En el año 2013, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia organizó en el departamento de Santander una mesa sectorial para manifestar su apoyo a la cadena agrícola de la panela, industria que desde principios de la última década ha enfrentando una crisis que viene perjudicando especialmente a las 350.000 familias campesinas a nivel nacional que se dedican a la elaboración de este producto.

Durante el encuentro se estableció que una de las posibles soluciones ante este problema tenía que ver con la creación de un sistema que permitiera aumentar la producción de más unidades de panela por proceso realizado.

Con el ánimo de responder a dicha necesidad, los investigadores e ingenieros de desarrollo
de la UPB, René Carreño Olejua, Brayan Danilo Ortiz Hernández y Camilo Rodríguez Mejía presentaron su proyecto titulado en principio “Evaluación del proceso de extracción de jugo de caña panelera mediante el uso de destrucción por tornillo”.

En la ponencia, hecha a través de la Corporación Red Especializada de Centros de Investigación y Desarrollo Tecnológico del Sector Agropecuario de Colombia, Cenired, los investigadores explicaron que la implementación del método del tornillo, que ya se utiliza en otras industrias como la de la palma de aceite, incrementaría hasta en un 15% la extracción del jugo de caña aumentando a su vez la producción de panela en unidades individuales.

Con la aprobación de las entidades asistentes al encuentro, se inició la creación de la ‘Planta piloto para la extracción de jugos de caña’, nombre con el que fue bautizada la máquina que incluye la novedosa tecnología.

“Nuestra idea era determinar hasta qué punto podría ser elevado o qué beneficios tendría el
intentar un método nuevo en el proceso de extracción en los trapiches, tecnología que no había sido aplicada antes en el sector. Por eso se determinó que el proyecto estaría orientado a mejorar el rendimiento de la extracción, que es la primera fase en la elaboración de la panela como producto final”, firma el investigador principal del proyecto, René Carreño Olejua.

El sector panelero en Colombia
De acuerdo con cifras de la Federación Nacional de Productores de Panela, Fedepanela, las cerca de 1’330.000 toneladas producidas al año ubican a Colombia como el segundo país productor de panela a nivel mundial, superado solamente por India, que logra casi 8 millones anuales. Dichas toneladas equivalen en ganancia a un poco más de 1.000 millones de pesos, representando así el 7 % del Producto Interno Bruto (PIB) total agrícola.

Según el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, las diferentes fases de la industria panelera se desarrollan, por un lado, en los sembradíos de caña que para finales de 2015 ocupaban 241.794 hectáreas, y en 19.050 trapiches distribuidos alrededor de 511 municipios colombianos que abarcan 27 departamentos.

El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural asegura que en ambos escenarios, los procesos de producción generan 855.375 empleos directos e indirectos.
A pesar de su aparente rentabilidad, esta industria presenta dificultades. De acuerdo con Fedepanela, desde el último gobierno de Álvaro Uribe Vélez han aumentado a 360.000 por
año las toneladas de importaciones de jarabe de maíz y azúcar desde países como Bolivia que han contribuido a la producción de panela de baja calidad y en trapiches no registrados legalmente.

Por otro lado, la misma entidad asegura que los precios por kilo que vienen presentándose no cubren los costos de producción que normalmente están cerca del billón de pesos.

De acuerdo con la lista de precios promedio de lo que va corrido de este año hecha por Fedepanela, el precio a nivel nacional viene en declive. Sólo en Santander, considerado como el principal productor de Colombia con 226.915 toneladas al año, el valor de la panela pasó de $1.617 el kilo en enero de 2016, a $1.200 durante la primera semana de marzo.

A la fecha el promedio nacional es de $1.638 por kilo, cuando hace tan sólo dos años logró alcanzar los $2.000. En palabras de los investigadores santandereanos que expusieron su idea ante el Ministerio de Agricultura, su “planta piloto contribuiría a que la producción de panela aumente lo que le haría mayor competencia a las importaciones y producciones de contrabando. Esto también podría ir aumentando de a poco el precio y contribuir con la economía de nuestros campesinos”.

Los beneficios de la tecnología del tornillo
El rendimiento de la industria panelera hace referencia a la cantidad de jugo que se obtiene por cantidad de caña que se procesa. Normalmente durante las actividades de extracción, la cantidad de jugo neto que se consigue corresponde al 63% de la caña sin triturar, lo que significa que “si se utilizan 1.000 kilos (una tonelada) de caña panelera sólo se obtendrán 63% de jugo, es decir 630 kilos”, explica Carreño Olejua.

Tomando como base este hecho, los investigadores realizaron una comparación entre los métodos tradicionales de extracción (conocidos como métodos Farrel) y su propuesta que incluye la tecnología del tornillo cónico y de detección variable.

Tal como se ha obtenido en otras industrias, los resultados de dicho paralelo arrojaron que la segunda técnica optimizaba en un 15 % la ganancia de jugo de caña. “Con este método del tornillo las presiones en el sistema de extracción no varían y si varían lo hacen de manera controlada, lo que garantiza que no disminuya de a poco el nivel de extracción, como si ocurre con la técnica tradicional. Nuestro sistema ha logrado obtener, en promedio, rendimientos de hasta el 78 %”, afirma Carreño Olejua.

Teniendo en cuenta el ejemplo dado por el investigador, normalmente en un trapiche, de los 630 kilos de jugo se obtienen 144,2 kilos de panela por cada tonelada de caña. Al aumentar en un 15% la extracción de éste (780 kilos de jugo), se podrían producir 36 kilos más de panela, es decir, 180,2 kilos por tonelada de caña.

“Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la panela es un alimento. De hecho, el azúcar es el que es considerado como edulcorante, en cambio la panela no. La panela misma, por su proceso artesanal de producción, contiene vitaminas como la B, C y D. Incluso es considerada elemento clave dentro de la canasta familiar”, expresa el investigador Carreño Olejua al referir que su proyecto contribuye enormemente a mejorar la calidad de vida de las familias que se dedican a este proceso productivo.

Según los ingenieros, aunque supone una mejora en la industria de la panela, la planta piloto puede ser utilizada también en otros sectores agrícolas y mejorar los tiempos de producción.

Por Freddy Arturo Montejo T.
 fmontejo@unab.edu.co
Universidad Autónoma de Bucaramanga

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