Por Priscila Sáenz Figueroa 

 psaenz730@unab.edu.co

Con un telescopio, unos binoculares especiales para observar las estrellas, diapositivas, cartas celestes, libros de astronomía y una gran pasión por la observación astronómica, la profesora Blanca Inés Márquez fundó, en abril de 1984, el “Centro Halley de aficionados a la Astronomía. Le dio este nombre por la cercanía de la visita del cometa Halley, y hoy 37 años después, sigue manteniendo su fuerza y dedicación.

Al llegar de Francia, Márquez, se vinculó como docente en la Universidad Industrial de Santander, UIS. En una de sus materias hablaba sobre la historia de la ciencia y compartió con sus alumnos experiencias vividas en su estadía en ese país, las cuales eran sobre grupos y actividades que se realizaban sobre astronomía. Fue allí cuando algunos de sus alumnos de ese momento se interesaron en el asunto y en recrear actividades como esas en la UIS. 

Como la universidad muchas veces estaba cerrada, las primeras reuniones se hicieron en la Casa de la Cultura. Sin embargo, con el paso del tiempo, más estudiantes participaban en las reuniones semanales, las conferencias y las Semanas de la Astronomía. Esto, y la necesidad de colaboración en diversas actividades, llevó a vincular el grupo con la Escuela de Física  y, aunque la profesora Márquez era del área de las Ciencias Sociales, coordinó el grupo hasta finales de 1988.

Laboratorio de instrumentación e investigación del Complejo Astronómico de la UIS. /  FOTO POR PRISCILA SÁENZ

Para la fundadora del grupo Halley es importante resaltar la historia que dio inicio a este proyecto, lo que muchos de sus integrantes han alcanzado por hacer parte de este. “El centro Halley siguió progresando cada día más, vinculando más estudiantes y profesores, asintiendo a congresos, seminarios nacionales e internacionales, y desarrollando investigaciones. Varios de sus integrantes hoy son doctores en astrofísica y trabajan fuera y dentro del país”, según afirma. Fue como nació lo que ahora es conocido como el Complejo Astronómico de la UIS dirigido por el grupo Halley. 

Halley en el presente

Actualmente, ya no solo es un grupo de aficionados por la astronomía y las ciencias aeroespaciales. También cuenta con una sumatoria de espacios que se encargan de la investigación, divulgación y extensión de conocimientos en estas áreas. Lo que quiere decir que todo lo aprendido en el grupo es llevado a la práctica y a otras personas, tanto niños, jóvenes y adultos, que estén interesados en ello.

Sus integrantes cuentan con cuatro ambientes que les permiten expandir sus competencias y habilidades: la oficina de investigación, laboratorio de instrumentación, observatorio astronómico y el planetario. El grupo se divide en tres líneas de trabajo: extensión, investigación y divulgación, lo hace que su contenido abarque más espacios temáticos y que más aficionados puedan hacer parte de este proyecto. 

“Hacemos investigación en astropartículas, cosmología, astrofísica extragaláctica, aeroespacial y diferentes líneas de instrumentación óptica. También está lo que es extensión, que son proyectos educativos con instituciones educativas. Y, en divulgación se encargan de la enseñanza de la astronomía para el público general”, menciona Jhonatan Pisco, profesional del Grupo Halley e instrumentista del observatorio astronómico de la UIS.

El observatorio es uno de los cuatro ambientes del grupo Halley en el que se puede hacer uso de los telescopios para realizar diferentes actividades e investigaciones. /FOTO Y EDICIÓN POR PRISCILA SÁENZ

En la línea de investigación del grupo Halley se busca analizar, estudiar, observar e informar sobre fenómenos que estén ligados a la astronomía y las ciencias aeroespaciales. Jhonatan Pisco explica que estas actividades las realizan “investigadores del grupo que generalmente son estudiantes de pregrado, posgrado, maestría y doctorado” y que, además, se pueden encontrar estudiantes de diferentes carreras como geología, microbiología, física, ingeniería electrónica e ingeniería mecánica, entre otras.

Esto da paso a la línea de extensión, en la cual se pone en práctica todo ese conocimiento adquirido para desarrollar proyectos educativos que vayan más allá de la UIS. Como es el caso de Astropáramo, que busca llevar educación a los municipios del  Páramo de Santurbán y áreas aledañas como Suratá, Vetas y Berlín. También, se realizan otros proyectos como Racimo, Racimo Aire, Clubes de ciencia, Melquiades, Masterclass y Universo medible I, II, III y IV.

Estos espacios de extensión aportan al crecimiento tanto de los integrantes de Halley como de aquellos que deciden apoyar y hacer parte de los proyectos: “Universo medible II fue el semillero con el que inicié. En él buscamos llevar la astronomía a chicos de educación media, de 10mo y once, cambiarles un poco la forma de cómo se entiende la astronomía y que no siempre se necesita un super telescopio, ya que se puede iniciar con instrumentos clásicos de bajo costo”,  comenta José Miguel Tarazona, estudiante de física e integrante del grupo Halley desde 2017.

Por otro lado, están los espacios de divulgación, cuyo principal enfoque es mostrarle al público en general diferentes temáticas que aborda el tema de la astronomía. Allí se encuentran distintos espacios aprendizaje como Astronomía al aire, los podcast semanales de Halley; Tecnología y modernidad, que son videos sobre temas de actualidad ligados a la mediación tecnológica; conferencias magistrales de alto rango investigativo en Noches de astronomía; Fanzines, las revistas sobre astronomía que son hechas y autoeditadas por aficionados; videos e infografías con instrucciones para realizar experimentos en casa, y  Ciencia en casa, un espacio para el aprendizaje de los niños por medio de talleres y conferencias y experimentos.

Desde la pandemia, el planetario de la UIS cesó sus actividades para el público. Sin embargo, se espera que con la construcción del nuevo edificio se pueda reabrir. /FOTO POR PRISCILA SÁENZ

Leonardo Antonio Florez, ingeniero egresado de la UIS, quien desarrolla software para Bancolombia y también hace parte del grupo Halley desde hace tres años, menciona que “el grupo tiene una dinámica muy bonita al integrar a la mayor cantidad de gente apasionada en la astronomía y todos sus derivados. Nosotros intentamos llegar a todas las personas posibles, desde adultos hasta niños, y realizamos diferentes actividades para conseguirlo”.

De la misma forma que Flórez, otros integrantes y exintegrantes también piensan que Halley no solo es un grupo enfocado en investigar, sino que la pasión de aquellas personas que participan en él se ve reflejada en la práctica y que esto trasciende en la historia de la astronomía de la ciudad bonita. Así como quedó plasmado en el libro Somos ciudadanos del Cosmos, el cual fue escrito por 17 de las personas fundadores del grupo, algunos de ellos ya doctores y trabajando en el extranjero. Para conocer más detalles sobre sus actividades ingrese a www.halley.uis.edu.co  

Universidad Autónoma de Bucaramanga