A pesar de que el número de individuos que usa este medio alternativo en Bucaramanga se hace cada vez más visible, como se evidencia en la última encuesta de percepción realizada por el Observatorio Metropolitano en el día sin carro y sin moto, en la que se observó un incremento del 5,7 % en el número de usuarios que optaron por usar la bicicleta, con respecto al año anterior, existen factores que frenan la expansión del uso de esta alternativa como son la falta de infraestructura, civismo y seguridad.
“En la ciudad hay un problema muy grave y es que nadie le garantiza la seguridad, ni provee de espacios a la comunidad ciclista”, afirmó Andrea María Navarrete Mogollón, fundadora del colectivo Mujeres Bicibles, con respecto a las falencias que posee Bucaramanga para la inclusión del usuario de bicicleta. Además, aseguró que pese a que en la administración de Rodolfo Hernández Suárez se tiene en cuenta a la bicicleta, puesto que se le incluye dentro de la política pública, los proyectos que se realizan son lentos y en algunas ocasiones poco efectivos.
La inseguridad
Según la encuesta de percepción ciudadana realizada por la Corporación Ciclaramanga el año anterior, la inseguridad y la falta de infraestructura son los factores que más inciden en el uso de las personas de la bicicleta y su movilidad dentro del área metropolitana.
Diego Moreno Díaz, coordinador de dicho colectivo, aseguró que ante la falta de espacios apropiados para la movilización de los ciclistas estos deben “tomar vías alternas, que en muchas ocasiones no son tan seguras”, por lo que se ven expuestos a más peligros.
Los puntos críticos son según los ciclistas vía Café Madrid, vía Chimitá y vía al aeropuerto, puesto que no son carreteras transitadas o que cuenten con mucha vigilancia.
Óscar Oswaldo Becerra Villarreal, representante del colectivo Only Bike, que se dedica a la realización de recorridos deportivos en el área metropolitana, comentó que “hay vías además que no están bien iluminadas por lo que el riesgo que tienen de caerse o que los roben se incrementa”.
En cuanto al acompañamiento, Odilio Blanco Delgado, Jefe (e) de la Policía de Tránsito de Bucaramanga, afirmó que por el momento solo se les está haciendo seguimiento a los ciclistas que transitan por la vía que conecta a Lebrija con Girón. “Desde las cinco de la tarde hasta las seis y media va una patrulla pasando revista por la vía, con el fin de prevenir accidentes y garantizar la seguridad de las personas que van en bicicleta”, afirmó.
Ausencia de civismo
El problema de la movilidad se puede tomar desde dos puntos de vista, desde la perspectiva de los conductores y desde la perspectiva de los ciclistas. Los primeros apuntan que son los usuarios de bicicleta los que ocupan mucho espacio en la vía o cometen imprudencias al no hacer las pausas necesarias en algunas ocasiones. Los segundos dicen lo contrario, como lo manifiesta Linda Dayana Sánchez una estudiante de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Unab), quien afirma que durante sus recorridos “la gente que va en carro no tiene en cuenta al ciclista”, puesto que no mantiene la distancia necesaria para que este transite.
Sin embargo, la responsabilidad es de ambas partes, si bien los conductores deben respetar la distancia de seguridad de un metro y medio al compartir la vía con los ciclistas, estos últimos tienen que andar con precaución, con el fin de evitar accidentes.

En el primer trimestre del año según la Dirección de Tránsito de Bucaramanga se registraron 822 accidentes, de los cuales 14 involucraron a ciclistas. Estos causados principalmente por desobedecer las señales o no mantener la distancia adecuada para transitar en la calle.
“Bucaramanga está muy quedada en temas de bicicultura en comparación con otras ciudades de Colombia”, así lo expresa Diego Moreno, quien agrega que una de las principales fallas es la falta de conocimiento de las normas pertinentes para compartir la carretera sin inconvenientes.
Carencia de infraestructura
Pese a que en el Plan de acción de la Alcaldía de Bucaramanga se le viene apuntando desde hace algunos años a la consolidación de una política pública que promueva el uso del transporte sustentable, como lo es la bicicleta y ejecute obras a favor de este colectivo; son en realidad pocos los espacios que se han construido o adecuado para que los ciclistas se puedan desplazar con seguridad y comodidad. Hasta el momento por ejemplo solo se cuenta con 1,74 km de cicloruta, correspondientes a los tramos San Miguel, UIS-Campus Central y Quebrada la Iglesia.
“Bucaramanga no se había pensado para el ciclista, por lo que no existen ciclorrutas u otras instalaciones dispuestos para estos”, es la anotación que hace Julián Andrés Rojas Mantilla, coordinador de la Oficina de la Bicicleta de la DTB, al hablar sobre el tema de infraestructura. En lo que resta del año conforme establece la Oficina, se llevarán a cabo dos proyectos, la instalación de parqueaderos para bicicletas y el inicio de la construcción de un tramo de ciclorruta de 2,6 kilómetros que conectará la Universidad Industrial de Santander (UIS) con la Biblioteca Pública Gabriel Turbay; este proyecto tendrá un costo de $1,500 millones.
“Estamos adelantando una contratación para instalar parqueaderos de bicicletas en 30 puntos de la ciudad, con el fin de que faciliten la movilidad urbana de los ciclistas”, aseguró Julián Rojas. Además mencionó que estos se ubicarán en lugares públicos estratégicos como parques, plazas, unidades deportivas y otros espacios habituales de uso ciudadano.
Por Dayanna M. Verjel C.
dverjel@unabedu.co