La primera vez que vi a Jack Nicholson, fue en el simpático filme Las Brujas de Eastwick (1987), basado en la novela homónima de John Updike. Invocado por tres mujeres decepcionadas de sus vidas y relaciones aparece Nicholson, interpretando a Daryl Van Horne (personificación del diablo) un cínico y descarado cincuentón que aprovecha las inseguridades de estas tres amigas para seducirlas. Sin embargo, lo que inicialmente les pareció un hombre divertido y poderoso, resultó ser un fanfarrón. Es reducido a una representación satírica del machismo, el cual es vencido con la unión de las tres mujeres, quienes están hastiadas del entorno ortodoxo de Nueva Inglaterra, región del noroeste norteamericano, del cual buscan liberarse. Es una película más célebre por su sátira y por su elenco que por sus aportes a la cinematografía; las amigas fueron interpretadas nada más y nada menos que por Cher, Susan Sarandon y Michelle Pfeiffer.

Una cinta que sería muy importante en la carrera de Ni- cholson, y que paradójicamente no es tan popular: One Flew Over the Cuckoo ́s Nest (1975) (Alguien voló sobre el nido del cuco), de Miloš Forman, en la que interpreta a Randle McMurphy, un hombre con antecedentes que es capturado por estupro con una joven de 15 años, y que para evitar los trabajos forzosos de los centros penitenciarios se hace pasar por un enfermo mental, y consigue ser trasladado a un psiquiátrico. El entorno aparentemente manejable para el sagaz McMurphy termina por tornarse cruel e inesperado para él y los pocos amigos que logra hacer en este hospital. Es un filme que reflexiona sobre la libertad y la leve frontera entre la locura y la cordura. Por este rol, Nicholson recibiría el primero de sus tres Premios Oscar como actor.

Sin duda, una de sus actuaciones más recordadas es en The Shining (1980) (El Resplandor), película de terror del desparecido director Stanley Kubrick, en la que interpreta a Jack Torrance, un escritor con una temporal sequía creativa que accede, junto con su familia, a ser el cuidador de invierno del desolado Hotel Overlook, allí el tedio y la influencia misteriosa del lugar lo convertirán –esta vez sí– en un perturbado asesino; su hijo Danny, advierte de este proceso a partir de unas extrañas premoniciones.

Siguiendo con sus roles en películas de directores de culto están Chinatown (1974) de Román Polanski, un clásico del cine negro, en el que el actor interpreta a Jake Gittes, un detective privado, quien al parecer comienza a investigar un sencillo caso de infidelidad, pero luego nota que ha sido engañado. La verdadera esposa del demandante se presenta ante él. La situación se complica cuando el supuesto marido es asesinado y el caso termina escalando a una gran red de corrupción, intrigas y relaciones incestuosas.

Los primeros años en Los Ángeles, la ciudad del cine, no fueron fáciles para Nicholson. Comenzó como mensajero en el departamento de animación de la MGM, allí debía ordenar alfabéticamente las cartas de los fans de Tom & Jerry, para que fueran respondidas por los funcionarios del departamento. A los 21 años logró actuar en el filme Cry Killer Baby (1958), que fue un fracaso rotundo en taquilla, y tuvo que esperar más de una década para obtener un rol importante, fue en Easy Rider (1969), la primera película que lo catapultó como el gran actor. Aunque también dirigió cuatro películas entre los años 60 y 70, entre ellos, Drive, He said (1971), escrita junto a Terrence Malick, y que aborda una de las pasiones de Nicholson, el baloncesto.

El universo personal no estaba muy ajeno de las tramas de sus personajes. A los 37 años a través de un reportaje en la Revista Time, se entera que June Nicholson, la que él conoció como su hermana mayor, en realidad fue su madre biológica. La joven quedó embarazada a los 17 años y el padre no reconoció al hijo, para evitar el señalamiento social, los abuelos decidieron hacerse cargo del pequeño Jack y mantener el secreto familiar toda la vida. Es por eso que la verdad se revela después de la muerte de June.

Hace más de seis años que a Nicholson no se le ve en público, sospechaban que padecía Alzheimer, pero esos rumores han sido desmentidos por periodistas allegados. Al parecer en el 2018 protagonizaría la versión americana de la película Tony Erdmann (2016), pero aún no se ha rodado el proyecto. El pasado 22 de abril cumplió 82 años, esperemos poder ver una nueva actuación de este genio en la pantalla grande.

Por René Palomino Rodríguez*

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