Desde 2012 se han presentado inundaciones por lluvias y desbordamientos de la quebrada La Iglesia, en la Comuna 9 de Bucaramanga. La última inundación ocurrió en octubre de 2014, hecho que dejó 170 familias afectadas. Esta circunstancia se originó porque la presión del agua lluvia hizo explotar las tapas de los depósitos donde estaban contenidas.

La Iglesia es una quebrada actualmente contaminada y en condición mixta, pues 800 metros de su tramo están canalizados de forma cerrada (el agua está dentro de una tubería o estructura sellada) y el resto de su cause está canalizado de forma abierta (está intervenida con una canalización pero al aire libre).

Nace en el barrio San Martín, recorre el municipio de Girón y termina ocho kilómetros abajo en el río de Oro. Está formada por dos quebradas que son La Cascada y La Flora. La primera, está constituida por las quebradas El Cacique y La Aurora.

Lea además: 

El área metropolitana se rajó en medio ambiente, según el Cómo Vamos

Periódico 15 indagó a expertos en el tema los problemas particulares que afectan a la quebrada La Iglesia y encontró que los más significativos son de inundación y contaminación.

Incapacidad de las canalizaciones cerradas y la urbanización
Antes de la urbanización en los sitios aledaños a las quebradas, los suelos vírgenes ayudaban a filtrar el agua en el subsuelo cuando llovía. Hoy en día cuando ocurre este tipo de eventos, el agua cae al pavimento y va directo a la corriente, generando un caudal más grande y por ende un posible desbordamiento. Bajo esta condición se requiere canalizar ya sea de forma abierta o cerrada.

Debido a las fuertes lluvias, se puede generar el deterioro de algún talud que afecta directamente al sistema cerrado, debido a que lo tapona y evita su correcto funcionamiento. Ludwing Uribe García, ingeniero civil especialista en agua y saneamiento ambiental, ejemplificó que el suelo es una esponja que se satura con gran cantidad de agua y genera desprendimientos. Dijo que “por la corriente se forman los flujos lodos, y esos flujos en una sección cerrada la pueden hacer tapar”.

La quebrada Cascada, conformada por La Aurora y El Cacique, tiene una pequeña canalización cerrada cuando cruza la carretera antigua subiendo al cementerio La Colina. El cauce de la corriente de La Flora va abierto hasta la iglesia Espíritu Santo, y a partir de ahí va cerrada hasta el Parque Extremo, conectando la quebrada con el Parque Lineal por medio de una canalización abierta.

Sin embargo, la preocupación de los vecinos es cada vez que se disparan las tapas. Al respecto, Luis Ernesto Ortega, coordinador de la Unidad Municipal de Gestión de Riesgo, afirmó que “la obligación de nosotros es exigir a la Empresa Pública de Alcantarillado de Santander, Empas, estar monitoreando constantemente el tramo porque siempre que se tapona afecta el barrio”. Según Ortega, son de 10 a 12 casas las afectadas por la mala nivelación de su infraestructura.

Por su parte, el ingeniero Uribe García sostuvo que el barrio San Martín no fue planificado y que las personas se ubicaron indebidamente en un área no permitida. “Este barrio fue una invasión que se dio en la década de los ochenta sobre la canalización que acababa de construir la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, CDMB. Ellos marginalmente se ubicaron ahí y por eso hoy en día estamos viendo las consecuencias”, manifiestó.

Lea además: 

Bucaramanga en el segundo ciclo de lluvias del año: ríos de Oro y Suratá en alerta naranja

Colector matriz o interceptor
Los colectores son conductos instalados en las corrientes de tipo combinado y se encargan de separar las aguas negras de las aguas lluvias. Su objetivo es descontaminar las corrientes para que las aguas residuales no se mezclen con la quebrada que desemboca en el río de Oro sino que por medio del interceptor se lleve a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar), ubicada en Girón.

Estas redes separan ambas por volumen y comportamiento. Cuando llueve, el conducto de la canalización tiene por el costado un elemento que rebosa el exceso de un volumen determinado, la cual es agua contaminada a la que se le llamada “diluida”. Cuando no está lloviendo, las aguas negras son recogidas directamente por los interceptores.

La Empas ha instalado interceptores en la corriente ´La Cascada’ y en un intervalo de ‘La Flora’, la cual termina en el tramo cerca al parque La Flora. Por lo tanto, desde este parque el agua va contaminada y perjudica a la quebrada ‘La Iglesia’. Sin embargo, al llevar las aguas negras junto con las aguas lluvias por el sistema cerrado, es imperceptible.

Otros problemas
Los efectos del cambio climático han afectado el caudal de las quebradas debido a la frecuencia e intensidad de las lluvias. Estos eventos extremos son los que ocasionan la caída de árboles y material que taponan los conductos cerrados, estropeando su funcionamiento.

El especialista en agua y saneamiento ambiental, dijo que “al momento de implementar las tuberías se estudiaron las lluvias de ese momento y se proyectaron de 25 a 30 años. La proyección fue más o menos buena pero otros factores también han influenciado en el colapso de las canalizaciones”.

El crecimiento urbano ha sido uno de esos factores porque las personas desechan basuras y elementos sólidos a las quebradas, dándole mayor densidad a los residuos que obstruyen las tapas.

Posibles soluciones

Según Gladys Rueda, ingeniera civil del área de expansión de infraestructura de la Empas, se están terminando de realizar los estudios pertinentes para evaluar el funcionamiento de las canalizaciones existentes y así plantear mejoras a nivel de ampliación, capacidad hidráulica y la instalación de interceptores en las zonas donde no hay y son necesarias.

Por Carol Andrea Riaga Gómez

criaga@unab.edu.co

Universidad Autónoma de Bucaramanga

Dejar una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí