Por Leidy Juliana Peña/ lpena631@unab.edu.co
Yenny Alexandra Martínez Ardila ha hecho parte de “Disturbio Rojo” durante 20 años. Su pasión por el América de Cali empezó en su niñez, pues su padre la llevó a los estadios a presenciar las victorias y derrotas de este equipo. “En mi familia siempre existió ese amor por el rojo, eso creció en mí y se convirtió en mi proyecto de vida”, afirma
Martínez recuerda los inicios de su vocación de líder. “Cuando tenía 10 empecé a interesarme por la organización de eventos y de viajes”, agrega. De esta manera se destacó dentro de los miembros de la hinchada. “Al inicio fue difícil. Creo que como en todos los espacios la no somos tomadas en cuenta, pero gracias a mis habilidades como organizadora conseguí ser esa guía para mis compañeros”, asegura. Samir Rueda, miembro de la barra “Gran Familia”, señala que el liderazgo es un proceso complicado para el género femenino. “Si ella lo es, debe tener un carácter fuerte para que la respeten”, agrega.
Martínez no es solamente una barrista. En su vida cotidiana trabaja como docente de primera infancia. También es diseñadora gráfica y licenciada en educación básica con énfasis en deportes. “Las personas creen que los hinchas no estudiamos, no pensamos y eso no es así” argumenta. La líder de este grupo de hinchas ha usado sus conocimientos en beneficio de la barra, pues ella considera que la educación es indispensable para transformar la cultura.
La política pública del hincha
Actualmente lidera los procesos relacionados con el barrismo social dentro de “Disturbio Rojo”. Es la encargada de gestionar que los diferentes miembros del grupo se integren a “Aguante la barra”, el proyecto de Alcaldía de Bucaramanga que busca que los aficionados de todos los equipos se relacionen de forma pacífica. “Antes habíamos tenido otros espacios culturales, pero no funcionaban porque no había conocimiento del comportamiento de nosotros los barristas. Ahora considero que sí se está logrando el objetivo”, sostiene.
Desde hace seis meses, este colectivo se vinculó a dicho proyecto.Desde entonces ha conseguido más espacios culturales para fortalecer los conocimientos que tenía en aerografía, murga y convivencia. Sin embargo, Martínez considera que es necesario darle continuidad a esta iniciativa. “Ya hay legislaciones que amparan al hincha, pero en la ciudad todavía no tenemos una política pública que garantice que estos programas seguirán existiendo”, argumenta.
Ante esto, propone que sean los mismos barristas los que den el primer paso para que suceda. Martínez ha convocado a tres barras: “La Gran Familia”, “Barón Rojo” y “Los del Sur”, para que junto a ella planteen a la nueva administración la creación de la política pública. Al respecto, Brandon Sánchez, hincha del América de Cali, considera que es extraño que alguien del género femenino sea quien convoque a la unión entre barras.

Martínez ya tiene claro qué elementos tendrá esta legislación. “Son cuatro pilares fundamentales: la educación, el trabajo, la cultura y la convivencia”, explica. Dentro de estos destaca la parte laboral, puesto que según ella, la mayor parte de los hinchas están desempleados. “El empleo dignifica, no podemos olvidarnos de eso”, indica.
El Plan Decenal de Fútbol que tiene vigencia hasta el 2024 incluye la creación de proyectos sociales que protejan y le garanticen al aficionado calidad de vida, esto planes de acción.
Tienda Soy del Rojo
Martínez fundó hace 10 años una empresa virtual de ropa y accesorios alusivos al América de Cali. Esta organización ha generado empleo a los miembros de “Disturbio Rojo”, en especial a personas de bajos recursos. El objetivo de la líder de esta barra es brindarle oportunidades a aquellos que han aprendido a hacer serigrafía, técnica de impresión de imágenes en cualquier material.

“Cuando yo empecé con mi tienda no tenía dinero, incluso, yo le pedí prestado a un amigo para poder arrancar con unas camisetas del equipo”, narra. Es por esto que ella quiere que sus compañeros vean su proyecto como una posibilidad para emprender su propio negocio. “No soy envidiosa”, dice entre risas, “quiero que otros también puedan vivir de este amor que se llama América de Cali”, agrega.
El primer grupo de hinchas en Bucaramanga
“Disturbio Rojo” se conformó el 15 de octubre de 1997. Fue la primera barra que existió en Bucaramanga. A pesar de no pertenecer al equipo ‘leopardo’, es la tercera más grande de esta región, pues tiene actualmente cerca de 89 barristas, según el proceso de caracterización de ‘Aguante la Barra’. Martínez argumenta que es una de las más reconocidas del país por su unión y por los procesos de convivencia que ha realizado. “Hemos sido juiciosos al cambiar la mentalidad de barra brava por un pensamiento de tolerancia”, sostiene.
Sin embargo, recuerda los episodios de violencia que este grupo de aficionados ha vivido. “Una vez estábamos celebrando el cumpleaños de la barra en el parque La Hormiga y llegaron cerca de 100 personas con machetes y revólveres a agredirnos”, cuenta.
Como líder, Martínez ha cambiado las dinámicas del grupo, para evitar enfrentamientos internos. “He organizado a los miembros de este agrupación en colectivos de acuerdo a las habilidades de cada uno. Está el de viajes, el de comunicación, el de la orquesta y el central”, explica.
Para ella es imprescindible el papel de las mujeres, pues son estas las que solucionan los conflictos de organización y quienes son la voz de mando. “Nos quedan muchos proyectos más, como la fundación que llevará el nombre de la barra. Camino es lo que hay por recorrer”, puntualiza.