Por Juan Camilo Montoya Bozzi / Rector Universidad Autónoma de Bucaramanga, UNAB.
Las palabras pronunciadas por Fidel Cano Correa al recibir recientemente el Premio Simón Bolívar a la Vida y Obra de un Periodista, reflejan a cabalidad el derrotero que han seguido tanto nuestro Programa de Comunicación Social en sus cuarenta años de existencia, como nuestro Periódico 15 en estas dos décadas de estar informando aferrados al rigor, profundidad y compromiso con el desarrollo de esta capital y de Santander.
Decía el director del diario El Espectador: “De alguna manera me siento como cuando comencé en el periodismo: frente a una batalla perdible pero que vale mucho la pena dar, porque tal vez nunca como en estos tiempos la importancia de una buena información haya sido tan determinante. En un mundo cada vez más proclive al juicio inmediato, a los extremismos, a la indignación sin reflexión, a las emociones y el entretenimiento, a la manipulación disfrazada de información, solo un periodismo confiable y comprometido a explicar, a contextualizar, a valorar los grises, a contar las historias a profundidad y, por supuesto, a fiscalizar los poderes y denunciar sus desvíos puede hacer la diferencia”.
En este mundo actual de redes sociales, cadenas que se repiten sin siquiera verificar su autoría, falsas noticias, calumnias, trivialidades y pereza mental, este experimento hecho realidad del Periódico 15, tiene más que justificada su existencia por cuanto se ha consolidado como fiel balanza en temas de tanta trascendencia como la lucha contra la corrupción, la parapolítica, los elefantes blancos, la violencia de género, la delincuencia, el microtráfico, el caos vial y la ocupación del espacio público, entre tantos males que nos aquejan.
La libertad de expresión, uno de los principios fundacionales de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, ha sido también uno de los valores que los lectores reconocen en este medio de comunicación elaborado íntegramente por estudiantes que desde temprano asumen el reto de ser reporteros, guiados por docentes que les dan ejemplo de que el periodismo no está para satisfacer audiencias, sino estrictamente a la verdad, ese espejo en el que muchos prefieren no mirarse.
La defensa del medioambiente y el cubrimiento de fenómenos complejos como la migración, lo mismo que la formación de valores, la divulgación de derechos y deberes, el suministro de elementos para que cada persona piense y actúe con criterio, el respeto a la dignidad y subir el volumen de las voces a quienes poco o nunca aparecen en los medios tradicionales, también han formado parte de la tarea que se viene cumpliendo desde esta tribuna, que, sin duda, se ha convertido en un referente en el entorno regional y en el ámbito de los medios universitarios de este país.
En estos setenta años de actividades forjando generaciones de profesionales autónomos, críticos y responsables con la sociedad, tal como fue el sueño de nuestros fundadores Alfonso Gómez Gómez, Armando Puyana Puyana, Carlos Gómez Albarracín y Alejandro Galvis Galvis, entre tantos otros, la UNAB seguirá apostándole al Periódico 15 como aquel laboratorio en el que, por una parte, se ponen a prueba los conocimientos compartidos en las aulas, y, por otra, se le brinda un servicio a la comunidad de manera gratuita y desinteresada.
Los cuatrocientos años de este pueblo de indígenas lavadores de arenas auríferas, que surgió a orillas de la quebrada Bucaramanga –hoy La Rosita– y aceleradamente se convirtió en la pujante metrópoli que es hoy día, significan para 15 y para la UNAB un gran motivo de celebración y a la vez una invitación para persistir en hacer de ésta, la mejor de las ciudades colombianas.