Son las 7 de la mañana en su reloj de pulsera. Luis Carlos Calderón valora el tiempo, reconoce a diario la importancia de cada segundo, como al romper
un record o ganar una competencia. Ni un minuto de retraso, 7 en
punto, en el gimnasio multifuerza de la unidad deportiva Alfonso
López, máquinas convencionales esperan a ser usadas por aficionados
al deporte.
Es entrenador de la selección Santander y Colombia de natación paralímpica. Saluda a sus alumnos y los invita a ser campeones. Poco a poco el calor se apodera del gimnasio. Ese día asistieron 17 deportistas paralímpicos, algunos le igualan o superan la edad, sin embargo, “El Profe” es la figura de respeto, la autoridad.
Tiene 27 años, contextura delgada, cabello corto, ojos verdes y mirada seria. Nació en Simacota, Santander, y desde niño descubrió su amor por el deporte. Al graduarse del colegio Campo Hermoso en Bucaramanga decidió hacer realidad su sueño y logró su título como Tecnólogo Deportivo de las Unidades Tecnológicas de Santander (UTS), luego para profesionalizarse estudió a distancia en la Universidad de Pamplona.

En el 2009 ingresó al Club Colombia Sin Límites, espacio que promueve el deporte paralímpico desde el 2008. Admite que hizo sus prácticas en el club
porque era “lo que tenía más cerca, lo más flexible”, su tío Moisés Fuentes, gloria de la natación paralímpica nacional, lo fundó con unos amigos que practicaban baloncesto en silla de ruedas.
El entrenamiento continúa, cada uno adecua la máquina a sus capacidades funcionales, entre todos se apoyan, el sudor brota por los cuerpos, valientes y diferentes.
‘El Profe’ verifica que cumplan a cabalidad la tarea asignada, los ayuda a desplazarse si lo requieren. El entrenamiento físico se hace paralelo a la práctica en agua. Él cuenta con nueve especializaciones en natación, que considera le aportan nuevas alternativas, dinámicas, formas de medir el potencial y de proyectar más metas, “cuando usted empieza a especializarse en un deporte
es cuando se da cuenta de la evolución, como mejoran cada día sus atletas”. La teoría que aprende está enmarcada para deportistas convencionales, él con su experiencia y la ayuda de sus alumnos, la adapta a cada necesidad.
Son las 7:30 a.m., cada uno se ejercita a su ritmo, todos se preocupan por hacerlo bien, las discapacidades no importan, entre ellos se motivan para continuar: “dale, dale que se puede”, “respira y sigue, no te puedes rendir”, “no duele, no pares, tu puedes”. Calderón les recuerda constantemente la importancia de trabajar con esfuerzo, de no desfallecer. “Nuestro objetivo no es formar campeones sino fomentar un entorno en que sean inevitables”.

paralímpica del país como lo indican los
resultados. / FOTO
SOFÍA CARVAJAL
Como lo indican los resultados, es el director del mejor equipo de natación paralímpica a nivel nacional, dirige a 25 deportistas, de los cuales ocho participaron en los Juegos Parapanamericanos Juveniles de Sao Paulo 2017. Cinco hacen parte de la selección Colombia de mayores, de ellos tres viajaron a los Juegos Paralímpicos Río de Janeiro 2016, evento en el que Daniel Serrano obtuvo tres medallas (oro, plata y bronce) y Moisés Fuentes una de bronce;
posicionándose en la cúspide del deporte no convencional. De igual forma participaron cuatro deportistas en el mundial de natación México 2017, de donde regresaron con cinco medallas de oro, una de plata y dos de bronce.
de plata y dos de bronce. Pasó una hora desde que empezaron el entrenamiento físico, son las 8 de la mañana, entre risas y enseñanzas se nota cada vez más que son una familia, él orienta con voz suave, es un líder que no inspira temor y en las palabras de Moisés, “es una persona que a través de su ejemplo, muestra y planifica el camino para nosotros, su dedicación, compromiso, disciplina,
constancia y preparación es evidente en los resultados que se están obteniendo a nivel mundial”.
Luis Carlos también entrenó a deportistas sin discapacidad. Fue profesor de natación para niños y adultos.
8:30 de la mañana, unos ya terminaron la sesión de la mañana, un deportista paralímpico entrena normalmente dos veces al día, “hace más deporte que otras actividades”. Este grupo de deportistas se reúne de lunes a sábado excepto los miércoles de 2:30 a 5 de la tarde en la piscina. Los lunes, miércoles y viernes entrenan en el gimnasio de 7 a 9 de la mañana y los demás días en la piscina, de 6:30 a 9 a.m.
La diferencia fundamental entre los deportistas convencionales y los paralímpicos es el nivel de cargas, al hablar de la práctica en agua, los primeros pueden nadar por sesión entre seis a ocho kilómetros, para los segundos depende de su discapacidad, pero varía entre tres y cinco kilómetros.

Finaliza el entrenamiento, en el gimnasio adaptan cargas de resistencia y de fuerza para trasladarlas luego al agua, han pasado dos horas en las que la discapacidad no tuvo lugar.
A las 2 de la tarde como lo indica el horario y con total puntualidad, asistirán al entrenamiento en agua. Como lo describe Maira Alejandra “el entrenamiento en la piscina es como mi segunda casa y “El Profe” es como mi papá”.
A él personalmente le gustan más los deportes de combate, pero sabe que si fuese necesario trabajaría nuevamente gratis enseñando a nadar y apoyando a sus deportistas. “La vida está en cómo uno la ve, en qué metas se traza, si
no se tienen sueños, la vida se va perdiendo, te levantas y respiras porque el aire no lo cobran”.
Por Sofía Carvajal
bcarvajal229@unab.edu.co