Por Kattys Paola Torres Pazo
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Según lo dio a conocer la abogada especialista en Derecho del Medioambiente y directora nacional de Parques Naturales de Colombia, Julia Miranda Londoño, debido a la falta de conciencia frente a la comercialización ilegal de madera, la serranía de los Yariguíes sufre el flagelo de las ‘mafias’ que se dedican a la tala descontrolada de árboles en el sector.
Dicha práctica afecta el abastecimiento de agua de los municipios que se encuentran cercanos al parque como Zapatoca, Galán, Contratación, Chima, Hato, Socorro, El Guacamayo, Betulia, San Vicente de Chucurí, El Carmen de Chucurí y Santa Elena del Opón, ya que estos dependen de las quebradas y ríos que nacen de la serranía, y que a su vez son afluentes de los ríos Suárez, Sogamoso y Opón.
Gracias al extenso sistema montañoso que comprende a los Yariguíes de alrededor de 59.063 hectáreas, aporta al caudal de la Hidroeléctrica del Sogamoso y al sostenimiento de los humedales del Magdalena Medio como las ciénagas El Llanito, Las Bonitas, San Silvestre y Chucurí, entre otras.
Miranda Londoño también explicó que las ciudades que se encuentran cerca de un ecosistema ya sea de bosque, páramo e incluso manglar, generan la protección del recurso hídrico de tal manera que las reservas naturales frente al fenómeno del clima, sea La Niña o de El Niño, son fundamentales para la regulación y mitigación de este.
“El llamado que se le ha hecho a todas las autoridades ambientales en el país es para aumentar la restauración de los ecosistemas que han sido afectados. Si seguimos teniendo tala ilegal al ritmo que venimos teniendo estos fenómenos cada vez van a ser peores”, mencionó la directora nacional.
Así mismo pidió a la ciudadanía que no compren madera de bosques naturales para ser utilizada en los hogares o industrias, sino que al contrario denuncien a quienes atenten contra la naturaleza y el medioambiente de la región. “Por los pocos centavos que vienen de un árbol cortado estamos perdiendo la riqueza natural de este país y vamos a sufrir con más rigor los fenómenos del clima”, indicó Miranda Londoño.
Más áreas protegidas
Al Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia pertenecen 14 millones 268 mil 224 hectáreas del territorio nacional, lo que se resume a 60 áreas protegidas entre las que se destacan santuarios de flora y fauna y parques naturales, de las cuales ocho se encuentran en Santander y se distribuyen en cinco parques nacionales naturales como el Pisba, Catatumbo Barí, Cocuy, Tamá y Serranía de Los Yariguíes, dos santuarios de Flora y Fauna: Iguaque y Guanentá en lo alto del río Fonce, y un área Natural Única llamada los Estoraques.
Este departamento es una de las seis direcciones territoriales de parques naturales en el país y en su totalidad administra 30 áreas protegidas, que además de las ya nombradas incluye Reservas Forestales Protectoras Regionales, Reservas Naturales de la Sociedad Civil y Distritos Regionales de Manejo Integrado (Drmi). Es decir que vigilan y controlan alrededor de 894.802 hectáreas ubicadas en la zona.
En la visita que hizo la directora nacional a la ciudad motivó a la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (Cdmb) y la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) a que contribuyan a la conservación de los ecosistemas con la declaración de más áreas protegidas en los Andes Nororientales, y así junto al Ministerio de Medioambiente cumplir con la meta que tienen de resguardar a dos millones 500 mil hectáreas nuevas en el país.
Al respecto el ingeniero Rafael Alberto Peña, coordinador de la Subdirección de Gestión Ambiental Rural (Sugar) de la Cdmb, señaló que de acuerdo a la resolución 1814 de 2015, por medio de la cual se declaran y delimitan zonas de protección y desarrollo de los recursos naturales, la Corporación estudia ocho áreas por declarar en el departamento, lo que serían 45.495 hectáreas nuevas.
“Esto es un trabajo que debemos desempeñar en conjunto y por tanto el aporte voluntario que hace la sociedad con predios dispuestos a la conservación, es de vital importancia para nosotros”, resalta el funcionario. Ya son siete reservas naturales de la sociedad civil en Santander que se encuentran inscritas en el registro nacional de parques, y la idea según lo manifestó el coordinador de Gestión Ambiental, es que estas cifras sigan creciendo ya que dicha estrategia de preservación que hacen los particulares aumenta las zonas de biodiversidad en protección.
De igual forma dijo que a quienes cuidan voluntariamente estos bosques se les da un incentivo de $50.000 por hectárea al año y aclaró que el apoyo económico aplica para quienes inscriban entre cinco y cuarenta hectáreas. “Inicialmente los interesados vienen y se registran, luego nosotros hacemos la visita de la propiedad donde se identifica la cantidad del terreno y lo georeferenciamos. Si al final del año cumple con los criterios técnicos se le reconoce el incentivo”, añade Peña.
Finalmente, la directora de Parques Nacionales invitó a las corporaciones autónomas regionales y a las autoridades nacionales tales como la Fiscalía General, la Policía y el Ejército, a que apliquen los correctivos correspondientes a quienes cometan delitos contra el medioambiente, ya que como lo estima la Organización Internacional de Maderas Tropicales (OIMT) en un estudio del Banco Mundial aplicado en Colombia en 2009, 1,5 millones de metros cúbicos de madera en troza o madera aserrada, se explotan, transportan y comercializan de manera ilegal en el país.
“La recomendación que le hacemos a la población es que visiten estos parques para que los conozcan, aprecien, valoren y protejan ya que estos son de todos los colombianos. Que no haya más tráfico ilegal de fauna para el bien del planeta”, pidió Miranda Londoño.