
Después de Perú, pasaron a Bolivia. Allí disputó el Cóndor de Plata 2017 y también lo ganó.
En marzo de 2018, estuvo en Argentina y Paraguay, compitiendo en torneos de la Federación Internacional de Tenis (ITF).
En total son cinco títulos Cosat que María Juliana ha conseguido en el poco tiempo de carrera que lleva. Títulos que le dan hoy el orgullo de ser la tenista número tres en la categoría de 16 años de damas a nivel de Sudamérica, y la primera posición en Colombia. Pero para lograr lo que ha conseguido, a sus papás les ha tocado solos, pues son ellos los únicos patrocinadores de María Juliana.
“El apoyo en esto es difícil. Hemos ido a hablar con Indersantander, la Gobernación, pero nos dicen que no hay apoyo, el que hay es para los futbolistas. Siempre hay alguien que manipula o maquina esos aportes, y se van para otras partes y no apoyan otros deportes”, afirma Romero.
Veterinaria y tenista
María Juliana sueña con ir a la universidad, estudiar una carrera y graduarse de veterinaria. Su meta es seguir jugando tenis para poder ganarse una beca y estudiar en Estados Unidos. “Las hermanas Williams son diseñadoras de modas. Venus diseña su propia ropa. Yo quiero ser como ellas; ser graduada de veterinaria, pero ser tenista profesional. Si el tenis me dio para conseguir una beca no lo voy a dejar ahí”.
Y es que Parra Romero ve en Serena Williams y Rafael Nadal, su inspiración para triunfar en el mundo del tenis. Estos dos tenistas son acreedores de los títulos más importantes del “deporte blanco”. Cada uno cuenta con más de 15 títulos de Grand Slam, y cada día son la motivación de esta joven para llegar a lo más alto de este deporte.
Jadi Valentina Carreño Torres
jcarreno700@unab.edu.co